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ANALISIS PERSONAL DE RIESGOS


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2014  •  4.054 Palabras (17 Páginas)  •  388 Visitas

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ANALISIS PERSONAL DE RIEGOS

1.-¿qué llamas análisis personal de riesgos?

Al conocimiento profundo y realista de los riesgos que uno puede estar corriendo en el entorno; al conocimiento de las amenazas a que uno puede enfrentarse diariamente por causa de la violencia, pero no necesariamente de la que se escucha en las noticias, sino de lo que puede suceder en cualquiera de los tres círculos que conforman la existencia de cada quién, es decir, el círculo social, el familiar y el personal. Me refiero al modo como debe o puede uno comportarse idealmente en situaciones que, si bien no son comunes, son parte de los probables sucesos que nos afectan física, económica, moral, emocional y legalmente, sobre eso que entendemos como seguridad.

Todos somos vulnerables y potenciales víctimas de accidentes, asaltos, secuestros, extorsiones, muertes, y un largo etcétera del que tendemos a pensar que estamos exentos por razones diversas, como la posición y prestigio que se tiene en el círculo social, por el cobijo que supuestamente se da al interior del círculo familiar o porque simplemente creemos conocernos al ciento por ciento como personas, razones todas estas, entre muchas más, que justifican erróneamente la idea de que la búsqueda del control de los elementos que inciden en la propia seguridad trae como consecuencia la pérdida de la libertad individual, idea que, si bien no es infundada, vuelve a cualquiera reticente a las asesorías en estos temas y, por omisión, hacerse aún más vulnerable de lo que ya se es.

La libertad, como la seguridad, es algo que nadie está dispuesto a perder, pero la segunda no puede obtenerse de manera suficiente si no existe la disposición del individuo a sacrificar algo de esa libertad. La gente rehúsa ser víctima, pero entiende también semejante sacrificio por su seguridad como una forma distinta de ser víctima de la circunstancia. En ese rehusarse, las personas ponen muchos pretextos: "soy muy conocido en la comunidad", "las bardas de mi casa son muy altas", "¿Quién puede interesarse en mis hijos tan chiquitos?", "basta con no enjoyarme para no ostentar riqueza", "yo no soy conocido ni tengo poder", etcétera, pero cada argumento no es más que un recurso evasivo de la realidad que, tarde o temprano, la punta de una pistola o la mirada intimidatoria de un ladrón ponen a prueba y en entredicho.

La gente tiende a no ser realista y resistirse al cambio que implica prevenir por propia seguridad. He conocido personas que han luchado mucho para tener, digamos, un determinado tipo de automóvil sin detenerse a analizar y comprender que ni siquiera cabe a lo ancho de la calle donde viven y todo por anteponer a la seguridad una cuestión de estatus, un capricho, hacer valer ese logro por el que tanto se hubo luchado.

Si el día de mañana esa persona es víctima, digamos, de extorsión, muy probablemente tenga que deshacerse de ese vehículo que tanto esfuerzo le costó conseguir, sólo para satisfacer la demanda de un delincuente al que no le importa nada más. En un caso así, sería mejor detenerse a analizar qué tipo de vehículos pasan por la calle y de entre ellos elegir el más agradable al gusto y la economía, en vez de sentirse movido por el ánimo de destacar y distinguirse del resto de los demás, con el consecuente aumento de la propia vulnerabilidad a los ojos de los criminales o la sola sospecha, el temor y la angustia de la posibilidad de perder, por causa de la delincuencia, el bien tenido.

Así pues, el análisis personal de riesgos es una práctica que comienza con el examen de quién se es, qué se tiene, por qué se tiene, si se puede o no tener, qué se quiere y cómo se quiere obtener en relación con esos tres círculos, el individual, el familiar, el social, en ese orden.

2.-¿Cuál dirías que es la clave para vivir con seguridad?

Vivir con conciencia de la propia realidad es el primer paso para aprender a protegernos, ser quienes somos y no quienes pretendemos ser. Eso no significa desconocer o cancelar las aspiraciones personales, sino simplemente ubicarse en el contexto de la realidad actual.

Por supuesto que en esto se presenta una contradicción fundamental y muy humana. Cualquiera, en el momento que alcanza un nivel mayor en su estatus, alcanza igualmente un nivel mayor de riesgo. Esa persona que quiere ser como sus pares, tener las mismas cosas y beneficios que lo igualan a sus semejantes, aunque en algún aspecto esto no sea de su agrado y, por otra parte, en ese afán descuida el hecho de que por eso mismo se hace sujeto de riesgo.

He conocido ejecutivos a los que no les gusta tener la protección de un chofer escolta, pero sus pares lo tienen; entonces, en ese contexto específico los únicos vulnerables son ellos por no tener una protección adecuada. Por otro lado, desde su perspectiva, digamos de una humilde rebeldía, a sus ojos son los otros los expuestos por sobresalir teniendo algo que los vuelve ostentosos. O personas que no les gusta salir a correr y hacer ejercicio donde haya gente y prefieren ir a lugares despoblados, un bosque, por ejemplo, sin considerar que si en una situación pueden ser vulnerables, en otra pueden serlo aún más.

La clave está en ubicarse en la realidad para aprender a transferir el riesgo a otros; en el primer ejemplo, el riesgo es transferido al chofer escolta, en el segundo es asumido u omitido por el corredor en solitario y más expuesto. Esta clave aplica para cualquier estrato social y cualquier edad posterior a los once años, ya que a los niños hay que protegerlos de entrada e inducirlos a que se cuiden más.

3. ¿Cuáles son las amenazas más comunes a las que estamos expuestos en el día a día?

Son muchísimas y muy variadas, pero todas a fin de cuentas dependen del perfil de cada cual, sea persona física o persona moral. No obstante, podemos decir que las más comunes entre las comunes y que inciden mucho en el ánimo y la percepción social están:

Robo en todas sus formas.

Los más frecuentes siguen siendo el robo a transeúnte, el robo de vehículo, sin importar la marca, modelo o tipo y el robo a casa habitación.

Extorsión y su variante de secuestro virtual o aparente.

Ambas amenazas cada vez más sofisticadas en su procedimiento, en su método, en la manera de abordar a la víctima y plantearla la situación apremiante que puede generar angustia. Por poner un ejemplo, este delito es como esas llamadas que puedes recibir en tu domicilio supuestamente de un familiar que te sorprende solicitándote ayuda para zafarse de determinado problema. El sobrino del que no tienes noticias en

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