ANTECEDENTES DE LA DOMÓTICA
Enviado por girl2014 • 1 de Febrero de 2014 • Ensayo • 1.696 Palabras (7 Páginas) • 914 Visitas
ANTECEDENTES DE LA DOMÓTICA
Literalmente se podría definir la domótica como la automatización del hogar. Este vocablo tiene un origen francés, en concreto viene de “domotique”, palabra que acuñaron los franceses allá por los años 80 para conceptuar todo lo relativo a integración de los últimos avances en materia de confort, seguridad, comunicación, etc., destinados a aumentar la calidad de vida y la seguridad en el entorno residencial. Este término viene, a su vez, de la conjunción de dos voces. Por un lado, tiene una raíz latina “domus” que denota casa. Y de otra “automatique”, o lo que es lo mismo, automatización.
A pesar de que fueron los británicos los pioneros en el desarrollo de un sistema domótico o, para ser más exactos, un protocolo de comunicación a través del cual los diferentes dispositivos electrónicos puedan comunicarse y entenderse, y pese a que fueron los franceses los que acuñaron el término “domótica”, los países con mayor arraigo y tradición dentro del mundo domótico han sido América del Norte y Japón. Los estados europeos tardaron en unirse a este corriente, y no fue hasta la aparición de los primeros buses de comunicación, un medio físico específico para la transmisión de información entre mecanismos, cuando empezaron a apostar por esta disciplina (hasta ese momento se utilizaba la propia red eléctrica para establecer esa comunicación entre los diferentes aparatos electrónicos conectados al sistema domótico). A partir de ese momento Europa comenzó a posicionarse como una referencia y a ganar terreno frente a sus competidores americanos y japoneses. De hecho, países como Francia y Alemania han desarrollado protocolos de comunicación que, hoy por hoy, son una realidad en todo el mundo.
El origen de la demótica se remonta a los años setenta, cuando, tras muchas investigaciones aparecieron los primeros dispositivos de automatización de edificios basados en la aún exitosa tecnología X-10. Durante los años siguientes la comunidad internacional mostró un creciente interés por la búsqueda de la casa ideal, comenzando diversos ensayos con avanzados electrodomésticos y dispositivos automáticos para el hogar. Los primeros sistemas comerciales fueron instalados, sobre todo, en Estados Unidos y se limitaban a la regulación de la temperatura ambiente de los edificios de oficinas y poco más.
Más tarde, con el auge de los PC’s a finales de la década de los 80 y principios de los 90, se empezaron a incorporar en estos edificios los Sistemas de Cableado Estructurado (SCE) para facilitar la conexión de todo tipo de terminales y periféricos entre sí, utilizando un cableado estándar y tomas repartidas por todo el edificio. Además de los datos, estos sistemas de cableado permitían el transporte de la voz y la conexión de algunos dispositivos de control y de seguridad, por lo que a aquellos edificios, que disponían de un SCE, se les empezaron a llamar edificios inteligentes.
Posteriormente, todos estos automatismos destinados a edificios de oficinas, se han ido aplicando también a las viviendas de particulares u otro tipo de edificios donde el número de necesidades que hay que cubrir es mucho más amplio, dando origen a la vivienda demótica.
Tras una etapa de introducción lenta de la tecnología digital, ahora estamos en los comienzos de una revolución de los servicios para el hogar, donde las pasarelas residenciales, apoyadas con conexiones de banda ancha, conectarán inteligentemente todos los dispositivos del hogar, soportando una gran diversidad de servicios interactivos.
Como ya se ha comentado, los inicios de la domótica tuvieron lugar en Inglaterra, concretamente en Glenrothes, una población escocesa. Durante 1976 y 1978 un grupo de ingenieros de la empresa Pico ElectronicsLtd desarrollaron el primer lenguaje para que dispositivos electrónicos pudieran comunicarse y entenderse. El nombre que dieron a este proyecto fue X10, no fueron demasiado originales y lo designaron así por ser su proyecto número 10, y desde entonces se ha convertido en uno de los referentes de este sector y gracias a él son muchos los que han profundizado en esta disciplina, ya que la mayoría de los productos que conforman su oferta son “plug&play”, o sea, conectar y olvidar. Tan sencillo como enchufar el gadget a una toma de corriente y ponerse a controlar el mecanismo para el que estaba definido.
A comienzos de la década de los noventa, cuando la tendencia parecía cambiar, entra en escena una fuerte recesión que frena en seco este giro. Es importante incidir sobre el hecho de que todavía no era su momento, debido principalmente a la ausencia de control remoto, una de las principales características que debe reunir todo sistema domótico. Pasada esta crisis empiezan a posicionarse dentro de nuestra comunidad dos tecnologías con unas tasas de penetración hasta la fecha desconocidas: Internet y la telefonía móvil. Gracias a ellas los sistemas domóticos empiezan a incorporar el control remoto dentro de sus funcionalidades. Todo indicaba que se iba a iniciar el despegue definitivo, pero nada más lejos de la realidad. A esta recesión le siguió una época de bonanza económica en la que la construcción vivió un periodo de esplendor. Podría pensarse que esta situación de bienestar favorecería la implantación de la domótica dentro de las promociones de viviendas, pero no se tuvo en cuenta el carácter puramente especulativo y pecuniario del sector inmobiliario, y durante los últimos años.
Si a todos estos factores le unimos el profundo desconocimiento en el que se encuentra la población en general, no en vano son los potenciales usuarios de estas tecnologías, el panorama es realmente
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