Actividad del cuento: La vida después de la muerte de Alfredo

Pasados dos años, Alfredo murió y dejo su herencia a su hijo Alberto, quien actualmente continua estudiando su carrera y además consiguió un trabajo de medio tiempo, donde le pagan muy bien, en cuando a su mama, Bertha, consiguió un empleo en un asilo.

Cabe mencionar que Elena López consiguió pareja nueva, su hijo Alejandro se casó y compro una casa, mientras que Amelia dejo su carrera de psicología para dar clases en una primaria como maestra de inglés.

Alberto busca la forma de ayudar a sus medios hermanos dándoles parte de la pensión que recibe por el fallecimiento de su padre, pero no ha sido posible ya que su madre no está de acuerdo, así que finalmente decidió seguir con su vida y dejar que el destino se encargue de sus hermanos.
Día con día trata de olvidar a sus hermanos, pero claramente comprende que no puede, son sus hermanos, como podría olvidarlos, así que tomo la decisión de buscarlos para hablar con ellos, el problema es que no sabe dónde localizarlos.

Han pasado muchos días, y Alberto sigue sin alguna pista, nada que lo lleve a encontrar a sus hermanos, sin embargo esto no va a detenerlo.
Ya han pasado algunas semanas y Alberto está a punto de poner fin a su búsqueda que parece inalcanzable. Se encontraba de vuelta a casa, pero, hubo algo que le llamo la atención. Era una mujer, con un rostro que le parecía muy familiar, la cual se encontraba al otro lado de la calle. Decide cruzar a la otra acera, donde estaba dicha mujer, ubicada en la entrada de Smart Wood, una mueblería muy reconocida en la ciudad. ¡¡Elena!!, grito Alberto, al oír esto, Elena volteo asombrada, y vio como un chico se le acercaba poco a poco por entre la gente, hasta que finalmente lo reconoció, por tal motivo dio media vuelta y comenzó a retirarse.
Alberto encontró lo que tanto buscaba, una pista que lo llevaría hasta sus hermanos.
No se detenía, no quería perder esa única oportunidad de estar con sus hermanos, así que corrió sin detenerse hasta que finalmente alcanzo a Elena.

Ella sabía que no era un mal hombre, que él no tenía nada que ver con lo que hizo Alfredo hace mucho tiempo, así que no pudo sostener el llanto, ver a Alberto le recordó mucho a Alfredo, quien a pesar de todo, nunca podrá olvidar.

Elena no se contuvo, se acercó a Alberto a quien no pudo evitar abrazar, después de esto, Alberto le pregunto cómo ha estado durante todo este tiempo, y como se encontraban sus hermanos. Elena se encontraba en silencio, después de secarse las lágrimas le dijo, “sígueme, muy pronto podrás conocerlos”.

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