Brasil 2014: Viviendo la historia del fútbol.

Ernesto de Valdés

Brasil 2014: Viviendo la historia del fútbol.

En este trabajo voy a hablar sobre una de las mejores experiencias que he tenido a lo largo de mi vida, donde pude conocer un país muy interesante, encontrar cosas increíbles en una cultura nueva para mí y por supuesto disfrutar de uno de los eventos mas importantes en el mundo, como lo es, el mundial de futbol. Desde 1930 se lleva a cabo cada 4 años la máxima fiesta del fútbol (con excepción de 1942 y 1946 por la segunda guerra mundial), donde todo el mundo sin importar raza o genero se paraliza ante los partidos disputados por las 32 selecciones participantes. Este evento llega a tener tanta relevancia en lo social que alguna vez el portero húngaro, Antal Szbabo dijo ^[1]"Con los cuatro goles que me metieron salvé la vida a once seres humanos", decía esto haciendo alusión al telegrama que el dictador italiano Benito Mussolini mandó a los jugadores de la selección del país transalpino antes de la final del Mundial entre la 'Squadra Azzurra' y los magiares. En dicho mensaje se leía "vencer o morir", y los italianos hicieron lo primero, al ganar la final del Mundial por 4-2.

Mi primera parada: Sao Paulo, donde alado de mi hermano y un primo, comenzamos nuestra aventura en el país de las caiprinhas y la samba, lo primero que observamos al llegar fue el increíble parecido de la ciudad con México D.F. La cantidad de gente, la contaminación, el trafico, etc. Nos hicieron sentir como en casa.

Faltaban todavía 4 días para el comienzo de la justa mundialista por lo que tuvimos la oportunidad de conocer a fondo la cultura, la gastronomía e incluso la gran vida nocturna de esta gran ciudad.

Pasaron los 4 días y el momento había llegado, todo Brasil estaba listo para recibir el evento mas importante del deporte en el mundo, fueron 1 millón de turistas los que se dieron cita en el país catracho para disfrutar de los 64 partidos de las diferentes selecciones. 12 de Junio del 2014, por segunda vez en la historia Brasil comenzaba su camino rumbo al campeonato en casa, sin querer recordar lo sucedido en 1950, donde los Uruguayos con gol de Alcides Ghiggia, lograron vencer en el “mítico” Maracaná a la selección brasileña llevándose a casa la Jules Rimmet, a lo que Giggia dijo^[2] “El Papa, Frank Sinatra y yo, somos los únicos que hemos logrado silenciar el Maracaná con 200.000 personas dentro”.

Comenzaba todo mal, cuando Croacia por vía de Ivica Olic, anotaba el primer gol del torneo y se ponía 1-0 sobre Brasil, entonces todos los fantasmas del “marcanazó” se aparecían. Pero no duro mucho, iniciando el segundo tiempo, Neymar logro el gol del empate, para después volver a aparecer de penal para dar la ventaja y cerca del final Oscar ponía el 3-1, que daban los primeros tres puntos del mundial a Brasil. Ese día por la noche tomamos un vuelo a Natal, después de 3 escalas por fin llegamos a esta ciudad donde nos encontramos con un diluvio. Después de solo dormir 4 horas, nos despertamos con toda la ilusión de ver el debut de la selección mexicana en la justa, un buen desayuno y rumbo al estadio, no antes de pasar una dificultad increíble en conseguir un taxi que nos pudiera llevar, llegamos al estadio “Das Dunas”, que hace referencia a estas montañas de arena que hay en Brasil, caminamos por un largo tramo, para por fin llegar a nuestros lugares en el estadio, adentro y a pesar de la lluvia, el estadio repleto de mexicanos esperábamos con ansias que el partido diera comienzo, por fin dieron las 3 de la tarde y los equipos salieron a la cancha, un partido ríspido, pasado por mucha lluvia, después de 2 goles mal anulados a Giovanni Dos Santos, por fin llego el gol, después de un rechace del portero camerunés, Oribe Peralta la definió de gran forma para hacer explotar al estadio y a los millones de mexicanos en México, como lo hiciera Javier Hernández en Sudáfrica 2010 ante Francia o Jared Borgetti en Korea-Japon 2001 ante Italia. El animo de los aficionados fue mayor a partir de ese momento, a pesar de que la lluvia no cesaba, la alegría del gol motivaba a jugadores y afición a seguir adelante y es que, como dijera el gran Pelé ^[3]“El gol es el éxtasis total en un mundo alterno, llamado futbol”, con ese ímpetu, el equipo tricolor siguió luchando todo el partido, hasta que al minuto 93, el arbitro dio el pitido final y México logro su primera victoria. Al salir del estadio, la emoción era incontenible, todos los mexicanos coreaban los nombres de jugadores y cantaban el cielito lindo a todo pulmón.

Fueron 3 días mas en Natal, en donde la lluvia no nos permitió hacer prácticamente nada, sin embargo tuvimos la oportunidad de ir a comer de los mejores mariscos que he probado en mi vida y conocer mas sobre la vida nocturna de Brasil, que es una de las mejores del mundo.

Pasaron los 3 días y salimos hacia Fortaleza. Ahí el clima fue totalmente diferente, a pesar de que están a solo 1 hora en avión, desde el momento en el que llegamos el sol estuvo pegando muy fuerte, con temperaturas de hasta 35 grados. Al día siguiente de llagar a Fortaleza, tuvimos la oportunidad de ir a las famosas dunas de Brasil, en donde pudimos hacer todo tipo de actividad, desde comer bien, hasta andar en boogies por las dunas y deslizarnos por la arena en una tabla, fue probablemente el día de mas actividades fuera del mundial que tuvimos. Llego el 22 de Junio, desde temprano el ambiente en Fortaleza era de fútbol y no era para menos, era un día muy especial en la historia del futbol mexicano, por primera vez en un mundial, “el tricolor” tendría la oportunidad de enfrentar al “pentacampeón” del mundo, era increíble el respeto que los brasileños mostraban ante la selección mexicana y se expresan de esta como una gran potencia del fútbol. Tomamos el taxi hacia el estadio y como era evidente las calles estaban repletas de playeras amarillas, sin que se dejaran de notar por supuesto, las verdes de ilusión de nuestra selección. Llegamos al estadio y cual “bichos raros”, la afición Carioca nos observaba en nuestro caminar a lo que sería, posiblemente, el partido mas recordado en nuestra historia en las citas mundialista. Entramos al estadio y con gran sorpresa nos encontramos con que habían una gran cantidad de aficionados mexicanos, que a pesar de ser minoría, antes del inicio del partido, se escuchaban incluso mas que los propios brasileños. Salieron los equipos y la emoción de los mas de 70’000 aficionados fue total. Primero retumbo el himno mexicano con toda la fuerza y orgullo nacional que representa a los mexicanos, después una de las cosas mas increíbles que he tenido posibilidad de escuchar en mi vida sucedió, a la mitad del himno brasileño, las notas de la canción se apagaron y en una sola voz, los aproximadamente 55,000 brasileños presentes cantaron a todo pulmón y “a capela” las notas de su himno, cosa que en ningún partido de selecciones nacionales a los que había tenido la posibilidad de ir había sucedido.

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