Mujer trabajadora Día Internacional de la Mujer Trabajadora[1]

Día Internacional de la Mujer Trabajadora^[1]

Testimonio de Pauline Newman, la primera mujer organizadora de la International Ladies Garment Workers Unión, quien nos describe las deplorables condiciones de trabajo en los talleres de la industria de la aguja en la ciudad de Nueva York, durante los años anteriores a la gran huelga de 1909:

“...Las mujeres trabajaban desde las 7:30 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde, cuando había mucho trabajo se salía a las 9:00 de la noche. Generalmente se ganaba $1,50 por una semana de siete días de trabajo. Las operarias más rápidas y con más antigüedad podían llegar a ganar $5,50 semanales. La esquina del taller parecía una guardería infantil, sólo que no había cuidado de niños; niñas de ocho, nueve y diez años trabajaban en las tareas productivas más sencillas. En un mundo donde reinaba la avaricia, los seres humanos no contaban para nada. Cuando llegaban los inspectores gubernamentales, los supervisores metían a las niñas en una caja de embalaje y las tapaban con ropas cosidas y telas. El empleo de menores era ilegal. Los talleres eran insalubres, ruidosos y oscuros. Durante todo el día se utilizaban las lámparas de gas. Había fuegos a menudo, porque no habían escapes adecuados. Si una trabajadora se tardaba más de unos minutos en ir al baño se le regañaba severamente, si se repetía la acción, era despedida. Las trabajadoras tenían que pagar por sus agujas, así como pagar una tarifa por el consumo de electricidad. Se les imponían multas severas por las tardanzas; en algunos casos si la trabajadora llegaba unos minutos tarde se le obligaba a regresar a su casa y se le descontaba el día.”

“En noviembre de 1909 se inicia la huelga de la industria de la aguja con más de 20.000 obreros pertenecientes a unos 500 talleres. La huelga duró 13 semanas. Durante este tiempo las empresas respondieron con medidas brutalmente represivas, contrataron rompehuelgas. La policía defendía a los patronos. Hombres y mujeres eran arrestados constantemente, las mujeres eran hostigadas sexualmente por los policías que las detenían.

La huelga duró 13 semanas. Durante ese tiempo se plantearon muchos problemas sustantivos a la vida y conciencia de los trabajadores y trabajadoras.  El uso de trabajadoras del sexo anti-huelga por los patronos tuvo que ser desechado cuando, al conocer que seis de ellas habían golpeado brutalmente a dos mujeres huelguistas mientras éstas piqueteaban, dejándolas muy mal heridas y que talleres de otras industrias se sumaron a la huelga en solidaridad.  Hombres y mujeres eran arrestados constantemente, las mujeres eran encarceladas junto a usuarios de drogas y trabajadoras del sexo, hostigadas sexualmente por los policías y sometidas a todo tipo de indignidades.  Los costos de la huelga eran astronómicos, situación muy grave para un movimiento sindical incipiente.  Para sufragar estos gastos, los organizadores sindicales, algunos aún adolescentes, muchos sin experiencia sindical, tuvieron que dedicarse a actividades de finanzas dentro y fuera de la ciudad.  Se logró apoyo de amplios sectores de clase tanto en las finanzas como en actividades de piquetes, reuniones para recabar apoyo, propaganda.  La gestión, sin embargo, resultó infructuosa. Una organización de la ILGWU fue a ver al Presidente de los Estados Unidos, William H. Taft, para solicitar su apoyo. Taft se negó a recibirla, pero uno de sus ayudantes le comunicó a la organizadora que el señor Presidente no podía declaración alguna pues no debía mostrar parcialidad en una disputa entre el capital y el trabajo.

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