Análisis Crítico del libro 'Juan Salvador Gaviota' de Richard Bach.

JUAN SALVADOR GAVIOTA

RICHARD BACH

Ser diferentes va más allá del simple hecho de distinguirse por aspectos físicos ante los demás; nuestra forma de ser, hablar y relacionarse nos hace distinguirnos si decidimos tener una propia marcación ante los demás en cada uno de ellos, pero ser verdaderamente diferentes implica realizar y proyectarse metas que ningún otro se atreve a forjarse, no solo nos hace diferentes; ¡nos hace únicos!

En el texto Juan Salvador Gaviota encontramos una personificación a la que vivimos los jóvenes día a día, buscando siempre un futuro mejor, estudiando, trabajando y relacionándonos de tal forma que nos parezcamos al resto de la comunidad, ignorando nuestro factor diferencia, que es lo que nos hace únicos y diferentes, lo que dirá quiénes somos en esta vida, y será por lo que muchas personas y probablemente las más cercanas a nosotros nos recriminen, porque nos ven diferentes a la expectativa general. Motivo por el cual, comienzan a frustrarse las vocaciones, y se puede destacar en programas de talentos que sus participantes tienen ocupaciones muy diferentes a lo que les gusta hacer.

Por esto, vemos que en la sociedad hay tantos profesionales que no aman sus carreras, laboran a la paga y quizás misiones humanas como la medicina no tan humanas.

En consecuencia de tal discordancia entre gustos y oficios, nos alineamos a lo particular, alejándonos de lo extraordinario, hasta que la pasión brota que no es posible controlarlo y decidimos arriesgarlo todo e intentarlo. Lógicamente, al no tener practica que debimos haber cultivado durante los primeros trece años de escuela y sabrá cuantos más de vida universitaria; hacemos un mal intento de lo que nos gusta, no siendo este malo, sino todo a raíz de la falta de experiencia, y comienzan a exteriorizar los complejos camuflados en expresiones como “a mí me va bien cantando, pero sufro de pánico escénico”, y así se le vendrán muchas particularidades a la mente.

Es como entonces muchos jóvenes empiezan a abandonar sus pasiones y enfrentan las realidades de otros, haciendo lo que a los demás les parece conveniente para con sus vidas y dejando a un lado lo que a ellos verdaderamente les motiva.

Sin embargo aquellos que enfrentan sus miedos, que sobrepasan las indiferencias, las recriminaciones y los “no puedo”, se atreven a enfrentar el mundo y así logran mucho más allá de lo que soñaron, no solo convirtiéndose en lo que ellos deseaban ver bajo sus ojos, sino también en el reflejo de muchos otros con sus mismos miedos, convirtiéndose de una u otra manera en ejemplos y espejos a seguir. Atrayendo las miradas y motivaciones de los que en algún momento dijeron “no puedes”, pero que ahora deciden seguirlos y enfrentarse a la cobardía que les hizo no solo renunciar de sus sueños, sino de querer a ser parte de la renuncia de los otros.

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