Edipo Rey, análisis reflexivo.
Enviado por Magno López • 14 de Noviembre de 2016 • Apuntes • 1.144 Palabras (5 Páginas) • 699 Visitas
Análisis reflexivo de la obra
Título de la obra: Edipo Rey
Autor: Sófocles
Edipo Rey es una tragedia clásica, situada en Tebas, empieza cuando la ciudad es asolada por una epidemia y la tierra y las mujeres se vuelven infecundas, ahí, cuando los ciudadanos piden ayuda a su rey que una vez los salvó de la Esfinge, están llevando a la desgracia a quien, en ese momento, sin saberlo ni quererlo los vuelve desgraciados a ellos.
La obra desarrolla la preocupación de Edipo por librarse de la peste y dar sosiego al pueblo de manera que manda a su cuñado Creonte a Delfos a consultar al oráculo, éste pues responde que lo que molesta a los dioses es como la ciudad se mancilla por un asesino y piden justicia para el anterior rey, Layo.
Deseoso por acabar el con la zozobra, Edipo empieza a investigarla muerte de Layo, primeramente llamando al adivino Tiresias a quien acosa para que le diga algún dato sobre el asesinato pues se muestra renuente a decirla gran cosa, Tiresias ofendido le revela que fue el mismo Edipo quien dio muerte al rey. Edipo no le cree y por el contrario lo acusa de conspirar junto con Creonte para sacarlo del trono, Tiresias no le teme y se marcha sin más, mientras que Creonte se ofende por tal acusación y jura por sí mismo y los dioses que no ha pensado jamás en tales cosas.
Siguiendo con sus investigaciones descubre que Layo y su comitiva fueron muertos cuando la Esfinge comenzó a asolar a Tebas, por lo que no se investigó su muerte y el único sobreviviente de aquel ataque se refugió en el campo cuando Edipo fue proclamado rey. Llamándolo a traer Yocasta cuenta a su marido sobre cómo murió Layo, angustiado Edipo sobre la similitud del rey con el hombre que había asesinado en circunstancias parecidas cuenta a su mujer las razones por las que huyó de su patria y el temor de ser él el asesino, Yocasta lo consuela diciendo que no fue un solo hombre quien mató Layo.
Cuando un mensajero de Corinto llega anunciando la muerte del padre de Edipo, empieza a relucir la verdad, Edipo se entera que no es él hijo de los reyes de Corinto, sino un infante abandonado en un monte que pasó de un siervo a un pastor y del pastor al rey. Deseoso por saber más, fuerza al sobreviviente del ataque a Layo, quien también lo entrego al pastor a decir quién se lo había entregado, resultando la misma Yocasta inicio de tal cadena, así tras oír la razones por las cuales dio al infante que no era más que su propio hijo destinado a matar a Layo y desposarla a ella ambos caen en la desesperación y la vergüenza ante el ultraje que habían estado cometiendo sin saber, pues Edipo era hijo de la misma Yocasta y Layo, además de asesino del último.
Al final de la obra, Yocasta se suicida y Edipo se arranca los ojos lamentándose por sus hijas que son sus hermanas a la vez, rogándole a Creonte que lo destierre para no causar más desgracias a Tebas por su abominable existencia.
En la obra se muestra una clara religiosidad, el papel de los dioses y del oráculo es vitalicio para el desarrollo de la historia que tiene su base en ellos, es el poder divino quien dirige a los mortales que no pueden escapar de tal poder a pesar sus débiles e infructuosos intentos.
El destino juega con los hombres, les infringe sufrimiento en la angustia y los vuelve locos de dolor tal como le sucede a Edipo, la incertidumbre está presente siempre: ya sea en la preocupación por la epidemia como en los orígenes del rey.
El miedo es otro factor clave en la tragedia, el miedo induce a Layo y Yocasta a deshacerse de su propio hijo para evitar así la profecía del oráculo y es el mismo miedo a dañar a sus supuestos padres lo que impulsa a Edipo a huir llegando de nuevo a su desconocida patria natal.
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