Sistema de precios en una economía de mercado (“Mano invisible”).
Enviado por antoo_18 • 22 de Septiembre de 2016 • Examen • 1.811 Palabras (8 Páginas) • 847 Visitas
1.
A. Sistema de precios en una economía de mercado (“Mano invisible”): El sistema de economía de mercado funciona con un alto grado de eficiencia y libertad económica. Fijando precios el mercado permite el libre juego de la oferta y la demanda que es la pieza clave de toda economía de mercado. El sistema de precios es, entonces, el que estimula a los productores a fabricar bienes que el público desea. A su vez, el precio actúa racionando las escasas cantidades disponibles, ya que, se tiende a comprar menos cuando los precios suben y más cuando los precios bajan, y al mismo tiempo se da la siguiente característica: a mayor demanda, mayor va a ser el precio de ese bien que se demanda. El sistema de precios tiene dos grandes ventajas: es dinámico y autocoercitivo.
El término “mano invisible” fue propuesto por Adam Smith, quien afirmaba que una economía de mercado tiene la capacidad de obtener automáticamente el máximo bienestar social a través de la búsqueda del propio interés.
B. Escasez, elección y costo de oportunidad:
- La escasez: La escasez es el problema económico por excelencia, que surge a partir de que las necesidades humanas son ilimitadas, mientras que los recursos y los bienes económicos también lo son.
La escasez es un concepto relativo, en el sentido de que existe un deseo de adquirir una cantidad de bienes y servicios mayor que la disponible y, una vez satisfecho ese deseo, desearemos algo más, de manera que la lucha contra la escasez es una constante humana.
- La elección: Debido a que la escasez nos obliga a elegir, a veces se conoce a la economía como la ciencia de la elección; la ciencia que explica las elecciones que las personas hacen y predice en qué forma los cambios de circunstancias afectan esas elecciones. Esto se debe a que, cuando no es posible obtener todo lo que se desea, hay que elegir entre las alternativas disponibles.
- El costo de oportunidad: El costo de oportunidad de un bien es la cantidad de otros bienes o servicios a lo que se debe renunciar para obtenerlo. Si estamos obteniendo una combinación determinada de bienes empleando eficazmente todos los recursos de que dispone la sociedad, y quisiéramos producir algunas unidades más de uno de los bienes, tendrá que ser a costa de reducir la producción de otro.
C. Economía de mercado y centralmente planificada:
- Economía de mercado: El funcionamiento de una economía de mercado se apoya en un conjunto de “mercados” donde se compran y venden los bienes y servicios, así como los factores productivos. Este sistema permite contestar 3 preguntas fundamentales: ¿qué producir?, ¿cómo producir? y ¿para quién producir?. Algunos mercados son lugares concretos a los que acude la gente a comprar bienes, mientras que otros son menos organizados y se dan en una especie de virtualismo. En esta economía existen dos tipos de agentes bien diferenciados: compradores y vendedores. Los demandantes y oferentes se ponen de acuerdo en el precio de un bien o servicio, de forma tal que se producirá el intercambio de cantidades determinadas de ese bien por una cantidad de dinero también determinada. Este sistema es ventajoso en cuanto que muestra un alto grado de eficiencia y libertad económica, pero también tiene ciertas limitaciones, como que la renta no se distribuye en forma equitativa, que existen fallas de mercado, que la publicidad puede utilizarse de manera tendenciosa y que esta clase de economía puede ser inestable. Este es el sistema que se lleva a cabo en nuestro País.
- Economía centralmente planificada: En las economías centralmente planificadas los medios de producción son de propiedad estatal y las decisiones clave le corresponden a la agencia de planificación o poder central. La agencia de planificación o el poder central distribuye tanto las tareas del plan, como los medios de producción materiales y financieros. Este centro determina cómo asignar la producción a las diferentes fábricas y procura que cada planta cuente con los factores de producción que necesita para poder obtener la cantidad que se le exige. Un rasgo común a todas las economías planificadas ha sido la acumulación del poder económico en manos del Estado que, además de ser el propietario de los medios de producción, regía el funcionamiento de la economía. Acá, al estar el poder económico en manos del Estado, la distribución de la renta es más equitativa, y al no existir mercados, los precios no eran relevantes para tomar decisiones. Este es el sistema que se utiliza actualmente en Cuba. Uno de los elementos negativos de este sistema, y que lo llevó al fracaso en muchos lugares, es que, a veces, las agencias centrales se equivocaban en sus previsiones y no tenían en cuenta las necesidades reales de la sociedad; además, el crecimiento del aparato burocrático y la falta de información rápida y de incentivos efectivos que guiaren el sistema hacia la eficiencia económica originaban el despilfarro de recursos.
D. Bienes de consumo durable: Los bienes son todo aquello que satisface, indirecta o directamente, los deseos o necesidades de las personas. Los bienes de consumo son aquellos que se destinan a la satisfacción de las necesidades de manera directa; y el hecho de que sea de naturaleza durable, implica que permiten un uso prolongado, sin variaciones con el transcurso del tiempo.
2.
1- Opción ‘C’: Yo creo que catalogarlos como “bienes de capital” sería incompleto. Sin embargo, no por eso, dejan de serlo. En este caso estamos hablando de bienes de capital físicos y fijos, los cuales consisten en instrumentos de toda clase empleados en la producción (edificios, maquinarias, etc.). A su vez, se puede decir que su duración se extiende sobre varios ciclos de producción.
2- Opción ‘D’: Creo que vincular la afirmación ‘aumentó el desempleo, pues incrementó la cantidad de gente que busca trabajo’ con la economía positiva es acertado. Esto, debido a que la economía positiva es la ciencia que busca explicaciones objetivas del funcionamiento de los fenómenos económicos y se ocupa ‘de lo que es o podría ser’, de manera que la afirmación mencionada es un claro ejemplo de una proposición de la economía positiva. Las demás afirmaciones planteadas en las consignas corresponden más a un tipo de economía normativa, ya que ésta se ocupa ‘de lo que debería ser’, respondiendo a criterios éticos, ideológicos o políticos sobre lo que se considera deseable o indeseable.
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