ANÁLISIS DE LECTURA: “CARTA DEL JEFE SEATTLE AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS”

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE PANAMÁ OESTE

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y CONTABILIDAD

SOCIEDAD, MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO

Estudiante: Jenia Luna 8-907-1776                            Profesor: M.S.c. Leopoldo Muñóz

ANÁLISIS DE LECTURA: “CARTA DEL JEFE SEATTLE AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS”

         La fragilidad del planeta Tierra y la pérdida de la vida misma, que le dan lugar a la supervivencia de todo ser viviente que en él habita, es una inexorable realidad que desde mucho antes que el Jefe Seattle la manifestase, ya estaba predicha.

         Es la naturaleza con su exuberante belleza y majestuosidad, la obra más excelsa que nuestro Creador nos ha regalado, y pareciese ser que con el transcurrir de los días el ser humano, hijo de la creación, es cegado a tal nivel que sus ojos no se percatan del propio detrimento en que vive y sus oídos son ensordecidos hasta no llegar a escuchar los gritos de la Tierra que pide ayuda.

         La humanidad crece a ritmo imparable y son cada vez menos quienes se inquietan por preservar o tan solo mostrar gratitud al “regalo supremo” que se nos fue otorgado. No somos capaces de percibir el paisaje sin igual en el que vivimos, poniendo así en peligro su equilibrio y resistencia.

         Esta carta es tan solo un desesperante llamado más de atención al escenario que yace bajo nuestros pies, que sin dudas la destrucción que hemos causado es irreversible. Sin embargo, aún podemos gozarnos de las maravillas injustificables que la “Madre Tierra” nos lega, y es precisamente ésta la razón por la cual somos invocados a conservar lo que resta de ella y dar muestras de amor.

         Es posible que nuestra cultura haya perdido mucho del sentido de la Tierra, que las acciones del ser humano no vayan acorde al propósito real de la naturaleza viva, que andan bajo sus propios intereses sin percatarse de lo “pequeño” que son, y que dependen directamente de algo que es mucho mayor que ellos. No obstante, es nuestro momento de causar impacto positivo, no dejar que las cosas pasen frente a nuestros ojos quedándonos de brazos cruzados, el tiempo se acorta y hemos de buscar la forma de retornarle a la Tierra la vida que nos dio.

         El Jefe Seattle nos expresó de forma primitiva, pero más humana y profunda la realidad que nos agobia hoy día, ya que como fue dicho: “la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra… Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra”. Abramos los ojos y amemos nuestro hermoso firmamento, que al hacerlo amamos a su Creador que es aún más perfecto.

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