El Fútbol es un Arte y no Violencia

“EL FÚTBOL ES UN ARTE Y NO VIOLENCIA”

La espada de Damocles está en la cabeza del fútbol peruano. ¿Los  miembros de “las barras bravas” deben realizar actos de vandalismo para imponer su supremacía en el balompié peruano? ¿Es que para ser “apasionados hinchas” se debe agredir física y verbal?  Si revisamos las crónicas se puede observar cuánta tinta roja en la historia del fútbol  en nuestro país; es decir hay más muertes y heridos de las “barras bravas” o inocentes  que Campeonatos  en un Mundial o La Copa América, o la Copa Libertadores o La Copa Sudamericana. La balanza se inclina más a favor de la violencia.

Se puede hacer un flash back  de los rastros  violentos  que investigó la periodista Melissa Barrenechea: “En 1988, la barra brava de Alianza Lima  ingresó al estadio de Universitario, saqueándolo y generando destrozos. En 1991, barristas de Universitario quemaron el  bus que movilizaba a los jugadores del  Sporting Cristal en las afueras del estadio ‘Lolo Fernández’, en Breña. Ningún jugador quedó herido pero el bus se incendió totalmente.   Así podemos seguir hasta llegar a casos de los últimos años como el accidente fatal que ocurrió en el 2007 en Chimbote. El “clásico de los compadres” se trasladó hacia dicha ciudad con el fin de evitar enfrentamientos. Sin embargo,  una emboscada por parte de hinchas del club Universitario produjo un enfrentamiento que dejó heridos y un seguidor de Alianza Lima muerto por un accidente”.

Un 24 de septiembre 2011, en el triunfo de la U,  el Súper Clásico Peruano se tiñó de sangre, un hincha aliancista que había alentado sus colores en los palcos  del estadio Monumental fue agredido violentamente y fue  empujado al vacío luego de una gresca con el  otro fanático   al final del partido. El terminante fue funesto, el joven aliancista murió por las múltiples frácturas. Ese acto vándalico por parte del vándalo  “Loco” David Sánchez  y José Luis Roque Alejos (a) 'Cholo Payet’  fue llevado a la justicia y les condenaron a 25 años de  prisión por disturbios y homicidio simple.

Creo que la gran mayoría de peruanos, no estamos de acuerdo con estos actos vandálicos que producen estos desadaptados de las “barras bravas”  e incluso con sus insultos mediante los cantos ofensivos sobre  “gallinas”, “gallinazos”, “cagones”, “pavos” y hasta sonidos onomatopéyicos racistas… sazonados con lenguaje coprolálico, acompañados de sus banderas, bombos y banderolas que   encienden la hogera del vandalismo con nefastos sucesos,  en esta “selva de cemento”  donde  reina la drogadicción, sicariato, matanza común   y los asaltos a mano armada.  

        Por otro lado, los mismos “barristas” de sus equipos entran con armas  a sus estadios para “ajustar”  y golpear a sus “cracks”  porque no rinden en cada partido; es decir “no sudan la camiseta de sus colores”; ellos argumentan que  los deportistas  se dedican a una vida placentera en las noches; tal como pasó a los jugadores blanquiazules (2015)  y cremas (2017) fueron agredidos, durante los entrenamientos, en sus estadios respectivamente.

        Estos hechos señalados  ahuyentan a los verdaderos hinchas y barristas   que desean apreciar  el Deporte Rey.   Esto no pasa en las importantes ligas de  Inglaterra, Alemania, España, Francia… el fútbol es un hermoso espectáculo que une familias (padres e hijos) o parejas de distintas camisetas alientan desde  las tribunas de los estadios, sin violencia física y verbal. Esos estadios europeos, en las tribunas no tienen mallas; esto significa el respeto que tiene cada simpatizante  para que  no ingrese a la cancha.

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