INTRODUCCIÓN: UNA TEORÍA SOCIAL DEL APRENDIZAJE
Enviado por Mar Altosano • 30 de Julio de 2017 • Práctica o problema • 324 Palabras (2 Páginas) • 292 Visitas
INTRODUCCIÓN: UNA TEORÍA SOCIAL DEL APRENDIZAJE
1. Aprendizaje igual a individualidad y aun sentido lineal del aprendizaje, en el cual se debe dejar toda experiencia vital para dar paso a la enseñanza, lo cual da paso al estudiante a una vida pensada en la institucionalidad de la vida, lo que llevar a considerar al alumno que aprender es aburrido.
El aprendizaje tiene un sentido social y forma parte de la naturaleza humana.
Una perspectiva conceptual: teoría y práctica
Cada teoría del aprendizaje es útil, dependiendo para el fin y el enfoque para el cual esta previsto algunas se centran en cuestiones neurológicas, otras en teorías neurofisiológicas, aunque tradicionalmente se han centrado en un sentido psicológico, otras son de tipo conductistas, constructivista, cognitivas
La teoría del aprendizaje social, tiene como eje constructor la formación de una identidad
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Comunidades de practica estas están en todas partes (escuela, trabajo, casa, etc.).
Cada comunidad busca formar un sentido identidad que de significado a su práctica cotidiana y a su comunidad, mediante el cumulo de experiencias y su quehacer cotidiano, así como de los vínculos que desarrolle con otras personas y cada comunidad de práctica, estableciendo compromisos mutuos a través de la participación.
Cada participante de una comunidad de practica tiene un lugar único y adquiere una identidad propia que se define por medio del compromiso en la práctica. Pero que no necesariamente se vuelve homogénea, sino provocar diferenciaciones.
Concepción del aprendizaje-Por lo tanto, el aprendizaje social es un aprendizaje integral y vivido
La teoría tiene como utilidad la guía, no la resolución de los problemas de aprendizaje
Una teoría social del aprendizaje no es una empresa exclusivamente académica, sino que esta debe mantener una relación con las comunidades y con nuestras acciones cotidianas. por lo cual, la práctica y la identidad establecen formas de continuidad y discontinuidad social e histórica que no son tan amplias como la estructura sociohistórica a gran escala ni tan fugaces como la experiencia, la acción y la interacción del momento
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