Lo repetía una y otra vez, yo solo podía imaginarme una hermosa isla en donde quería pasar el resto de mi vida con él. No podía dejar de escuchar su voz, solo pensaba en que ya no podría volverlo a oír y eso me destrozaba por dentro, sentí un golp

‘’Entre dos caminos’’

Estaba mirando hacia el cielo, ese día era hermoso,  el sol era cálido, como la mirada de la persona más especial que eh conocido, no sentía mi cuerpo y casi no podía respirar, solo podía escuchar la voz de aquella persona que me decía:

-Te quiero pase lo que pase.

Lo repetía una y otra vez, yo solo podía imaginarme una hermosa isla en donde quería pasar el resto de mi vida con él. No podía dejar de escuchar su voz, solo pensaba en que ya no podría volverlo a oír y eso me destrozaba por dentro, sentí un golpe duro en la cabeza y su voz y la luz fueron desapareciendo.

CAP.1

Me encontraba sentada en el pupitre de la escuela esperando a que tocara la campana, mis ojos estaban clavados en el hermoso cielo, lleno de luz y nubes, era una tarde maravillosa en donde solo importaba salir y relajarte y pasar tiempo con la persona a quien quieres. Brenda se fue acercando hacia mí y se detuvo a un lado mío.

-Melisa, ¿qué planeas hacer hoy? -Me dijo sonriendo.

-Pues no tenía planeado nada, ¿Qué pensabas hacer?-Lo dije sin expresión alguna

Con una voz de niña pequeña y una cara conmovedora me contesto: -Quería salir a caminar a la plaza cívica y no quería ir sola, así que…

-Está bien, te acompaño.- Le dije de mala manera, no quería caminar pero no quería dejarla sola. Nos dirigimos hacia la puerta principal de la escuela, la mayoría de los alumnos estaban afuera de sus salones, yo solo observaba a mí alrededor a esas parejas que estaban caminando sujetados de la mano y se decían cosas lindas, yo solo seguía caminando observando a mi derecha y solo sentí un golpe en el hombro y sentía como se deslizaba mi libreta y escuchaba el impacto que hacía en el suelo. Cuando observe con quien había tropezado, era un muchacho moreno con una sonrisa hermosa y una mirada alegre, el levanto la libreta la sacudió y me dijo:

-Perdón, hice que se te callera esto. –Me lo dijo sonriendo.

-No importa, gracias.- La tome y me dirigí con Brenda.

En ese momento ese muchacho me enamoro completamente, era como si en ese momento el encuentro con el fuera lo más importante en mi vida, algo que jamás podría olvidar. Seguí caminando con Brenda como si nada hubiera pasado. No me podía quitar de la mente esa imagen de esa sonrisa que mire, yo pensaba que era el destino.

-Melisa, desde que te topaste con ese muchacho estas en las nubes, creo que ese muchacho te gusta.-Me lo dijo de una manera burlona y con una sonrisa picarona.

-No, solo me tope con él, eso no significa nada…

No sabía que decir era como si mi mente se hubiera bloqueado y no pudiera inventar alguna respuesta que justificara lo que había mencionado.

-Sabias que ese muchacho se llama Oliver.

-No, no sabía.

Recorrimos toda la plaza y no podía dejar de pensar en el, era un sentimiento raro pero yo sabía que era amor.

Acompañe a Brenda hasta su casa y me dirigí a mi casa, caminaba lentamente pensando en Oliver, ¿Tendrá novia?, ¿En donde vivirá?, ¿Cómo será? Muchas cosas pasaban por mi mente, y no la podía despejar. Llegue a mi casa y me dirigí a mi habitación, me recosté en mi cama y escuchaba la canción de: ‘’Luz de día de enanitos verdes’’. Y después de unas horas cuando toda la cuadra estaba a obscuras, mis parpados empezaron a caer lentamente y una imagen del momento en que los dos cruzamos miradas apareció en mi mente y una sonrisa se dibujo en mi rostro y en ese momento mis parpados cayeron y el mundo del sueño estaba conmigo.

La luz del sol me molestaba, quite las sabanas de mi cuerpo, y estire mis brazos, observe el reloj y me fui a arreglar para ir a la escuela. Ese día  estaba entusiasmada, quería verlo de nuevo y esta vez quería hablarle. Al llegar a la escuela, el estaba caminando hacia su salón y yo solo lo miraba pasar junto con sus amigos, camine hasta mi salón y me senté en mi pupitre, me coloque los audífonos y me mantuve observando la ventana. Antes de que tocara la campana mire a Oliver sentado, tenía la esperanza de poder ir con él, pero cuando me dirigí a la puerta y mire en donde se encontraba sentado una muchacha se encontraba sentada a un lado mirándolo a los ojos, estaban compartiendo risas y carisias. Pase por un lado observando a Oliver, el volteo y sonrió pero no quito su mano de la mano de aquella muchacha. Me senté en el pasto que se encontraba atrás del salón, me sentí mal al pensar que esa ilusión que tenía se acabaría, al verlo solo pensaba en que era una ilusión juvenil como cualquier otra que iba a ser pasajera.

Estaba recostada en el pasto y estaba observando el cielo, un muchacho alto se me acerco y se detuvo cerca de mí.  El se quedo observando un tiempo y siguió su camino, gire mi cabeza hacia donde se dirigía el muchacho, no le tome importancia y seguí recostada.

En ese transcurso de tiempo conocí a las personas que cambiarían mi vida, cambiarían mis sentimientos y mi forma de pensar sobre el amor.

Cap.2

Mis pensamientos seguían perdidos, aquel muchacho de sonrisa hermosa seguía en mi mente, tenía que distraerme para que dejara de pensar en aquellas cosas; en esas absurdas ilusiones de adolescentes. Aún tenía que ir a la escuela y verlo de nuevo, tal vez sería difícil el hecho de verlo, pero tengo que superar esto.

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