DERECHO Y SU RELACIÓN CON EL ESTADO Y LA SOCIEDAD

DERECHO Y SU RELACIÓN CON EL ESTADO Y LA SOCIEDAD

El hombre es eminentemente social, no puede permanecer aislado, como decía Aristóteles es un animal político, porque necesita de las personas que le rodean, para satisfacer sus necesidades y llevar a cabo su fin, necesita formar una comunidad, una sociedad, y ser parte de ella. Dentro de esa comunidad van a surgir una variada cantidad de relaciones, para regular y llevar a buen puerto esas relaciones debe existir una autoridad, una persona o un grupo de personas, que dirijan y organicen dichas relaciones con el fin de lograr una armonía entre las personas.

Cada ser humano busca satisfacer sus necesidades, sin nadie que imponga límites en cuanto a su conducta, no habría orden; es decir, todos sabemos que tenemos libertad para actuar, para hacer, por decirlo de alguna manera, lo que queramos, siempre y cuando no afectemos a otras personas con nuestra conducta, entonces dentro de nuestra libertad de actuar tenemos ciertos límites, los cuales los pone el estado, que es la autoridad que norma, mediante el derecho, nuestra conducta social.

La asociación de los hombres es tanto necesaria como natural,  y creo yo, hasta cierto punto obligada, obligada por esa necesidad que los hace unirse en grupos, aun cuando no esté de acuerdo con los demás integrantes de su grupo, o incluso aunque no le guste vivir dentro de esa comunidad; si la sociedad es tan necesaria como para lograr forzarnos a permanecer en ella, sea a la comunidad en que nacemos, o bien emigrando a otra sociedad, a otra comunidad, distinta quizás, pero sociedad al fin, se hace necesario que la autoridad disponga de los medios para hacerse valer, y esos medios y herramientas se los proporciona el derecho.

Cuando el estado ya está conformado o erigido como tal, debe poder controlar las conductas de las personas y la interacción que existe entre ellas, entonces se creó al derecho para forzar, en cierto modo, a cumplir sus disposiciones, para respetar las normas que se nos ha impuesto para mantener la paz y el orden públicos, lo que logra con la ayuda de policías, cárceles, penas, sanciones y castigos, jueces y demás aparato activo perteneciente al estado, y que utiliza para lograr su fin existencial: mantener el orden, regular la conducta de las personas, facilitar la relación y cooperación entre ellas, hacer valer sus derechos y garantías, pero también castigar a quienes transgredan las leyes, imponiéndoles una sanción o castigo. Con base en la eficacia de los recursos de los que hace uso el estado, se afirma que son “potencias”, al respecto, Kelsen afirma que: “La potencia del estado sólo puede mostrarse en los recursos de

fuerza específicos de que disponga el Gobierno… que no es ninguna fuerza o recurso místico, oculto detrás del estado o de su derecho. No es otra cosa que la eficacia del orden jurídico estatal.”

Pero el derecho no sólo regula las relaciones que existen entre las personas, también regula las relaciones que se dan entre el estado y sus ciudadanos, así como las relaciones que surgen entre los estados; cuando una persona infringe la ley, es el estado quien, mediante el derecho,  lo acusa y, condena o absuelve el estado, por medio de un juez; cuando los representantes de los estados llevan a cabo reuniones con los representantes de otros estados, ya sea para lograr la cooperación económica, relaciones diplomáticas, para discutir sobre su posición en los conflictos internacionales, etc., lo hacen los representantes del gobierno en nombre del estado. Entonces, el derecho es el punto de unión entre las relaciones jurídicas entre estado y sociedad, la pertenencia o no pertenencia a determinado estado, el derecho nos liga, puede ser de manera íntima, espiritual o superficial, o incluso indiferente, pero permanecemos ligados al estado en donde nacimos, porque la pertenencia de la sociedad a su estado no es psicológica, sino jurídica, como afirma Kelsen.

...