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10 Pensamientos De Steve Jobs


Enviado por   •  8 de Mayo de 2012  •  2.314 Palabras (10 Páginas)  •  841 Visitas

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1.- Hacer lo que nos apasiona

La vida es corta, eso lo escuchamos y lo repetimos constantemente, pero es poco lo que en realidad lo aplicamos… ¿Cuántas veces nos hemos sentido “atrapados” en trabajos que no nos aportan nada más que un sueldo (a veces que no da ni para vivir)? Si tienes que pelear contigo mismo cada mañana para levantarte de la cama e ir a la oficina, puede que tengas un problema, y no de pereza precisamente.

“La única forma de hacer bien un trabajo es amando lo que haces. Si todavía no lo has encontrado, sigue buscando. No desesperes. Como en el amor, sabrás cuando lo has encontrado”, decía Jobs en el discurso de Stanford.

Así que si te sorprendes varias veces al día mirando el reloj y contando las horas de salir de la oficina… También estás en problemas. Cuando las cosas nos motivan, cuando nos apasionamos con algo, el tiempo se pasa volando, y trabajar da un gusto y satisfacción tan grandes que son como una gasolina que nos renueva de energía hora tras hora y día tras día.

Entonces, si la vida es tan corta como sabemos que es, ¿vas a desperdiciarla trabajando en algo que no te llena? Todos tenemos que comer y que pagar el lugar donde vivimos, pero mientras tienes que trabajar en algo que no te llena, no dejes de soñar en lo que realmente quieres hacer y cuando lo sepas, cuando tengas clara tu idea, déjalo todo y dedícate a ella: Steve Jobs dejó la Universidad y se dedicó a lo que quería. Mark Zuckerberg hizo lo propio y así un montón de casos.

Atención: No se trata de que los lectores de Fayerwayer dejen los estudios, se trata de que estudien o trabajen en lo que realmente les apasione. Cuando lo tengas claro, pon toda tu energía en alcanzarlo: Lo peor que te puede pasar es que fracases, y tengas que buscar otro trabajo malpagado para pagar las cuentas y las deudas mientras sigues soñando y lo vuelves a intentar. La clave: No perder la ilusión.

2.- Seguir a tu intuición

En el discurso que dio Steve Jobs en la Universidad de Stanford, en junio de 2005, recordó que al dejar la carrera, como ya no tenía que asistir a las clases obligatorias, se decidió a tomar un curso de caligrafía en Reed College, que según dijo ofrecía entonces “la mejor instrucción en caligrafía del país”. Si bien no tenía una utilidad práctica de momento, no le era útil para producir dinero, era algo que le apasionaba… Lo hizo y lo disfrutó.

Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, Jobs dijo que “todo tuvo sentido” para él: “Todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía”. Seguir sus instintos le dio un conocimiento que luego aplicó y se convirtió en uno de sus valores diferenciales.

Una clave más para los emprendedores: Haz las cosas que te gustan, aunque de momento no sepas porqué te atraen. No sabes si unas clases de cocina que hoy ves como un hobby, en unos años te darán la clave de tu emprendimiento. Además, en mi particular forma de verlo, las actividades de corte artístico y que estimulen la creatividad siempre deben ser bienvenidas, aunque lo tuyo sea psarte la vida echando códigos. No te cortes las alas: Sigue tu intuición.

3.- Investigar, observar, investigar…

La investigación es fundamental para emprender: Debes aprender del sector en el que te quieres mover, detectar a la competencia y estudiarla, comprender al mercado para poder dirigirte a él de la mejor manera. Si tienes una idea de emprendimiento en mente es fundamental que detectes a la competencia, que la investigues, que veas como hace las cosas, en qué acierta y en qué se equivoca.

Cuentan que a la hora de diseñar los folletos comerciales de Apple, Jobs estudió en detalle el uso que Sony hacía de los tipos de letra, la maquetación y el papel con un peso determinado. Además, cuando llegó el momento de diseñar la caja de cartón para el primer Mac, estuvo paseando por el aparcamiento de Apple fijándose con atención en las carrocerías de los automóviles alemanes e italianos.

“Puedes preguntarle a los clientes qué es lo que quieren y después intentar dárselo. Para cuando lo tengas construído, ellos querrán algo nuevo”, decía Jobs.

La observación es fundamental para los emprendedores: Te da una visión privilegiada del entorno que te permite detectar necesidades de mercado que están adormecidas, que la gente ni siquiera sabe que tiene… He ahí una de las enseñanzas de Jobs: ¿Cuántos necesitábamos iPad? Ahora las tablets son parte fundamental de nuestro equipamiento tecnológico.

4.- Fichar a los mejores

Un tema importantísimo para los emprendedores: La selección de su equipo de trabajo. Jobs siempre se preocupaba por reclutar a los mejores: Contrató al arquitecto Ieoh Ming Pei para que diseñara el logotipo de NeXT y reclutó a Mickey Drexler, de Gap, para que formara parte del consejo de administración de Apple con vistas al lanzamiento de la cadena de tiendas de la compañía.

Este consejo es necesariamente útil cuando comenzamos un emprendimiento, y esto lo digo por experiencia propia: Un emprendedor no puede (ni tiene porqué) saber de todo. Si bien es necesario que conozcamos el mundo en el que nos vamos a meter, sea éste el tecnológico, el de la restauración, o el de los transportes, es prácticamente imposible que dominemos todas las áreas.

He ahí la importancia de hacer asociaciones estratégicas, donde si tu fuerte es la tecnología, busques a alguien que sepa de marketing y ventas, y te ayude a posicionar tu producto o a “pescar” a los clientes, por ejemplo.

5.-Mantener una plantilla reducida

En una oportunidad en la que hablaba de los comienzos de Macintosh, Jobs recordó que la plantilla de empleados era de cien personas: Si requería contratar a un trabajador, antes despedía a otro. ¿La razón? Decía que solo podía acordarse de cien nombres, así que manejaba la plantilla en ese número para tener una mejor relación con cada uno de los trabajadores con que contaba.

Obviamente cuando la empresa despegó, el número de trabajadores creció, pero mientras, es una buena idea la de mantener una plantilla limitada: Sin duda da al empresario la posibilidad de tener una relación más cercana con sus empleados, y por ende, hacerlos sentir parte del proyecto, seducirlos con la idea que mueve el negocio, comprometerlos con los resultados.

En el caso de los emprendedores esto es un error común: He conocido casos de quienes se endeudan para contratar personal y crean de la nada una plantilla (y una nómina que pagar) sin que el proyecto aún camine y produzca beneficios para pagar esos costes…

En otros casos, al no tener el presupuesto para contratar, pues se nos ocurre la “brillante idea” de ir por la vida reclutando a

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