RITO DEL ENVÍO (Después de la Homilía)

RITO DEL ENVÍO (Después de la Homilía)

M. En este momento entramos al rito del envío de los catequistas que este año llevarán a cabo la enseñanza de la Catequesis en nuestra Comunidad. Es un modo de expresar que no actúan en nombre propio, sino en nombre de la Iglesia. El rito consta de cuatro partes: comienza con una exhortación del Sacerdote en nombre del Señor; sigue la Profesión de fe de los catequistas que manifiestan su compromiso y disponibilidad; a continuación, el Sacerdote pronunciará la bendición del Señor sobre ellos para que Jesús les ayude con su fuerza y los mantenga en su fidelidad; por último, besarán el libro del Evangelio que han de enseñar y testimoniar.

C. ¡Pónganse en pie los que van a recibir la misión de catequista! (Los catequistas se ponen en pie, mientras los fieles siguen sentados)

C. Queridos hermanos:

Dios, nuestro Padre, reveló y realizó su designio de salvar al mundo por medio de su Hijo hecho hombre, Jesucristo, quien confió a la Iglesia la misión de anunciar su Evangelio a todos los hombres.

Los  catequistas, que no actúan en nombre propio, sino en nombre de la Iglesia que los envía, tienen  una misión muy importante que cumplir: ser testigos del mensaje de Jesús.

Son quienes anunciaran la Palabra de Dios en la catequesis y, de esta forma, con su esfuerzo y la ayuda del Señor, los niños, jóvenes y personas mayores irán madurando en la fe. No olviden en ningún momento que se trata, sobre todo, de llevarlos al encuentro personal con Jesús, que es el protagonista principal de su actuación.

Que su vida sea testimonio de Jesucristo y de su mensaje en el seno de la Iglesia que es siempre el punto de referencia de la catequesis que realizaran, porque toda ella tiende a edificarla como pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y comunión en el mismo Espíritu.

 Profesión de fe: (Los catequistas encienden las velas)

Credo en Dios….

Compromiso:

C. ¿Están  dispuestos a realizar su tarea viviendo la fe con sinceridad de corazón y proclamándola de palabra y de obra, según el Evangelio y la Tradición de la Iglesia?

Catequistas: Sí, estoy dispuesto/a

C. ¿Prometen, con la ayuda del Espíritu Santo, perseverar en la tarea a pasar de las dificultades, realizarla con diligencia según su capacidad y buscar en todo el bien de la Iglesia y de aquellos que se les encomiendan?

Catequistas: Sí,  prometo.

(Los catequistas se arrodillan ahora, mientras todos los demás fieles se ponen en pie)

 Bendición de los catequistas

Todos somos testigos de las disposiciones de estos catequistas que se ofrecen a servir a la comunidad a través de la catequesis. Pero, aunque el Espíritu está pronto, la carne es débil. Oremos, pues, al Señor que derrame su luz sobre ellos.

Yo, los envío en nombre del Señor para que, como catequistas, conduzcan a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes personas adultas por Jesucristo, en el Espíritu, a Dios nuestro Padre, que vive y reina por los siglos…

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