“La propaganda no engaña a la gente, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismas” – Eric Hoffer.
Enviado por fenrir07 • 31 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.789 Palabras (8 Páginas) • 521 Visitas
Dávalos Almonací Abraham.
Grupo: 4009.
Profesor: Ricardo Trujillo Correa.
“La propaganda no engaña a la gente, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismas” – Eric Hoffer.
La propaganda es un sistema de comunicación con el cual se intenta modificar intencionalmente el comportamiento de un determinado grupo social. (González Navarro, 2013. En Introducción a la psicología social). La propaganda tiene un peso importante en el mundo actual; nos pesa en la lengua, en la opinión, en el gobierno, en la cabeza, en los individuos que conforman la sociedad… Pesa en la misma sociedad, este peso que le confiere la propaganda a la sociedad podemos verlo en distintas disputas políticas donde se busca fraccionar los grupos o en sí la masa para tener un número importante de personas para ser elegido y gobernar.
La propaganda concentra un gran número de procesos psicosociales tales como la percepción, atribuciones, categorización y representación. (González Navarro, 2013. En Introducción a la psicología social). ¿Cómo puede ejercer un poder tan grande la propaganda? Me parece que el poder reside en el uso apropiado del lenguaje, una gran arma que todos tenemos pero pocos saben cómo hacer que el mensaje se introyecte y generar un cambio de actitudes y más propiamente de ideas y posturas ante una tal situación, pero ¿de qué manera podemos introyectar el mensaje? Utilizando el discurso para poder defender el mismo y al hacerlo podemos hacer parte de uno el mensaje para en sí poder defenderlo como si hubiese salido de nuestra cabeza, de la actitud a la acción.
El uso de la comunicación persuasiva tienen las variables de emisor, mensaje, forma del mensaje y el receptor; el emisor propiamente es el personaje que tiene el poder de hacer que el receptor pueda generar un cambio ya que al parecer no gana algo pero es el experto de opinión y se da más por certero teniendo como resultado la credibilidad y el cambio de actitud ante el mensaje. Al poder controlar los estímulos de las personas, en este caso: la más grande persuasión tiene como consecuencia la manipulación de necesidades, ideas y conductas por tanto el cambio de actitud total.
Los maestros de la persuasión y manipulación a mi parecer son Coca-cola y Pepsi, estos dos titanes de las bebidas que todo mundo conoce porque son más famosas que Jesucristo es gracias a la campaña de mercadotecnia que han impulsado desde que el refresco es refresco; se encargaron de llenar el planeta con sus logos y cuando no había espacio suficiente para los dos, se gestó una batalla importante que me parece la más impresionante de todas, un periodo que le denominaron Cola Wars en los 80’s un ejemplo de la gigantesca palanca de poder que tiene la propaganda es gestar acciones drásticas para desvalorizar al otro, provocando una discriminación y según los puntos esenciales para la propaganda de Goebbels: la generación de un enemigo común. Todo lo anterior lo podemos ver reflejado en un comercial que me encanta, pero que ataca (y debo decirlo) a la Coca-cola: Es 1953 un niño afroamericano camina bajo las calurosas calles de Seattle voltea a ambos lados de la calle para decidir que refresco comprar, del lado derecho junto a una tienda de acordeones se encuentra una máquina expendedora de mi personal favorito Coca-cola, del lado izquierdo una máquina expendedora de Pepsi junto a una tienda de empeño con una gran vitrina y dentro de esa gran vitrina se ve una guitarra eléctrica blanca, el niño afroamericano voltea un par de veces y se decide por la máquina azul con el gran logo de Pepsi; en el fondo mientras bebe dos tragos grandes del refresco empieza a escucharse los primeros acordes de Purple Haze, el video revela la identidad del niño afroamericano de 11 años es James Marshall Hendrix mejor conocido como Jimi Hendrix, mientras que el niño voltea al lado derecho donde está la otra máquina se oyen los mismos acordes pero con el sonido de un acordeón, patético, sin fuerza… sin Rock and Roll… El video de Pepsi remata a Coca-cola con un “whew, that was a close one.” (“whew, eso estuvo cerca.”) y una voz que dice: “nada suena mejor que Pizza y Pepsi, es la cola”. Otro ejemplo es el de una pequeña niña que entra con su abuelo a un restaurante, ordenan pizza de peperoni y una Pepsi, el empleado le ofrece un vaso con Coca-cola, la niña al probar el vaso desencadena una tonada que nos recuerda a la impresionante actuación de Marlon Brando en el Padrino y que cuya voz aparece en el comercial pronunciando el siguiente discurso: “Oye… Ven aquí. Quiero que escuches atentamente lo que tengo que decirte, ambos sabemos que ordené una Pepsi Cola y ahora me insultas a mi y a toda mi familia al servirme esto… lo que sea que es esto. Me gusta ser una persona civilizada quiero darte una oportunidad de hacer lo correcto. ¿Entendiste? (Capisce)” El empleado ofrece una lata sin dudarlo con una cara asustada, se rompe el silencio con el reventar de un chicle de otro empleado y las personas del restaurante se ocultan bajo sus mesas, mientras la niña dice “Grazzie”
Los comerciales nos tratan de convencer a consumir sus productos, sin obligarnos a nada apelando a nuestra “buena decisión”, a persuadirnos lo cual es una especie de manipulación pero más sutil, algo influenciado por la figura como en caso de los anteriores ejemplos de personas famosas o figuras intimidantes, dando una imagen de “si consumes x producto te verás así” y alguna vez esto permeó tanto que hice un comentario que me recuerda a una anécdota sobre mi mejor amigo (el cual consume cualquier variación de refrescos de cola incluyendo Pepsi y Coca-cola) y yo: Un día mientras nos dirigíamos hacia su casa, el había comprado unos minutos antes una Pepsi de la cual me ofreció y yo rechacé soportando el calor y el desierto de sed que tenía, al subir al camión que nos acercaría hacía su casa pasamos cerca de un par de tipos con una mala pinta, recuerdo que parecían cholos y uno de ellos sostenía una botella de Pepsi, yo hice el comentario a mi amigo: “ve eso… así de mal te ves cuando tomas Pepsi.” Tiempo después, de hecho hasta este semestre entendí el porqué de mi comentario la propaganda, mi “decisión” de ser parte de una facción la cual solo se beneficiaba de mi dinero, mis comentarios y mi posibilidad de hacer el trabajo gratis de los mercadólogos que bien hicieron su trabajo conmigo.
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