La educación es la llave maestra que abre todas las puertas

INTERNOS DE PENAL DE ANCÓN I CULMINAN SATISFACTORIAMENTE SUS ESTUDIOS

La educación es la llave maestra que abre todas las puertas

Rebeca Yarnold^[1]

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En el verano del 2015 cumpliremos 10 años de trabajo en el Penal de Ancón I. A lo largo de estos años hemos realizado múltiples tareas en éste establecimiento penitenciario. También hemos aprendido que para trabajar en cárceles se necesita desarrollar la paciencia y tener un corazón de león, a prueba de todo.

El mejor Proyecto, al tratar de implementarse en un Penal se someterá a la prueba más dura, pues en el papel todo Proyecto es perfecto, pero en la realidad dar pequeños pasos puede significar muchas veces la tentación de querer tirar la toalla frente a los obstáculos.

Hace varios años unos internos del Taller de Joyería plantearon al P. Noel Kerins SSC (director de la Pastoral Social) realizar un Curso de Capacitación con SENATI para que ellos pudieran calificarse técnicamente en el oficio que vienen desarrollando. Desde que recibimos ese pedido al día de hoy ha corrido mucha agua bajo el puente, es decir han sucedido muchas cosas, tramites, cartas, peticiones, reuniones, idas y vueltas, búsquedas de financiamiento, varios directores han pasado por el Penal de Ancón I, hasta poder implementar este curso.

Esta mañana en la clausura al comentar el texto que escogimos “La Multiplicación de los Panes” Mt 14, 13, Monseñor Lino recordaba que el hambre no solo es de pan, también es de educación, de salud, de dignidad. Pero también nos contaba que cuando su madre le educaba le decía: “Lino ayúdate que Dios te ayudara”, y en esta experiencia les dijo a los internos: Ustedes se han ayudado, Ustedes han dado lo mejor de sí mismos y El Señor también se ha hecho presente.

Al culminar 6 meses de estudios bajo la instrucción del SENATI los alumnos del Taller de Joyería han recibido la certificación que les permitirá ser reconocidos como profesionales en el procesamiento de metales preciosos.

Haber sido testigo del crecimiento de una persona no tiene precio, es un privilegio. La prensa siempre destaca lo malo, y lo oscuro de las cárceles, lamentablemente hay mucho de eso, pero nosotros hemos sido testigos privilegiados de que también hay talento, hay creatividad, ganas de aprender y de emprender caminos nuevos.

Hoy al clausurar un gran esfuerzo de parte de los internos y del equipo Pastoral podemos repetir la frase de nuestro querido Papa Francisco: “El Señor está allí, llora con ellos, TRABAJA con ellos, espera con ellos”.

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