Descenso al limbo, Sebastiano del Pombo. Ensayo académico

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Guayaquil, 21 de noviembre de 2015

Historia y Teoría de las Artes 2/Universidad de las Artes

El arte del Renacimiento

César Eduardo Galarza

Descenso de Cristo al Limbo, ensayo

1516, Sebastiano del Piombo, Museo del Prado, Madrid

        Inmerso en los tiempos de la Reforma y Contrarreforma, Sebastiano del Piombo  desarrolla una obra de madurez que refleja su credulidad en la iglesia católica, luego de las medidas tomadas ante el avance del protestantismo y luego de la actitud anticlerical que primó en los primeras décadas del Renacimiento. En la obra que se comenta se conjuntan las visiones medievales de la vida posterior a la muerte y la coerción psicológica que la iglesia buscará ejercer sobre sus miembros y sus feligreses a fin de establecer un mayor control de las finanzas y de los dogmas de fe.

        Nos hallamos en tiempos de la Contrarreforma. La iglesia católica se ha visto en aprietos a causa de los cuestionamientos de Martín Lutero, los cuales han dado paso varios problemas como cismas en el Vaticano, la aparición de facciones protestantes, el que varios estados abjuren de ella, y que miles de persona la abandonen buscando otro tipo de respuestas a sus necesidades espirituales. El luteranismo y el calvinismo se propagan en al Norte de Europa. La iglesia católica responde reforzando su institucionalidad, fortaleciendo sus dogmas y creando otros. De igual manera refuerza la supervisión a aplicarse hacia su miembros. Se fortalece la figura del Papa. Aparece la Inquisición y se declaran guerras religiosas para detener el avance del protestantismo. Se busca controlar las pasiones de las personas a través de la oración y la meditación. Se   implementa la confesión y la penitencia. Se crean seminarios para la formación teológica, así como cofradías y hermandades para coordinar y ejecutar las obras de caridad. El conjunto de reformas introducidas por la iglesia condujeron a que los fieles se hicieran a la idea de un Dios terrible, al cual debía temerse ya que usaba el castigo, terrenal y espiritual, para relacionarse con los individuos.

        Aunque Aristóteles, uno de los filósofos rescatados en el Renacimiento, sugería que el alma no puede subsistir sin un cuerpo, pesaron más las tesis de Platón sobre el alma. Así, en el medioevo, Dante contribuirá de manera total a construir la imagen de los tormentos a los que está sujeta el alma que pecare; un alma que desciende al infierno antes de subir al cielo y encontrar la verdad. Esta concepción del castigo divino sería aprovechada por la iglesia para crear incertidumbres y temores entre los feligreses y de esa manera lograr rebatir los avances protestantes.

        Del Piombo fue protegido de Miguel Ángel, de quien asimila su estilo, así como el de Rafael. Vemos en su Descenso que Cristo, la única figura representada de cuerpo entero, carece de aureola divina, su cuerpo está exquisitamente moldeado y cubierto de un paño, en consonancia con la actitud de la iglesia frente a la desnudez y que ocasionaría que los personajes de la Capilla Sixtina fuesen tapados décadas más adelante por Il Braghettone. Está bañado en luz pero no alumbra a los demás personajes que están en la escena. Este uso de la luz para distinguir el elemento central de la composición será más desarrollado posteriormente por los pintores del Barroco.

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