El enfoque sistémico del proceso de Enseñanza – Aprendizaje.

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El enfoque sistémico del proceso de

Enseñanza – Aprendizaje.

    El enfoque sistémico es un modo de abordar los objetos y fenómenos entendiendo que éstos son elementos de un conjunto donde todas las partes están relacionadas entre sí y forman parte de un todo. Su aplicación en el proceso educativo se remota a los tiempos de la civilización greco romana, pasando por diversos momentos históricos hasta la concepción del mundo desde la corriente progresista como lo expuso Carlos Marx y José Martí. El proceso de enseñanza – aprendizaje bajo la idea del enfoque sistémico permite comprender que los elementos de la educación se integran e interaccionan entre sí para lograr que el individuo en formación desarrolle su personalidad en forma holística.

     Al respecto, el enfoque sistémico se materializa a través del currículo escolar  y del diseño instruccional o proyecto de aprendizaje, en el cual es posible distinguir como sus elementos o componentes se relacionan e interaccionan entre sí, demostrando de esta manera las cuatro propiedades fundamentales de todo sistema (los componentes, la estructura, las funciones y la integración), para alcanzar un propósito que es educar a los individuos en formación.  Vale decir, que los componentes del diseño instruccional son los contenidos curriculares, los objetivos de aprendizaje, las estrategias metodológicas de enseñanza, aprendizaje y evaluación, los recursos didácticos, entre otros.

     Los contenidos curriculares cobran vital importancia en los procesos educativos que están enmarcados en el enfoque sistémico, puesto que ellos se estructuran en función de las competencias de aprendizaje del sujeto aprendiz, como son saber, saber hacer, ser y convivir. Los contenidos se conciben como unidades mínimas de información que permite inducir el conocimiento, desarrollar habilidades y destrezas, y cultivar actitudes y valores. Por esta razón los contenidos educativos se distinguen en tres grandes grupos: declarativos, procedimentales y actitudinales.

    En el abordaje de los contenidos curriculares se aprecian tres procesos de aprendizaje distintos que responden a diferentes subsistemas de aprendizaje. Los contenidos declarativos se identifican como el cuerpo teórico o núcleo conceptual de la asignatura o área de conocimiento. Los contenidos procedimentales se refieren al conjunto de acciones psicomotoras e intelectuales que el estudiante debe ejecutar durante el proceso de aprendizaje. Los contenidos actitudinales permiten formar actitudes estudiantiles para mejorar la convivencia a nivel individual y colectivo.

     La instrucción de cada asignatura o disciplina que trata de explicar una determinada área de conocimiento se enfoca sistémicamente cuando considera estrategias de enseñanza específicas para cada contenido así como fomenta la utilización de estrategias de aprendizaje que permitan la organización, clasificación, selección y evocación de la información recibida, entre ellas los mapas conceptuales, los cuadros sinópticos, los resúmenes, las analogías, entre otras. También es sistémico cuando se logra interrelacionar armónicamente todos los elementos en pro de  lograr las metas y propósitos educativos, permitiendo así valorar un óptimo desempeño docente ajustado a las necesidades reales del contexto y mediador de los conocimientos útiles para el educando en formación.

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