Crecimiento económico y desempleo en México.

Crecimiento económico y desempleo en México

A partir de la década de los ochenta la economía en México ha tenido un muy lento crecimiento a comparación con el que tuvo en décadas anteriores gracias al modelo de sustitución de importaciones que fue instaurado en 1940 en el sexenio de Manuel Ávila Camacho que consistía en sustituir los productos manufacturados procedentes de otros países por artículos fabricados en México.  El principal objetivo de este modelo era hacer a la industria mexicana el principal factor de desarrollo económico del país para que pudiera satisfacer al mercado interno y desarrollar una industrialización centrada (Loría, 2009).

Como resultado del modelo de sustitución de importaciones en México, se vivió una etapa de riqueza principalmente en regiones al norte y noroeste del país, pero el beneficio económico solo llego para unos cuantos productores, el desarrollo económico era ajeno a la mayoría de los mexicanos que quedaron marginados, en mayor cantidad los campesinos. Como consecuencia de esta marginación se vio una aceleración en la migración hacia zonas urbanas y una importante migración hacia Estados Unidos. Aunado a esto, a inicios de los años setenta el país vivió un estancamiento en su economía, por lo que se acrecentó la migración hacia estados unidos y el desempleo creció exponencialmente (Olamendi, 2015).

La política económica siguió siendo la misma para México durante los sexenios siguientes, lo que provocó una crisis económica para el país. A partir de 1983 se instauró un nuevo modelo económico que tuvo como base la liberalización económica con el fin de exportar mayor cantidad de productos manufacturados que hasta ahora no ha tenido buenos resultados. El modelo de industrialización por sustitución de importaciones no ha podido ser correctamente relevado. (Fragoso, 2002).

A pesar de que México modifico su política económica cambiando la estrategia de crecimiento económico desde la década de 1980, el país ha pasado por un periodo de desindustrialización y tercerización productiva como consecuencia de la liberalización económica y que ha llevado al sector terciario o de servicios a superar al sector secundario o industrial como el que más porcentaje del PIB contribuye al país. De acuerdo con Kaldor (1966), el sector manufacturero es el único capaz de generar rendimientos crecientes y propagar así productividad y encadenamientos múltiples al resto del sistema económico.

Como se ha mencionado antes la economía del país cambio su composición hacia el factor de servicios y disminuyo la industria, principalmente la manufactura, con esto se dio por terminado el posible crecimiento económico a futuro, en cambio la economía mexicana evolucionó negativamente, con un menos crecimiento, alta volatilidad y hasta el año de 1995 con crisis de diferentes índoles, cambiaria, política, bancaria, financiera, etc. de gran intensidad (Solís 1981).

Cabe mencionar que la falta de una adecuada estrategia económica generó una gran inestabilidad macroeconómica y a pesar de los intentos de estabilizarla nunca se logró una reinserción de la economía mexicana a una senda mejor. El coeficiente de inversión es una variable de enorme influencia en la micro y macroeconomía y durante la fase de estancamiento entre los años 1982 a 1988 fue 4 por ciento menor al periodo comprendido entre los años 1970 y 1981, esto es un indicador de que los cambios políticos y económicos han terminado por disminuir las inversiones y a la vez provoca un pobre crecimiento económico y una baja en el mercado laboral (Loría,  2009).

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