¿QUÉ ES EL DIBUJO?

¿QUÉ ES EL DIBUJO?

El dibujo es un medio de definir las formas de los objetos, representar ideas o expresar estados emocionales del ánimo por medio de líneas o tonos aplicados a una superficie. Principalmente para ello se utiliza lápiz, carbón, tiza, pluma o pincel, sin embargo, todos los materiales de pintura pueden ser usados para este fin.

        Como toda técnica, puede producir imágenes en dos estilos extremos: el gráfico y el pictórico, más todos los grados intermedios.

        -gráfico. Predomina el uso de la línea activa y a veces, la mancha distendida. Es importante que la calidad de sus mensajes permita una lectura rápida.

         -pictórico. Imperan los planos activos, logrados con el sombreado o por una acumulación de líneas.

        Existen también dibujos con características especiales previos al grabado, a la pintura y a la escultura, esto es por el tipo de información que transmiten; pero lo relevante es que el dibujo tiene un valor en sí mismo.

Se dibuja por placer personal, por registrar información y ayudar a la memoria, como medio para entender una estructura o una acción, o como base para una obra plástica. Podemos clasificar el dibujo de acuerdo con las circunstancias en que se produce o su intención comunicativa de la siguiente manera:

        -al natural o de imitación. El que se realiza frente a modelo vivo.

        -del antiguo. El que copia obras clásicas, generalmente vaciados en yeso de esculturas o grabados.

        -de memoria.

-técnico o constructivo. Su finalidad es proporcionar mediante la imagen información objetiva, precisa y confiable.

Los ejemplos más antiguos que se conocen son las obras prehistóricas realizadas con punzón y carbón vegetal con grasa, los dibujos sobre terracota del antiguo Egipto (donde, al igual que en Mesopotamia, el dibujo se empleaba además en la escritura jeroglífica), la rica tradición del Medio y Extremo Oriente, donde se dibujaba con pincel y tinta sobre papel muy fino, los códices prehispánicos y las miniaturas medievales europeas, realizadas con puntas de metal sobre pergamino, tablillas o papel especialmente preparado, etc. A partir del Renacimiento las obras conservadas son ya innumerables. El dibujo ejecutado con carboncillo, punta de plata, sanguina y pastel, se convirtió no sólo en el soporte y paso previo de la actividad pictórica sino en una forma de expresión plástica diferente, en la que sobresalieron artistas como Leonardo da Vinci y Durero. Pero la verdadera independencia del dibujo llegó a finales del s. XIX y, sobre todo, en el s. XX, debido a la propia evolución de la pintura (aparición de estilos no figurativos, uso directo del color) y al gran impulso que para él significó el desarrollo de la prensa, la publicidad, el cómic y el cine de animación.

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