Cultura precolombina: símbolo de nuestra identidad costarricense.

Cultura precolombina: símbolo de nuestra identidad costarricense.

La globalización y la gran demanda de información y aportes tecnológicos en los que actualmente se vive, ha traído un cambio brusco en las formas de pensar y ver la vida. Con los años, la sociedad va cambiando y por ende sus rutinas. Hay nuevos proyectos y obligaciones y con esto, muchas veces se ha perdido la verdadera identidad que creció en el seno de la cultura de un país.

Es por esta razón que surgen las preguntas de identidad cultural, para conocer la historia de cómo se formó un país, en este caso nuestra Costa Rica ¿De dónde vienen nuestras raíces? ¿Cómo vivieron nuestros ancestros y qué tanto su modo de vida y costumbres influyeron o siguen influyendo en nuestra sociedad? Si retomáramos a conocer más a fondo sobre la vida precolombina costarricense, llegaríamos más a la pronta respuesta, la cual viene enriquecida de identidad nacional.

Según la Real Academia Española, el significado de identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. La nación de Costa Rica, ha crecido y se ha fortalecido en valores y principios que muchas veces se ha creído que vinieron con los jefes de estado, las reformas políticas, el modo de gobierno, que vinieron después de la colonización o con nuestro estado libre e independiente. Pero olvidamos que muchos de ellos vienen desde épocas precolombinas. Que se mantienen aún vivos en nuestra cultura, ya que hubo un grupo de aborígenes que a pesar de haber pasado por un proceso de desarraigo con la llegada de los colonizadores, lograron salvaguardar y proteger esos valores, símbolos de nuestra identidad nacional.

A modo de contexto, las letras del Himno Nacional expresan esa identidad que surgió desde la época precolombina: “¡Noble patria!, tu hermosa bandera expresión de tu vida nos da; bajo el límpido azul de tu cielo blanca y pura descansa la paz.” La vida de nuestros aborígenes quedó grabada en cada una de sus expresiones artísticas y sus creencias que se fue formando bajo ese límpido azul del cielo. Su modo de vida de aldeano igualitario, fomentaba ese vivir en paz e igualdad.

Aunque existía el cacique que llevaba a cabo la organización estructural y modo de vida de los aldeanos, seguía existiendo esa forma de vida igualitaria. Todos trabajaban, podían pagar impuestos, pero a la vez podían usar los recursos que la naturaleza les otorgaba. Todos ejercían en alguna función especifica, que al final venía siendo ventajosa para toda la población.

El estilo de vida precolombino se ve reflejado en la austeridad de las piezas de oro y jade que ellos mismos confeccionaron, con el simbolismo de sus creencias espirituales. Los adornos de jade en forma de colgantes, orejeras, recipientes, placas, collares, pulseras y tobilleras con cuentas de diferentes formas y tamaños, reflejan sus creencias y vivencias; desde actos ceremoniales, hasta posiciones jerárquicas.

En la mayoría de las sociedades precolombinas predominó el sistema de parentesco matrilineal (lazo familiar cuya línea viene dada por el lado materno). En torno a este sistema se establecieron las actividades de la comunidad relacionadas a la producción y distribución de recursos, las luchas por territorio y poder, los aspectos rituales, la sexualidad y procreación.

Aquí viene como punto importante el papel de la mujer en la sociedad. Blanca y pura descansaba la paz, en la cultura igualitaria de nuestros ancestros. Actualmente la sociedad ha interferido en algunas ocasiones con el rol de la mujer, deslegitimando ese valor que en épocas anteriores se le dio. Los indígenas tenían entre sus  creencias la importancia de la mujer como símbolo elemental de la procreación, dado así que muchas de sus obras artísticas, tienen como concepto primordial, la importancia a la sexualidad y la fertilidad.

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