LA FORMACIÓN PERMANENTE, EL CAMINO HACIA LA PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE

ENSAYO

LA FORMACION PERMANENTE,  EL CAMINO HACIA LA PROFESIONALIZACION DEL DOCENTE.

INTRODUCCION

En este trabajo pretendo indagar sobre la formación del docente si en verdad  cumple con las funciones básicas de formar. Si somos capaces de generar espacios de reflexión y análisis de nuestra práctica docente o solo  somos  esclavos del mismo sistema.

El concientizarnos de la importancia de una formación sistemática y formal, actualizar nuestros saberes e investigar nuevas rutas del conocimiento para nosotros mismos y para nuestros alumnos.

Se busca hacer una reflexión y análisis sobre la práctica docente.  La principal función de las escuelas y maestros es preparar a los alumnos con habilidades y actitudes que puedan utilizar y aplicar en su vida diaria, frente  a una  sociedad cambiante.

Es sumamente importante que los maestros hagamos  conciencia del papel que desempeñamos en nuestro quehacer educativo, los procesos son generados durante la enseñanza y que  hagamos  autoevaluaciones de la práctica para aprender y distinguir los errores que pudiéramos  cometer para corregirlos.

Desde hace mucho tiempo y hasta la fecha la formación de los profesores está dividida en dos, unos buscan solo subir en el escalafón y por ello asisten a los cursos de actualización olvidando la función de dichos cursos ya que estos son considerados para su formación permanente. Y por el otro lado tenemos a los que les interesa la formación constante, buscar nuevos espacios detonantes de saberes y aprendizajes en pro de la profesionalización de su labor educativa.

OBJETIVOS

Que el maestro reconozca su práctica educativa, señalar las debilidades e idear las estrategias necesarias  para el fortalecimiento de las mismas.

Concientizarse de la responsabilidad de llevar a cabo una actualización permanente para mejorar su práctica docente.

Evaluar su desempeño dentro del aula, fortalecerla a través de la tarea de formarse y actualizar sus estrategias y procesos en la adquisición de aprendizajes significativos.

Fortalecer sus competencias docentes a través de la actualización y el compromiso de formarse.

LA FORMACION PERMANENTE,  EL CAMINO HACIA LA PROFESIONALIZACION DEL DOCENTE.

Durante los últimos años, se han hecho repetidos esfuerzos por crear una concepción nueva, en la ideología y  la práctica, de una  educación de calidad. En México se ha buscado elementos que proporcionen a los estudiantes los medios necesarios para tener una preparación acorde con los requerimientos de la sociedad moderna y a sus propias necesidades.  Antes era notoria la transculturización, hoy la tecnología nos ha dominado, la juventud está muchas veces  destinadas a la maquila y la producción con escasa oportunidad de trabajar de acuerdo a su potencial, hoy se transcurre por caminos escasos, artificiosos, que los llevan  a la desesperanza y a la frustración.

Sin embargo, es importante reconsiderar este aspecto, el de formarse, y está en nuestras manos, el de los docentes,  el  brindarles las herramientas necesarias para que ellos desarrollen todas sus potencialidades. Considero que también los docentes debemos tener una formación específica con los elementos necesarios para crear un ambiente propicio para el aprendizaje.

Es indispensable que como facilitadores del aprendizaje, estemos a la vanguardia en el conocimiento de nuevas herramientas que ayuden a los alumnos a aprender más efectivamente (Chávez Rosas, 2004, p. 33)

Pero en ocasiones los docentes nos rehusamos a tener una preparación que nos permita estar a la vanguardia en cuanto a las nuevas situaciones que se presentan día a día. La actualización debe ser de manera permanente, y  Cuando me refiero a actualización permanente, no me estoy refiriendo a contenidos,  saberes o a enseñar, sino  en actualizarme  de acuerdo al  avance del desarrollo de la sociedad en general, a lo tecnológico y a lo cultural, en el tipo de alumno que recibo año a año, sin olvidarme  de la familia, el contexto donde se desarrolla, el entorno social donde  se desenvuelve la escuela. ya que a cada instante están surgiendo nuevas tendencias, elementos, avances en la Ciencia y la Tecnología y que no debemos estar al margen de ellos.

Parece evidente que los enseñantes, que son los profesionales de la formación, o por lo menos de esta formación común e inicial que dirige a todas las otras, son las que más a menudo se ven  afectados por este orden de cosas. Por lo tanto, y a pesar de un sistema de formación bien construido, con escuelas normales y diplomados  universitarios, o quizá justamente a causa de este sistema cerrado sobre sí mismo, los enseñantes han participado relativamente poco en esta gran celebración formativa (Gilles, 1997, p. 46).

Por eso es importante que reflexionemos de nuestro actuar dentro del aula, evaluar los procedimientos que empleamos para guiar a los alumnos a la adquisición de conceptos que detonen en aprendizajes significativos para su vida cotidiana. Renovar esa práctica y sólo lo vamos a lograr en la medida en que transformemos nuestro pensamiento y el actuar en el proceso de aprendizaje con los alumnos y con nosotros mismos.

 Creo que es relevante el incorporar  al currículo de la formación de profesores,  la investigación fuera del aula, donde se encuentra la realidad social que viven los alumnos y el mismo docente, realizar prácticas durante toda la formación en diversas escuelas, urbanas y rural, niveles educativos  y desarrollar el hábito de la actualización permanente no solo en temas relacionados con su especialidad sino en el ámbito interno y externo de la escuela, se podría avanzar  y hacer mucho más eficaz y de mejor calidad  la educación de nuestros alumnos sin dejar de lado la formación que recibimos actualmente los docentes,  incorporando nuevas temáticas a su propio currículo para estar así mejor preparados y brindar un ambiente óptima y plagado de espacios para el aprendizaje.

  El programa global del sistema tiene que irse adaptando a las exigencias inmediatas de una comunidad o de una escuela, articularse con ellas para luego ser traducido en procesos de trabajo que cada docente puede impulsar en el aula (Díaz Barriga, 1997, p. 40)

La formación del docente ha sido objeto de innumerables análisis,  desde los factores explícitos e implícitos para la determinación del perfil profesional,  hasta los resultados esperados de la formación  ya que ésta debe  ir acompañada de un enfoque  pedagógico, sin embargo,  deben  ser complementados con la presencia de distintas materias de contenidos educativos  o dentro del  currículo, ya que éstos deben  formar a los alumnos y a nosotros  mismos.

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