“Corazón de oro”

“Corazón de oro”

Un joven con corazón de oro y gran sensibilidad hacia los animales, es como se podría describir a Jefferson Ortiz Arteaga, el rescatista e influencer manabita, nacido en Manta, quien desde pequeño comenzó a sentir la necesidad de llevarse a casa, cada animal herido que encontraba en el camino.[pic 1]

Sin embargo, nunca los podía conservar de manera permanente puesto que su familia de bajos recursos, no poseían los suficientes recursos para la alimentación y cuidados continuos de estos animalitos, lo que hacia poner muy triste a Jefferson. Esta causa lo llevo a prometerse que en algún momento de su vida podría acoger y resguardar a muchos de ellos, motivación que lo llevo a trabajar arduamente para conseguirlo.

Hoy en día lo conocemos como el joven ecuatoriano, que brinda una segunda oportunidad salvando la vida, a cientos de animales que viven en las calles, abandonados por gente irresponsable.

Cada año el número de macotas abandonadas aumenta, perros y gatos son las especies más propensas a sufrir esta realidad, a pesar de que estas acciones estén estipuladas como delitos, los casos no disminuyen y cada día aparece una nueva historia donde estos seres vivos se exponen a numerosos peligros y enfermedades en las calles.

Es evidente cómo estos seres vivos se encuentran indefensos en parques, carreteras, en cartones e incluso en sacos con ataduras. Lamentablemente es un hecho normalizado por la sociedad y que se vive a nivel nacional esta forma cruel que utilizan muchas s personas para deshacerse de sus mascotas.

Sin embargo, Jefferson se ha convertido en la esperanza de vida de cada uno de estos animales, en su albergue donde habitan todo tipo de especies, siempre hay un espacio seguro y asistencia médica para a aquellos que lo necesitan.

Este joven de noble actitud, construyó este oportuno refugio, desde abajo, comenzó de tumbo en tumbo, tocando puertas que no se abrían porque ninguna organización quería ayudarlo, esto lo llevó a tomar una sabia decisión que lo acercó a su propósito, que es el de dejar huellas.

En sus comienzos Jefferson, ubicó en un pequeño terreno, jaulas, botes de agua y comida, pero los animales eran muchos, no cabían en el lugar, decidió entonces vender la propiedad, para poder comprar una más amplia.

Sin embargo, los problemas, no terminaron ahí, no tenía forma de levantarlo. Recurrió entonces  a sus ahorros, vendió su casa, se endeudó, pero al final logró edificar cada parte del refugio.

Actualmente, en su página de Facebook, “Jefferson rescata” es un personaje muy admirado por la sociedad animalista e inspira a cuidar, proteger y brindar amor a los animales, en esta red social cuenta con más de 7,2 millones de seguidores,1,3 millones en YouTube, 880.000 en Instagram y 2,4 millones en TikTok.

Sin duda, es un joven con corazón de oro y mientras haya un “Jefferson rescata” por las calles, siempre habrá una segunda oportunidad para cualquiera de estos seres vivos que se encuentren en circunstancias lamentables.

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