Guía Introductoria Necesidades Educativas Especiales

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MAGISTER DE DESARROLLO CURRICULAR Y PROYECTOS EDUCATIVOS

APUNTES SOBRE APROXIMACIONES EVALUATIVAS

Profesora: Mg. María Jesús Ponce Adriazola

Santiago, Sede Bellavista

2017

Conceptualización de evaluación

Al hablar de evaluación y establecer una definición específica para este concepto, pareciera ser muy simple por las características que posee en los docentes, sin embargo, presenta gran dificultad al ser un término “polisémico”, para algunos es solo calificar, para otros medir, etc, no obstante, la evaluación es un proceso mucho más significativo en lo que refiere a los aprendizajes de los estudiantes y a la labor docente en este desafío, veamos algunas definiciones:

1. Para Tyler (1930), la evaluación se establece contra objetivos formulados con anticipación; su fin son los resultados, pero se dificulta al tratar de medir elementos cualitativos.
2. T. Tenbrink “es asignar un valor a algo, juzgar”.
3. Para Laforucade, es “la etapa del proceso educativo que tiene como finalidad comprobar, de manera sistemática, en qué medida se han logrado los objetivos propuestos con antelación. Entendiendo a la educación como un proceso sistemático, destinado a lograr cambios duraderos y positivos en la conducta de los sujetos, integrados a la misma, en base a objetivos definidos en forma concreta, precisa, social e individualmente aceptables."
4. Maccario la define como “el acto que consiste en emitir un juicio de valor, a partir de un conjunto de informaciones sobre la evolución o los resultados de un alumno, con el fin de tomar una decisión”
5. Eisner la define como un “proceso que, en parte, nos ayuda a determinar si lo que hacemos en las escuelas está contribuyendo a conseguir los fines valiosos o si es antitético a estos fines. Que hay diferentes versiones de lo valioso es indudablemente verdad. Es uno de los factores que hace a la educación más compleja que la medicina”.
6. Entre otros…

Para esta asignatura se adoptará la definición de Erika Himmel K, Ma. Angélica Olivares, J. Zabalza (2000) que la define como “un proceso que lleva a emitir un juicio respecto de uno o más atributos de algo o alguien, fundamentado en información obtenida, procesada, analizada correctamente y contrastada con un referente claramente establecido, sustentado en un marco de referencia valórico y consistente con él, que está encaminado a mejorar los procesos educacionales y que produce efectos educativos en sus participantes, para lo que se apoya en el diálogo y la comprensión.”

La importancia de esta conceptualización radica en entender la evaluación como un eje implícito en el proceso de aprendizaje, considerarla además como una oportunidad de mejora y de afirmación de aprendizajes basado en el diálogo y en una correcta retroalimentación, más allá del cumplimiento de un proceso administrativo que exigen los centros educativos, o bien como una simple comprobación de los conocimientos adquiridos por los estudiantes.

Si el docente es capaz de ver más allá del resultado de una evaluación, encontrará herramientas fundamentales para el aprendizaje de los alumnos, por ejemplo comprender cómo se produjo el proceso, cuáles fueron los errores y cómo se cometieron, le ayudará a elegir estrategias y métodos adecuados para enfrentarlos efectivamente. Repetir de nuevo una operación o explicar de igual forma los conceptos, procesos algorítmicos de un contenido, donde gran parte de los estudiantes han demostrado equivocaciones, sería la forma menos eficaz de avanzar en un aprendizaje, reduciendo la información dada en el proceso evaluativo y adoptando una postura poco crítica de las formas utilizadas en la enseñanza por el mismo docente.

Proceso evaluativo.

En el proceso de evaluar se pueden distinguir siete fases, donde solamente una, la fase dos, se dedica a la elaboración y conformación de reactivos, pero es necesario que se conozca el proceso completo, sistémico y sistemático para controlar y asegurar la calidad del mismo. Estas fases son:

1. Planificación del proceso: Es una etapa fundamental para que todo el proceso se realice de manera sincronizada y coherente. En esta etapa se establecen las tareas y procedimientos necesarios que permita por una parte asegurar el logro de los propósitos establecidos e intencionados y por otra parte, la presentación de un proceso evaluativo que responda a la validez, confiabilidad, objetividad, exactitud, utilidad, equidad y factibilidad, valores que orientan las buenas prácticas evaluativas.

La planificación de la evaluación debe dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿Qué se pretende evaluar?, ¿a quién se va a evaluar?, ¿qué tipo de decisiones se podrán hacer a partir de la medición realizada?, ¿cuáles son los instrumentos de medida pertinentes al propósito de la evaluación?, ¿cuáles son los criterios con los que se llevarán a cabo todos y cada uno de los procedimientos y tareas involucrados?. Por tanto, se debe determinar el propósito de la evaluación (tipología), los objetivos a evaluar, el tipo de procedimiento evaluativo, especificar tipo de preguntas o situaciones de evaluación, especificar el número de situaciones de evaluación por objetivo y clarificar los criterios de aceptación de logro de el/los objetivo(s).

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Figura N° 1: Fases del proceso de evaluación

1. Elaboración del instrumento: Una vez realizada la planificación se procede a la aplicación de los pasos metodológicos de diseño, elaboración y validación de reactivos a partir de tareas establecidas tales como la determinación del propósito del instrumento, el perfil de referencia acorde al plan curricular, la tabla de especificaciones, los niveles y alcances cognoscitivos de los reactivos y los lineamientos estandarizados para su elaboración. Posteriormente se somete la producción de reactivos a la revisión y retroalimentación de otros pares de la misma área de estudios, de otras asignaturas o bien por su coordinador académico que permita la revisión de expertos, posteriormente es importante definir los parámetros psicométricos, dificultad y discriminación. Por tanto es importante considerar: La selección del material para la obtención de las situaciones de evaluación, elaborar situaciones de evaluación, redactar instrucciones para responder, elaborar formato de respuesta, organizar las preguntas de acuerdo a algún criterio-tipo y construir pauta de corrección.
2. Preparación: Esta etapa responde a la organización previa necesaria para llevar el proceso de evaluación con la rigurosidad que implica, por ejemplo: considerar los horarios, el lugar de aplicación, información holística del tipo de prueba, N° de preguntas, revisar la impresión del papel, etc.
3. Aplicación: Es la etapa operativa donde el estudiante se encuentra con el instrumento para su resolución considerando los términos dados previamente; en este punto cobran vital importancia las instrucciones, todos aquellos elementos que el alumno puede utilizar, tales como tipo de lápiz, calculadora, diccionario, entre otros; se recomienda siempre registrar las instrucciones en el instrumento. Junto a lo interior es importante considerar los siguientes aspectos: Mantener las condiciones ambientales, las condiciones de trabajo, cumplir con las instrucciones dadas tanto antes de responder como en el mismo desarrollo, respetar los tiempos asignados y aclarar posibles dudas (es importante destacar que un buen instrumento previamente validado debiese minimizar al máximo las dudas en su aplicación).
4. Calificación: La forma de calificar el instrumento debe ser congruente al tipo de prueba, cabe señalar, que desde la planificación de la evaluación se debe realizar las claves y/o pautas de corrección, erradamente es habitual observar como este proceso se realiza después de su aplicación. Es por ello, que es importante destacar los siguientes aspectos a considerar en este proceso: Corregir de acuerdo a una pauta de revisión, tabular resultados por pregunta y por objetivo, determinar índices o indicadores de aceptación de logro, e interpretar los resultados en términos de logro.
5. Comunicación de resultados: En esta etapa se especifica la forma en que se darán a conocer los resultados a los estudiantes, al establecimiento, al registro del libro de clases a fin de otorgarle un uso efectivo para el aprendizaje y no para cumplir con el procedimiento administrativo.
6. Información resultante y acompañamiento hacia la mejora: En esta etapa se realizan acciones necesarias que permita tomar decisiones efectivas, a partir de los resultados que la aplicación del instrumento arrojó en aras de la mejora de los aprendizajes, por tanto, permite reflexionar en torno a las estrategias, técnicas y métodos utilizados en las clases.

DIFERENCIA ENTRE TÉCNICA E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN:

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