Incineración y deposición de los bienes de consumo
Enviado por Miguel Veloz • 9 de Julio de 2016 • Tarea • 810 Palabras (4 Páginas) • 74 Visitas
La fase de distribución
La explotación, erosión y conversión de los recursos en las economías y ecosistemas, asegura el cumplimiento de los objetivos capitalistas en la fase de distribución de los productos en el mercado. Esta fase se caracteriza por mantener los precios bajos con el fin de que exista constantemente demanda. A través del pago de sueldos y salarios bajos, los grandes empresarios y los gobiernos, logran externalizar los costos. Es decir, el precio de los artículos no refleja el costo que en realidad se utilizó en la producción. Con el propósito de incentivar al consumo masivo, que es el eje de funcionamiento en el sistema que vivimos, a costa de la pérdida de recursos, inequidades sociales, trabajos mal remunerados y familias separadas.
El consumo es el motor del actual capitalismo, debido a propuestas establecidas en gobiernos del primer mundo, las verdaderas necesidades humanas como: la educación, salud, transporte, etc., han sido dadas de baja y reemplazadas por acciones que elevan el deseo de satisfacción de los consumidores. Desde hace medio siglo, el consumo se ha duplicado, provocando la explotación inconsciente del entorno y la desolación de los valores. Fue el analista de mercado, Victor Lebow, quien dictaminó al gobierno norteamericano que «Nuestra economía, enormemente productiva, exige que hagamos del consumo nuestro estilo de vida, que convirtamos el comprar y utilizar bienes, en auténticos rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, la satisfacción del ego, en el consumir... necesitamos que se consuman cosas, se quemen, se sustituyan, y se tiren, todo ello a un ritmo cada vez más rápido». Para mantener un flujo activo de los materiales elaborados y recursos para su producción, desde entonces, se han desarrollado bienes de corta duración. Para lograr un mercado sin fin, se introdujeron en la economía los términos: obsolescencia programada y obsolescencia percibida.
La obsolescencia programada se refiere al desarrollo de productos desechables, incluso si aún pueden funcionar, debido al cambio en la tecnología y el diseño de los mismos. La obsolescencia percibida, por otro lado, refiere al impacto provocado socialmente en las personas incitándolas a consumir, ya sea por moda, por impulsos o por efecto directo de la globalización; utilizando como medio importante la propaganda y técnicas de marketing, que logren provocar a las personas satisfacción en el acto de consumo. Este acto de consumo masivo, trae como consecuencias la deposición y la incineración.
Fase de deposición e incineración
Casi todo lo que compramos no es esencial para nuestra supervivencia, incluso no lo es para las comodidades humanas básicas, sino que está basado en el impulso, la novedad y un momentáneo deseo. Como consecuencia de esto, hay un precio oculto que nosotros, la naturaleza y las futuras generaciones tendremos que pagar. Porque todo producto es diseñado para desecharse y, generalmente es incinerado. Creando un ciclo de contaminación atroz, teniendo en cuenta los químicos usados para la producción. Hoy en día, existen varias campañas de reciclaje, que dotan de esperanza para las generaciones. Sin embargo, este acto no equilibra las cantidades masivas de productos que son desechados. Es alarmante la cantidad de bienes que se convierten en desechos en menos de seis meses. Entonces, ¿qué nos queda hacer?, ¿cuánto es necesario consumir?, ¿quiénes están encargados de reestablecer un equilibrio social? A decir verdad, la industria capitalista es la más beneficiada al incrementar sus utilidades; mientras que el entorno, las personas y sobre todo el futuro son los más afectados.
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