RESEÑA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA EBE “NTRA. SRA. DE LA CARIDAD”

RESEÑA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA

EBE “NTRA. SRA. DE LA CARIDAD”

        Comenzando la década de los sesenta,  la Cofradía  Nuestra Señora de la Caridad, detectó una significativa cantidad de niños  en edad escolar, de escasos recursos económicos, que no estaban estudiando. Inquietos por la situación, surgió de un grupo de cofrades, encabezada por el entonces Mayordomo, señor Félix Francisco Flores y del venerable párroco de San Sebastián, Pbro. Francisco Javier Peña, la idea de crear un plantel que impartiera las primeras enseñanzas y la fe cristiana a ese grupo excluido de sansebastianeros. . Este proyecto fue planteado al entonces Obispo  de la Diócesis de Maracay, Monseñor  José Alí  Lebrún Moratinos, quien de manera ágil y receptiva, realizó las diligencias correspondientes para fundar un colegio de bases católicas y para ello, solicitó ante las autoridades eclesiásticas correspondientes, los servicios de una congregación de hermanas religiosas de origen colombiano, fundada por Santa Catalina de Sena, denominada “ Dominicas Terciarias”, cuya sede más cercana se encontraba apostada para el momento, en una antigua casa de la ciudad de Valencia, en el Edo. Carabobo.

Las solicitudes dieron fruto rápidamente y es así como para el año 1961, llegan al pueblo de San Sebastián de los Reyes, las  primeras religiosas que dieron los  pasos iniciales  para asentar las bases de lo que se conoció por décadas como el “Colegio de las Monjas”, quienes en colaboración con Mons. Peña, el cual fungió como Director del plantel los primeros años, desarrollaron  una encomiable labor religiosa, educativa y social en la comunidad.

El grupo inicial de religiosas, fue recibido por miembros de la Cofradía, quienes las alojaron en una casa de su propiedad ubicada en la calle Ribas cruce con la calle La Caridad, esquina adyacente al santuario de la Virgen, de cuya advocación, tomaron el nombre que hasta hoy, ostenta con orgullo el plantel: “Nuestra Señora de la Caridad”. Los registros históricos iniciales citan a Sor Ana Joaquina Prada, Sor Clara Imelda Mejías, Sor Pilar Córdova, Sor Ángela Meza y  Sor María Saturia Niño, como las cinco primeras religiosas que dieron lugar a la avanzada de religiosas que  desempeñarían labores en el plantel. Al poco tiempo, se les fueron uniendo, Sor Rosalba Pabón, Sor Inés Ramírez, Sor Juana Díaz, Sor Cristina Jaramillo, Sor Tulia Molina, Sor Isabel García, Sor Alicia, Sor Delfina, entre otras de las monjas, que convivieron, unas más, otras menos tiempo, en nuestra comunidad, pero todas ellas, con igual mística de trabajo y condición humana, para cumplir la misión encomendada.

                 Fue así , como en octubre del año 61, se inicia la labor del colegio, con actividades de inscripción y ambientación de la sede donde funcionaría la escuela, justo al lado del patio central de la casa de la cofradía, con cinco salones, arropados por la sombra de un samán, que vio los primeros pasos de los estudiantes que integraron la camada inicial de estudio. Para el miércoles, 29 de noviembre, la campana sonó para  dar inicio oficial  a las actividades, fungiendo Monseñor Peña, como Director ante el Ministerio de Educación, con una matrícula de setenta y cuatro estudiantes escogidos entre los más pobres y los desechados por las escuelas públicas, debido a su conducta y edad, algunos de catorce  y quince  años, para cursar primero, segundo y tercer grado. La maestra Estela López, se desempeñó como la primera docente que impartiría el área de Estudios Sociales, condición precisada por los organismos educativos de la época para aceptar que el colegio fuera dirigido y sus clases impartidas por extranjeros. Le siguieron en su labor, la maestra Yulia de López en el año 1963, un año después la maestra Rosa Elena Jiménez y para el año 1966, la maestra Norma Rojas. Ellas serían colaboradoras irrestrictas de las monjas, junto al grupo de docentes que poco a poco, fueron siendo incorporadas a las actividades regulares del colegio como personal docente del mismo.

       Dos años después que comenzó a funcionar el plantel, en el año 1963, y debido a los éxitos alcanzados, se creó el cuarto grado contando con la entusiasta colaboración de Padres y Representantes que ya formaban parte de la comunidad escolar de la época, así  como de muchas personas de la población, que estaban dispuestas a colaborar siempre con las hermanas, aun cuando no se beneficiaran  de tener estudiantes inscritos en el colegio.

 Para el año 1965, se inicia el preescolar o Kinder, como era conocida la modalidad para ese entonces, funcionando donde hoy en día es la cancha, en una antigua casa,  de corredor largo, en cuyo patio con columpios y un tobogán, brindó por muchos años sus principios religiosos y encomiable pedagogía, Sor Clara, monja de dulzura inigualable pero de firmeza extrema al enseñar a recortar, dibujar, escribir, hábitos de trabajo y comportamiento, que ninguno de los alumnos que pasaron por sus manos, podrán jamás desarraigar de sus recuerdos y al mismo tiempo, agradecer. Dicha labor, percibida en cada una de las aulas donde se impartía clases en el colegio “ La Caridad”, pues su misión y mística de trabajo era igual en todas las personas que brindaron sus buenos oficios para la acción educadora encomendada, permitió que en el año 1969, se contara con la primaria completa de 1º a 6º grado.

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