Nuestros riñones resultan vitales para nuestro organismo siendo estos los órganos encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido.

Nuestros riñones resultan vitales para nuestro organismo siendo estos los órganos encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido.

Antes de realizar el abordaje a nuestros pacientes es importante identificar si se trata de una Insuficiencia renal aguda o si por otra parte estamos tratando de una insuficiencia renal crónica, siendo la primera de curso muy rápido, muy agudo como su nombre nos lo dice, por lo que el deterioro de nuestros riñones es muy brusco, cuestión de días o semanas, las principales causas incluyen la necrosis tubular, toxicomanías, quemaduras, deshidratación, shock séptico e inclusive alguna cirugía, durante esta patología vamos a tener a un paciente que nos esté manifestando nauseas, vomito, adinamia y como principal dato anuria.

La enfermedad renal crónica por el contrario es una enfermedad silenciosa, de avance paulatino, tal es así que es muy probable que nuestros pacientes no manifiesten síntomas, hasta que sus riñones casi hayan dejado de trabajar, tampoco viene sola, tiene como principales causas la diabetes mellitus y la hipertensión, nuestros pacientes manifestaran Síndrome Urémico, Anemia, prurito y es durante esta patología donde se manifiesta el Desequilibrio Hidroelectrolítico. Según los autores de uno de los artículos que la revista The lancet dedicada a esta enfermedad, “La (ERC) es ahora una epidemia mundial que afecta a más del 10% de la población mundial”

Partiendo de aquí la enfermedad renal constituye hoy en día en un importante problema de salud, es por ello que es necesario conocer más profundamente esta patología y principalmente saber el papel de enfermería en cuanto a su manejo y cuidado, desde los estadios iniciales hasta los estadios avanzados, incluyendo las situaciones agudas, siendo fundamental para nosotros el abordaje precoz en estadios iniciales, centrándonos en la promoción y prevención de la salud, así como el manejos de terapias sustitutivas en estadios avanzados.

A pesar de que el primer programa de Hemodiálisis se dio en el año 1961 todavía en el año 1970 los pacientes con enfermedad renal morían sin que se pudiera hacer mucho por ellos, desde ese momento han ocurridos grandes avances de los programas de tratamiento sustitutivo de la función renal mediante diálisis y trasplante, y que por suerte todos ellos pueden ser asistidos y tratados, con altos índices de calidad-

Se ha convertido en una patología que ha pasado de ser una enfermedad grave que afectaba a unos pocos individuos y que debía ser atendida por especialistas, en este caso nefrólogos, a una patología común de gravedad variable pero que precisa de su conocimiento por todo el personal de salud.

La guía de práctica de Enfermería en Salud renal nos menciona que el rol de enfermería profesional en la prevención es implementar herramientas que contribuyan a trabajar en forma conjunta con el equipo multidisciplinario en los programas de Atención dirigidos a limitar los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer ERC, asi como el diagnóstico precoz mediante el abordaje individual, familiar y grupal.

        Los enfermos renales tienen unas necesidades muy concretas, por lo que la correcta elaboración de un plan de cuidados exclusivo para estos pacientes, nos permite brindar una atención integral e individualizada, identificando las actividades de autocuidado que las personas realizan con mayor frecuencia y en cuales hay déficit, con el fin de encaminar las acciones a la corrección de las mismas. Se necesita también tener en claro en que estadio se encuentra nuestro paciente ya que cada una de ella cuenta con acciones específicas.  

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