¿LA DEMOCRACIA UN IDEAL PERVERSO?

¿LA DEMOCRACIA UN IDEAL PERVERSO?

La idea de democracia se concibe a términos toscos como la voluntad del pueblo de un modo participativo, donde este puede elegir  a sus representantes o mandatarios, es el gobierno del pueblo: “El término deriva del griego demokrati, acuñado a partir de demos ("pueblo") y kratos ("gobierno")”^[1], un proceso de sistematización política que se generaba antes de nuestra Era en ciertas metrópolis griegas, no obstante, si se revisa la historia de las comunidades indígenas de Abya Yala, es evidente que existían ciertas formas de democracia. Por esta razón, este trabajo pretende responder a la pregunta; por qué es importante para la democracia que los ciudadanos desarrollen un pensamiento crítico e independiente. En primer lugar, se dará respuesta a la cuestión desde la panorámica de varios autores. Y, a modo de conclusión, se genera una conclusión que retome el derrotero de todo el trabajo.

Así las cosas, se toma como punto de referencia al sociólogo francés Alain Touraine y sus apreciaciones en torno a la democracia de una manera crítica, quien desentraña el funcionamiento de la democracia de manera más comprensible y real, contraria a los imaginarios ‘idealistas’ que se han construido en torno a la misma. La democracia técnicamente aún se halla en plena concreción, porque siempre ha sido permeada de manera directa por la corrupción y el clientelismo, la influencia política es el boom de la democracia, guiado por la insaciable sed del dinero ¿Lo cuantificamos? Contratos, pre ventas, licencias, venta de los entes públicos, desfalcos fiscales, y muchos más, como respuesta al proceso de globalización; el mercado y consumismo, es necesario entender y asumir críticamente las fracciones que componen la llamada democracia, donde: “La conciencia de ciudadanía se debilita, ya sea porque muchos individuos se sienten más consumidores que ciudadanos y más cosmopolitas que nacionales, ya porque, al contrario, cierto número de ellos se sienten marginados o excluidos de una sociedad en la cual no sienten que participan, por razones económicas, políticas, étnicas o culturales”^[2], es decir, que la democracia se ha estado tambaleando desde el inicio de su existencia, enmarañada por diversos intereses que cambian de forma, más no de contenido, que se baten por la adquisición beneficios netamente individuales y sectarios, que dependen de la ignorancia popular, lo cual puede ser extinguido con un pensamiento crítico, que movilice al individuo desde la razón y no la pasión.

Por ello es un imperativo tener un pensamiento crítico que se englobe sobre las alturas de la sociedad, el pueblo o electores, debe comprender y conocer el funcionamiento de la democracia ‘participativa’, que se constituye como un curso de requerimientos y avales para un grupo restringido de individuos, que proclama ‘democracia’, más no una verdadera participación ciudadana, así: “Se considera que la población «común» no está capacitada para autogobernarse”^[3], por la misma inexistencia crítica del pueblo. Además de esto, un Estado Social de Derecho que se rige por la llamada democracia crea la ilusión de libertad, y en esa misma medida le otorga la situación social de cada ciudadano como su responsabilidad individual, es inconsecuente, porque el papel del Estado termina siendo más privado que público, por sus funciones clientelistas, pero ¿Qué permite que la democracia se mantenga en un constante tambaleo? Sencillo, es el punto existencial de sí, donde la polarización sectaria le da equilibrio a la misma, donde el pueblo genera una identificación con estos individuos, y no trasciende de entender que hay más allá de los polos, que luchan en las elecciones ‘legítimas’ por sus intereses. Ahora bien, ¿Cómo asumir un pensamiento crítico frente a esta realidad? Para aquella minoría que ha logrado privilegiarse de la educación no es difícil, ¿Y el pueblo? Es determinante que el pensamiento crítico se expanda, la pregunta es ¿Cómo? Si la democracia otorga responsabilidad individual, en ese sentido es el individuo quien ostenta su invalidación, porque es quien asume la responsabilidad de sus actos, sin reconocer factores externos que le afectan de manera directa. El trabajo es netamente educativo, creando una labor crítica de base con los niños, los futuros ciudadanos, porque la falsa democracia inicia, cuando el representante de 3° convence a sus electores de votar por él con deliciosos caramelos democráticos.

...