Planificación de las instituciones escolares” en Las instituciones educativas. Cara y Ceca, Elementos para su comprensión, Frigerio y Poggi
Enviado por celesthe3 • 18 de Junio de 2017 • Resumen • 2.001 Palabras (9 Páginas) • 3.046 Visitas
Aguerrondo, Inés “Planificación de las instituciones escolares” en Las instituciones educativas. Cara y Ceca, Elementos para su comprensión, Frigerio y Poggi (Coords.
- Planificación de las instituciones escolares
Desde hace mucho tiempo las instituciones educativas saben de la existencia del planeamiento institucional, incluso reiteradas veces se ha planteado la necesidad de implementarlo en las escuelas.
Muchas de las nuevas experiencias, piloto o no, que se trataron de poner en práctica en las últimas décadas contemplaban como parte importante, en las funciones directivas, el tema del planeamiento institucional. (Proyecto 13, las escuelas de EMER y del EMETEA). El planteamiento institucional aparece como la llave, a partir de la cual se dotaba a la institución de un poder casi mágico para obtener el éxito de su experiencia. Pero, como es de todos conocido, muchas de las escuelas en las cuales se realizaron estos intentos, hoy en día son bastante parecidas al resto, y su servicio no es necesariamente de mayor calidad.
Una afirmación de este tipo puede llevar a plantear una doble pregunta: ¿Entonces la planificación institucional no sirve? ¿O lo que no sirvió es el modelo de planificación con el cual se intentó gerenciar (conducir) las instituciones?
La primera pregunta se responde por sí sola, respecto a que no hay posibilidad de no planificar (en sentido de gestionar, conducir) en cuando se dirige una institución.
Por eso, la primera idea que se plantea, es con referencia a dirigir un proceso institucional. Planificar es, por lo tanto, la posibilidad de que la conducción institucional sea quien conduce la institución.
Sin embargo, hemos dicho al principio, que en la gran mayoría de estos casos, se ha ofrecido la herramienta del planeamiento institucional, no por ello, los resultados logrados son los esperados. Es decir, no encontramos verdaderos cambios en la realidad institucional.
Lo anterior, nos conduce a la segunda pregunta: ¿No será que lo que ha fallado no es el planteamiento institucional como tal, sino el modelo de planteamiento institucional que se ha difundido en las escuelas?
- Conducción, gestión institucional y miramiento de la calidad educativa
Casi todas las instituciones escolares se enfrentan en la actualidad con el desafío de la transformación. Los cambios que se han producido en el conjunto de la sociedad, afectan de manera profunda otros aspectos. Pero las escuelas tienen un doble problema, cuando se trata de enfrentar cambios:
- Primero, en general están bastante burocratizadas, lo que quiere decir que tienen problemas de rutina, resistencia al cambio y falta de flexibilidad.
- Segundo, la educación en sí misma tiene un ritmo de cambio relativamente lento no sólo porque forma parte de los aspectos de la conservación de la cultura, sino porque la cultura en sí misma es un campo en el que las trasformaciones toman muchos años.
Por esto, frente a la necesidad de una conducción eficiente y de una gestión institucional comprometida con el mejoramiento de la calidad educativa, aparecen dos grandes temas que iremos viendo a lo largo de este capítulo:
- el primero tiene que ver con el contenido del cambio y se puede expresar en la pregunta ¿Qué tengo que cambiar para mejorar esta escuela en este aspecto determinado?
- el segundo tiene que ver con la probabilidad, de que una vez tomada esta decisión, el cambio se concrete, por lo que se puede expresar en la pregunta ¿Cuál es el camino (el procedimiento) que me asegura que lo que decidí que se hiciera se hará realmente?
En cualquiera de las instancias o niveles en que se ejerza, la planificación es un estilo de gobierno que garantiza decisiones eficaces (es decir que se cumplan) para el mejoramiento de la educación
Es un “estilo de gobierno” porque tiene que ver con la conducción de procesos, sean éstos a nivel de conducción ó de procesos de aprendizaje. En cualquiera de estas instancias, que se necesita hacer algo y que eso salga bien, se debe pensar ANTES como hacerlo.
“Garantizar decisiones eficaces”, se ocupa de cómo es posible diseñar estrategias para que lo que se decide en el nivel de la conducción tenga un efecto real y concreto, es decir, modelar la gestión.
“Mejoramiento de la educación”, es decir tiene el norte puesto en el tema de la calidad de la enseñanza, porque una institución escolar no es tal si no enseña.
Entonces, una buena conducción se define por los resultados que obtiene, conseguir estos buenos resultados debe ayudarle el planeamiento institucional.
3. Paradigmas de planificación: planificación normativa vs. planificación estratégico-situacional
3.1. Planteamiento normativo
Las metodologías de planificación, tanto a nivel nacional como institucional y de aula, se inauguraron en el campo de las ciencias sociales en general, y en la educación, en la década de los 60. Estas metodologías proponían modelos de organización en la tarea, a partir de una secuencia de “momentos” o “etapas” concebidos técnicamente, que debían ser respetados.
Para recordarlos rápidamente diremos que en una primera etapa se debían establecer los objetivos; en una segunda etapa, se trataba de hacer el diagnóstico de la situación para determinar las áreas problemáticas que requerían intervención; el tercer momento correspondía a la ejecución; y luego de ella, el ciclo se cerraba con la evaluación. Este es el modelo tradicional con el que debía realizarse la planificación institucional.
Además de los problemas que aparecían en las dos primeras etapas, este modelo adopta fuertes supuestos para la etapa de ejecución, pues da por sentado que existen los recursos necesarios para lograr los objetivos, que los que deben ejecutarlos lo hacen de buen grado, y que los “beneficiarios” de estas acciones no oponen obstáculos y ajustan sus comportamientos a las necesidades.
En resumen, este es un modelo “racional” de la actividad de la planificación que se ha mostrado extremamente ineficaz en nuestros contextos. Más que tener en cuenta la realidad y lo posible, los objetivos se plantean como “normas”, como un “deber ser” que es necesario conseguir independientemente de la realidad de donde se parte y de las probabilidades de lograrlo.
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