El libro aparece dividido en nueve capítulos los cuales podemos, igualmente, agrupar en dos grandes bloques

¿QUE ES SABER HABLAR?

El libro aparece dividido en nueve capítulos los cuales podemos, igualmente, agrupar en dos grandes bloques. 
El primero de ellos que engloba los capítulos del uno al seis y en el que se tratan los asuntos externos al discurso en sí, como la claridad y el orden en las ideas, hasta la mejor disposición de la sala y el orador. Aspectos relativos al discurso de necesario trato y observación si se quiere conseguir un buen resultado. Las palabras hablan por nosotros y de nosotros, pero también reflejan nuestra imagen, de una manera directa e inequívoca, nuestros gestos, entonación, movimientos…

El segundo bloque que estaría formado por los tres últimos capítulos trata directamente la variedad existente de géneros discursivos; los pertenecientes al ámbito científico-profesional; y los relativos a los contextos sociales.

Parece que a veces tendemos erróneamente, a cuidar el lenguaje escrito frente a la expresión. En este caso he elegido el capítulo segundo del libro para realizar este trabajo, puesto que expone de manera clara no sólo el énfasis en la teoría, si no los recursos lingüísticos, estructurales y corporales de la comunicación. Abarcan todos los ámbitos del discurso, tanto aquellos académicos como las situaciones más coloquiales, que no por mayor familiaridad o afectividad deben ser descuidadas.

SABER HABLAR/ HABLAR CORRECTAMENTE
Para llegar a hablar correctamente, debemos tener en cuenta principalmente tres factores: la corrección fónica, la corrección gramatical y la corrección léxica.

CORRECCIÓN FÓNICA        
La corrección fónica implica una correcta pronunciación, evitando errores ortológicos y pronunciando de modo natural, sin afectación. Para ello se emplea como referencia la ortología, que es la parte de la gramática que establece las normas para pronunciar correctamente los sonidos de una lengua, en este caso, del español estándar. Además de seguir estas normas, se debe tener en cuenta que todos los hablantes tienen su propia variedad lingüística o idiolecto, resultado de la conjunción de tres tipos de variantes: 

* de tipo diatópico o geográfico (dialectos), según la procedencia predominan unos determinados rasgos dialectales en la manera de hablar.
* de tipo diastrático o sociocultural (sociolectos), relacionadas con el nivel de formación académica del hablante, los ámbitos en que se usa la lengua o la especialización profesional.
* Y de tipo diafásico o de situación comunicativa (registros), en función de la situación concreta de cada acto comunicativo.

Estas variedades en la pronunciación y la diversidad de acentos contribuyen a la riqueza y la evolución de la lengua. A través de la lengua oral se producen las manifestaciones más habituales en la comunicación humana, lo cual supone que se encuentre expuesta en mayor medida que la lengua escrita a cambios o errores de todo tipo. 
Pero al margen de las variantes personales de cada hablante que condicionan la forma de hablar, a veces pueden aparecer dudas sobre la pronunciación de una letra en una determinada palabra, para ayudarnos a no caer en los errores más frecuentes de pronunciación que caracterizan a determinadas letras las separaremos en dos categorías:

Algunos de los errores ortológicos más frecuentes son las supresiones, incorporaciones y cambios o sustituciones de determinados fonemas y sílabas, algunos de estos vicios de dicción se asocian a niveles de lengua caracterizados por prácticas vulgares propias de personas sin cultura, pero hoy en día es habitual escucharlos en el habla de personajes públicos como periodistas o políticos, que en teoría deberían tener un uso correcto de la lengua y de su pronunciación.

CORRECCIÓN GRAMATICAL
La corrección gramatical es el segundo de los factores a tener en cuenta para todo aquel que quiera hablar bien.
Ser correcto desde un punto de vista gramatical requiere prestar atención a las características lingüísticas, tanto morfológicas como sintácticas, teniendo en cuenta también la situación comunicativa y el contexto.
Otro aspecto que no se debe olvidar para hablar correctamente en público es nuestra propia variedad dialectal o idiolecto. Como ya hemos comentado todos los hablantes presentan unas características particulares en su forma de hablar dependiendo de su procedencia geográfica, ninguna de estas variantes es mejor o peor, ya que en todas hay formas correctas e incorrectas de acuerdo con la norma. 

* Características gramaticales de la lengua oral,
Teniendo presentes las características morfosintácticas de la lengua se obtendrán mejores resultados en la expresión oral, no se pueden evitar ni corregir los errores si no sabemos que los estamos cometiendo.
Algunas de las características más habituales en las formas de expresión oral no planificadas son:
* el uso de formas enfáticas, 
* el uso de diminutivos, con función expresiva
* el uso de nexos innecesarios, 
* usos coloquiales de tiempos verbales, 
* uso frecuente de expresiones coloquiales y neologismos, 
* las interrupciones y reformulaciones en la construcción de las frases, que provocan a veces errores de concordancia. 

* incorrecciones frecuentes cometidas cuando hablamos,
Para ser correctos desde un punto de vista morfosintáctico se deben evitar aquellos vicios que sí se consideran errores sobre la norma, como lo son las formaciones desviadas respecto al género gramatical, a la formación del plural, a la suspensión errónea de preposiciones, etc.

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