ENSAYO PROCESOS DE DEGRADACIÓN DEL SUELO

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA

RESPONSABLE: MIGUEL ANGEL SANABRIA RODRIGUEZ    COD: 201421227

ENSAYO PROCESOS DE DEGRADACIÓN DEL SUELO

Los procesos de degradación del suelo son procesos dinámicos y frecuentes interacciones que dan como resultado los cambios que resultan en la disminución de la calidad del suelo, estos procesos se relacionan con el desplazamiento del material del suelo a causa del viento o el agua, que conllevan a la pérdida del material del suelo, sedimentación, inundaciones, etc; ó, el deterioro “in situ” de las cualidades del suelo. Tales procesos pueden ser de naturaleza química como: agotamiento de nutrientes, pérdida de materia orgánica, salinización, acidificación, contaminación; física como: sellado y encostramiento de la superficie del suelo, compactación, anegamiento; y biológica, conducente a un desbalance de la actividad biológica en el episuelo.

Uno de los factores más influyentes en los diversos procesos degradativos del suelo es la erosión que puede describirse como un desprendimiento y arrastre del suelo o roca por acción del agua, el viento, el hielo o la gravedad. Existen varios tipos de erosión, aunque el viento y el agua son los principales agentes erosivos y se distinguen por erosión eólica e hídrica respectivamente, aunque la erosión geológica es un fenómeno ligado a la evolución fisiográfica de la corteza terrestre, que a través de su acción lenta y efectiva ha contribuido a esculpir el relieve terrestre y que está limitada  de acuerdo a si existe o no la influencia de la acción del hombre, en el desarrollo de los procesos erosivos. En los procesos de erosión eólica, las zonas que se ven más severamente afectadas  son aquellas de climas áridos y semiáridos, aunque algunos histosoles drenados y desnudos también han sido reportados como sensibles y propensos a la erosión eólica, sin embargo, donde quiera que el suelo sea débilmente agregado, seco, la superficie lisa y desnuda y los vientos sean fuertes, habrá propensión a la erosión eólica. No obstante, existen factores que afectan y reducen positivamente la magnitud de dicha erosión, entre estos se pueden mencionar: resistencia del suelo, donde la masa de las partículas o agregados individuales que están expuestos a la acción del viento es suficientemente grande, no serán movidas por la fuerza del viento; rugosidad de la superficie, que es producida gracias a la labranza del suelo y disminuye la cantidad de suelo erosionado; precipitación, la lluvia tiende a reducir la erosión eólica puesto que humedece la superficie del suelo y una vez mojado éste no es erosionado por el viento, por supuesto qué, éste efecto estabilizador desaparece en la medida que se reduce el contenido de humedad aportado por la lluvia, los suelos desnudos o con una cubierta vegetal escaza pueden manifestar los efectos de la precipitación de una manera negativa, ya que ésta puede incrementar la erosión eólica a través de la destrucción de terrenos y agregados, de manera que puede hacer que éstos sean menos resistentes a la inclemencia del viento una vez que se secan, al cesar la precipitación; forma del relieve, la magnitud en la fuerza erosiva del viento tiene una mayor expresión en terrenos con pendientes mayores al 1,5% y con lomas o colinas de forma redondeada, debido a que en estas condiciones las capas de viento más altas poseen mayor velocidad y se mueven más cerca de las crestas de las colinas. Aunque, la cobertura vegetal es la forma más efectiva para reducir la erosividad del viento, es a través de una densa capa de vegetación protectora y con el mantenimiento de capas espesas de residuos vegetales.

La pérdida de suelo por la erosión hídrica generalmente se expresa en: unidad de peso por unidad de área y unidad de tiempo, ó, en unidad de longitud por unidad de tiempo; la erosión hídrica da inicio cuando las gotas de lluvia golpean lo terrones y agregados en la superficie del suelo, causando el movimiento de las partículas más finas como sedimento en suspensión en el flujo del agua, el cual en su movimiento hacia abajo, va originando surcos a su paso por la superficie del suelo, evidencias que denotan la ocurrencia de erosión pluvial son las salpicaduras de partículas de suelo encontradas en el follaje más bajo de la vegetación, y la formación de costras una vez que el suelo se seca. La erosión hídrica se clasifica en tres diferentes formas: erosión entre surcos, erosión en surcos y erosión en cárcavas, aunque, Laflen y Roose proponen la denominación de erosión en canales para incluir la erosión en surcos y en cárcavas, de esta manera, éste proceso quedaría dividido en dos grupos: erosión entre surcos y erosión en canales. La erosión entre surcos se puede describir como aquel proceso de separación y transporte del suelo por el impacto de las gotas de lluvia y por el flujo superficial. Sobre una misma pendiente, la erosión entre surcos es constante mientras las propiedades del suelo y la superficie se mantengan constantes; la erosión en canales es el proceso de desprendimiento y transporte de suelo a causa del flujo del agua en el escurrimiento concentrado; incluye la erosión en surcos y en cárcavas, la erosión en canales es distinta y visiblemente diferente que la erosión entre surcos, sin embargo la distinción se torna confusa en los límites entre las áreas donde ambos procesos ocurren. También existe la erosión de fertilidad, es la pérdida de fitonutrientes por la erosión, que puede ser comparable en magnitud con la remoción de los mismos elementos por la cosecha de cultivos, el fósforo es principalmente perdido cuando las partículas coloidales son erosionadas, pero el nitrógeno puede perderse en solución sin que ocurra ningún movimiento de partículas de suelo; y erosión vertical que consiste en el lavado de partículas finas de arcilla hasta acumularse en alguna capa subyacente menos permeable. Dado que el agua es el agente activo del proceso de erosión, es la precipitación el componente climático de mayor importancia al respecto, sin embargo la temperatura, la energía solar y el viento cumplen funciones que deben ser consideradas. En los climas templados, la temperatura es el factor que determina que la precipitación venga en forma de lluvia o nieve y también es la causa de que la nieve se derrita y produzca escorrentía a través de la cual puede manifestarse la erosión en suelos no protegidos.

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