ANÁLISIS MACROECONÓMICO DE MÉXICO

ANÁLISIS MACROECONÓMICO DE MÉXICO

Desde el año de 1982, México, de acuerdo a la economía nacional, inicio lo que son las reformas económicas que, en ese entonces, estaban encaminadas a lograr un mayor crecimiento económico nacional, y además, permitieron que nuestra economía se abriera al mercado internacional de bienes, servicios y capitales, con el fin de lograr lo establecido. Pero actualmente, estas reformas "se han profundizado" esperando la misma consecuencia de aumentar la producción de bienes y servicios. Lamentablemente este objetivo principal no se ha podido lograr debido a que se sigue pensando o teniendo la ideología de que el sector externo es el principal motor de nuestra economía aparte de que se divide el motor endógeno, que serían los salarios que reciben los trabajadores. Todo esto está en conjunto con que no se han tomado en cuenta el diseño, la aplicación y evaluación de lo que es una política industrial activa para lograr el desarrollo productivo nacional.

Con respecto al 2015, preveían que el entorno macroeconómico de este año, 2016, estaba sujeto a riesgos que podrían impactar nuestras proyecciones. De acuerdo al sector externo, se consideraba que el mayor riesgo sobre el crecimiento mexicano, podría materializarse ante un menor dinamismo de la economía de Estados Unidos, o ante una recuperación de sectores económicos de la economía norteamericana. Respecto a la inflación se consideraba que prevalecieran los riesgos al alza de precios que radican en un repunte de la inflación no subyacente.

La gran promesa del sexenio de Enrique Peña Nieto de entrar a una mejor economía para México y que se logrará una disminución considerable de la pobreza mexicana que ha sido por mucho tiempo el gran principal problema que nos afecta; lamentablemente no se ha podido notar algún avance y según la Secretaría de Hacienda, redujo sus previsiones y puso la horquilla económica entre el 2.2% y el 3.2%. El gobierno atribuye estos cambios a factores externos como lo ha sido actualmente Estados Unidos, que absorbe un 80% de las exportaciones mexicanas, y tan sólo en el 1° trimestre, del año en curso, ha crecido poco, lo que ha provocado que se disminuya la actividad económica. También ha influido en este caso el entorno latinoamericano, con una contracción prevista del 0.5%.

Pero, como se dijo al principio, los factores externos no sólo influyen en la desestabilizacion de la economía mexicana, sino que también, los factores internos. Uno de ellos, y el primordial, ha sido la crisis del petróleo, pues Pemex no está en su mejor condición, ya que está perdiendo compradores, debido a que en demás lugares, gracias al avance en su tecnología, se han encontrado más yacimientos petroleros lo que significa que se vayan haciendo autosuficiencia y esto afecta mucho a nuestra nación. Actualmente el barril de petróleo, se ha situado aproximadamente en los 26 dólares, tan sólo en el 1° trimestre de este año, cuando hace un año alcanzaba máximos de 100 dólares. La crisis de Pemex afecta directamente al erario, y en tan sólo en un año, su aportación pasó del 30% al 20% del ingreso, por lo que México tuvo que tomar cartas en el asunto y una de ellas fue el recorte en el gasto público, junto con la reducción de combustible para los motores económicos.

Desde antes, el Banco de México alertó el riesgo de una depreciación del peso, lo que obliga a elevar el tipo de interés referencial, para tratar de tener una economía estable en el país. Este organismo sabe que el incremento en las tasas de Estados Unidos aumenta el riesgo en la nación, además de que nuestra moneda ha sido la 3° que más deterioro ha sufrido. El peso se ha venido depreciando con respecto al dólar y tan sólo entre Noviembre de 2014 y Enero de 2016, la depreciación fue de 28.7% aproximadamente. Para esto, el Banco de México ha tenido que utilizar sus reservas internacionales para evitar que la depreciación afecte al resto de la economía y que afecte a todo el país, principalmente en el aumento de los precios que según datos de la INEGI, el consumo avanzó 3.1.% en Junio, y los precios al consumidor reportaron un aumento de 0.54% en la primera quincena de Septiembre del 2016, donde algunos productos que presentaron está situación fueron el jitomate, el huevo, la primaria, los automóviles, la gasolina de bajo octanaje, la secundaria, el pollo, la cebolla, la electricidad y el pan dulce; por lo que la tasa de inflación anual se ubicó en 2.88%. Esto fue compensado por la baja en los precios de servicios profesionales, gas doméstico LP, servicios de telefonía móvil, televisores, trajes, pasta dental, suavizantes, limpiadores, naranja, plátano y guayaba. El índice de precios de la canasta básica mostró un crecimiento del 0.35% así como el de la tasa anual de 1.48%. Respecto a estos datos, las localidades con variación de precios por arriba de la inflación nacional en la primera quincena de Septiembre fueron Acapulco, Ciudad Acuña, Mérida, Morelia, Jacona, Fresnillo, Oaxaca, Puebla, Ciudad Jiménez y San Andrés Tuxtla. (INEGI, 2016)

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