Relatoria La Estrategia del océano azul.

A partir de un análisis de los fragmentos leídos de “La estrategia del océano azul” y “Segunda oportunidad. Para tu dinero, tu vida y nuestro mundo”, es posible afirmar que tanto Renée Mauborgne y W. Chan Kim como Robert T. Kiyosaki consideran que  la clave del éxito industrial y personal se encuentra en correr el riesgo que implica renovarse y avanzar hacia lo desconocido para ver lo que los demás no pueden —lo invisible—  de modo que sea posible hacer más con menos.

     Es viable concluir lo anterior puesto que aunque cada uno de los textos adapte esa idea a sus términos y expresiones personales y la adornen con pensamientos secundarios que respaldan la tesis, ambos exponen como idea central la importancia de “ver más allá” e innovar con el fín de dejar atrás la competencia y la tendencia negativa a culpar a los afortunados por nuestro fracaso.

      Por ejemplo, Kiyosaki tiene una percepción un poco pesimista acerca de la era actual, Era de la Información, lo cual se evidencia cuando hace referencia al papel que desempeñan las máquinas y la manera en que estas desplazan a los humanos o cuando presume sobre la ignorancia en la que vivimos, esa que nos impide ver la vida de manera objetiva y alcanzar la cúspide financiera con la que todos soñamos. Sin embargo,  él está en capacidad de darle a entender al lector que es posible conseguir ese objetivo abandonando la Era Industrial y limitando nuestro panorama a lo que sucede y, mejor aún, lo que está por suceder.  Explica que es necesario ampliar nuestra visión sobre lo que no es tangible, ver lo invisible, ver ambas caras de la moneda y, mediante el uso de la mente, explorar con el coraje necesario para aceptar que aunque estamos expuestos a cometer errores, el éxito solo se alcanza tras levantarse y corregirlos, logrando cada vez hacer más con menos.

   Siguiendo la misma corriente ideológica, Mauborgne y Kim coinciden en exponer  un aspecto negativo de las industrias en la actualidad: el “Océano Rojo”, un ambiente de competencia en el cual se experimenta un gran crecimiento de la oferta de productos genéricos y, por el contrario, una menor demanda que implica el comienzo de una guerra de precios, disminuyendo las ganancias de la empresa. No obstante, ellos también se encargaron de proponer soluciones y exponer su tesis. Así como los aludidos autores dieron vida al concepto de “Océano Rojo”, también crearon su complemento y le sugieren al lector tomar ese camino: “El Océano Azul”, el cual parte de un mercado no aprovechado y se encarga de la creación de un mercado que genere demanda para las industrias con la capacidad de abandonar la competencia, esa que nunca será suficiente para mantener un desempeño alto. Quienes opten por esta alternativa deberán estar evolucionando constantemente, creando nuevas empresas o renovando las antiguas y enfocando su estrategia en la sugerencia principal de los autores: La innovación en valor; de modo que sea posible que la competencia pierda toda importancia y se obtengan beneficios tanto para el consumidor como para la compañía. Para esto, señalan que es fundamental “alinear la innovación con la utilidad, el precio y las posiciones de costo”.

En mi opinión, ambos títulos reflejan casi a totalidad el contenido de los libros. Por un lado, “La estrategia del océano azul” hace referencia justamente ese concepto ideal que se menciona durante todo el texto. En otras palabras, lograr alcanzar ese océano azul es el objetivo principal tanto del lector como de los autores; es la representación perfecta de la idea de negocio y emprendimiento próspero que la mayoría buscamos; es el símil entre el concepto asignado por los autores y lo que representa el océano azul en la naturaleza, algo tranquilo y en equilibrio, un lugar donde los animales conviven como debe ser y no hay necesidad de elegir un ganador y un perdedor porque el mundo está diseñado para ello, para que todos seamos exitosos mediante una idea innovadora.

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