Reseña Abrir las ciencias sociales Inmanuel Wallerstein.

Reseña abrir las ciencias sociales

Tesis:

La ciencia social es una empresa del mundo moderno; sus raíces se encuentran en el intento, plenamente desarrollado desde el siglo XVI y que es parte inseparable  de la construcción de nuestro mundo moderno, por desarrollar un conocimiento secular sistemático sobre la realidad que tenga algún tipo de validación empírica. (Wallerstein, 1996, p.4).  

El autor Inmanuel Wallerstein, relata sobre la plenitud de la ciencia social a través de su libro “Abrir las ciencias sociales”, en el cual  describe las humanidades como una herencia de la experiencia humana.  Asimismo, ha definido a la ciencia social como la búsqueda de las verdades que van más allá de la sabiduría recibida o deducida, por ello afirma: “(…) que es parte inseparable de la construcción de nuestro mundo moderno (…)” (Wallerstein, 1996, p.4).  Por está razón, desarrolla su narración desde el siglo XVI hasta la actualidad, con la intención de profundizar sobre la evolución de los estudios sociales que  transformaron las estructuras culturales. Es por eso que, ha dividido su libro en cuatro capítulos: La construcción histórica de las ciencias sociales desde el siglo XVIII hasta 1945,  los debates en las ciencias sociales de 1945 hasta el presente, ¿qué tipo de ciencia social debemos construir ahora? Y la conclusión: Reestructuración de las ciencias sociales.

En el primer capitulo,  inicia a narrar desde la antigüedad, donde se ejecutaron  dos premisas sobre los métodos de conocimientos que se conocían como Newtoniano y el  dualismo cartesiano. El primero respectivamente, tenía una semejanza con la teología por tener una relación similar con la idea del presente, al no diferenciar entre el pasado y el  futuro. El segundo, se distingue entre lo natural, que es la matemática y el mundo físico, de las humanidades, las cuales son el mundo social y espiritual. Por consiguiente, Wallerstein  afirma:  “ Si los cielos se alejaron en forma casi  ilimitada, lo mismo ocurrió con las ambiciones humanas” (1996, p.5), es decir, la sabiduría llevó al ser humano a transformar lo cotidiano por la innovación del progreso.  

Posteriormente, a partir de los viajes y hallazgos con el uso del espacio, el mundo operativo mejoro con la ampliación de rutas comerciales acortando las distancias de tiempo y de culturas. Dado esto, “Progreso y descubrimiento podrían ser las palabras claves, pero hacen falta otros términos –ciencia, unidad, simplicidad, dominio e incluso el “universo”- para completar el lexicón”(Wallerstein, 1996, p.7). En consecuencia,  la filosofía se convierte en el sustituto de la teología para los científicos en el siglo XIX, a pesar de que estos saberes sean iguales se separan por la diferencia de realización de sus estudios. Así entonces, la ciencia como el conocimiento verídico y la filosofía como el saber imaginado e imaginario se convierten ante los ojos de la colectividad.

En el siglo XVIII, la ciencia toma el control del conocimiento del mundo humano; después de la revolución francesa, tras haber una gran presión social y política, surge la importancia de la historia. En seguida, se crea un vinculo con las ciencias social, rechazando la especulación y deducción, asimismo, surge la física social que tiene como fin la reconstrucción sobre el  partido del orden y el partido del movimiento.  Por otra parte, en el siglo XIX, se comienza a impulsar el conocimiento como un “objetivo” de la “realidad”, con ello  se define: la  historia,  la jurisprudencia,  la economía,  la sociología y la antropología como autónomas institucionales. Por lo tanto,  durante 1850 y 1945 la ciencia social permanecen conceptualizándose para evidenciar lo que dividen a cada una de estas disciplinas.

...