Un día como hacendado.

Un día como hacendado

Me levanté esta mañana a las 7 horas del día sábado 21 de septiembre de 1878, esto con el propósito de llegar temprano a mi hacienda “El Mango Dorado”, mis sirvientas prepararon el desayuno, me senté a desayunar con mi esposa y mi hijo de 10 años, mientras preparaban mis sirvientas el agua para la bañera, al terminar de desayunar nos bañamos todos, yo me vestí con un pantalón oscuro de vestir y una camisa blanca manga larga de algodón, mis botas negras para el rancho y un sombrero color negro, la camisa la llevaba remangada, mi hijo fue con el mismo estilo y mi esposa un pantalón beige claro, unas botas negras, sombrero y una blusa color azul.

Al dirigirnos a la hacienda mi hijo y mi esposa decidieron ir en carruaje, yo decidí ir montando mi caballo de cuarto de milla, el más veloz y mi favorito, como de costumbre, iba un poco más adelantado que mi familia, no me adelanté demasiado para no dejarlos solos y me entretenía hablando con mi trabajador Gabriel, al llegar me dirigí a los potreros, a cada uno, esto para revisar la siembra de pastura “bigalta”, les dejé tareas a mis trabajadores y les pagué su semana, marcamos ocho vacas y 2 toros, luego fui a las caballerizas con mi hijo para que continuara amansando a su caballo, le fui diciendo consejos, correcciones, todo para que él vaya aprendiendo, después de un rato me fui a revisar los corrales para ver el estado del alambre, todo lo que hace falta, entre las 16 y 17 horas del día fuimos todos a la casa del rancho a comer arrachera asada y diferentes guisos, también bebimos limonada muy fría y dulce, también piña con yerbabuena, deliciosa.

Entre las 19 y 20 horas del día mi hijo, mi esposa y yo fuimos a montar a caballo por todo el rancho, mi esposa y yo fuimos en el mismo caballo, al anochecer vimos un momento el cielo, la luna y las estrellas, hablamos de cosas muy interesantes y cantamos algunas de nuestras canciones favoritas, después nos dirigimos a la casa todos juntos en el carruaje, nos bañamos y fuimos a dormir.

Hoy domingo 22 de septiembre de 1878, ésta vez nos levantamos por la mañana a las 10 horas del día, desayunamos juntos, nos bañamos y nos sentamos juntos a platicar mientras escuchábamos música, cuando de repente a mi esposa se le ocurrió la idea de ir todos juntos al teatro, para entretenernos un par de horas, además que, por lo que dijo mi esposa, se iban a presentar obras muy buenas en el teatro, entonces todos estuvimos de acuerdo.

Por la tarde, entre las 15 y 16 horas, fuimos a comer a un restaurante que ya me habían recomendado antes algunos colegas, y que me encantaría, según por lo que saben sobre mis gustos.

Ya eran las 17 horas del día cuando nos dirigimos al teatro después de haber comido, la comida servida en el restaurante cumplió mis expectativas, fuimos al teatro a ver la obra, ya habíamos pagado las entradas, así que tuvimos asientos muy buenos.

Terminó la obra y nos encantó, una gran decisión que tomamos todos gracias a mi esposa, la disfrutamos mucho.

Al terminar la obra nos fuimos a casa en el carruaje, mientras comentábamos sobre la obra, todo lo que nos gustó, lo que pensábamos de ella, del final, fue muy entretenido, cuando llegamos inmediatamente fuimos a cenar al comedor, después nos bañamos y nos fuimos todos a dormir para continuar mañana con la rutina.

Un día como agricultor

Hoy domingo 12 de agosto de 1891, me levante temprano por la mañana tome el periódico que estaba cerca de la puerta de la casa y veo que se implementó la educación básica superior, vi que muchos de mis compañeros de trabajo, aun no comprende lo que esto significa, mucha gente que aún no sabe leer ni escribir ahora podrá tener las facilidades de poder aprender, en cuanto a los niños, la ley marca que debe ser obligatoria para ellos y que también es de obligación de los tutores de estos llevarlos a que se les imparta esta en las instituciones educativas, sin duda esto marcara una nueva etapa en México, con lo que aún tengo dudas es de cómo el gobierno se las arreglará para establecer vías de comunicación con zonas rurales, aquí aún no tenemos todos los servicios y ya va para buen tiempo que es de necesidad en estas zonas, yo siendo agricultor comprendo lo difícil que es vivir aquí, a diferencia de las zonas urbanas que son provistos de todos los servicios y beneficios de vivir ahí acá aun no sentimos abandonados, esperamos que el gobierno tomó cartas en el asunto pero sabemos que podría tomar años, de igual manera la agricultura es difícil aunque tenemos todas la herramientas esenciales, abastecer a una población es un trabajo arduo, el termino vacaciones no existe para nosotros, no tenemos esos privilegios, pero tampoco debemos podemos hacer mucho, no tenemos los medios necesarios, aun así se podría decir que estamos tranquilos, los días son rápidos y cada vez veo más mejoramientos en el país, en algún momento será nuestro turno. Hoy mi desayuno tuvo un mejor sabor que otros días mi esposa es una experta cocinera y hoy destaco más en ello, es una de las ventajas de este lugar, nuestros productos son frescos, nosotros somos los que vemos por nosotros y nuestra familias y aun siendo domingo el descanso no debe ser eterno este día siempre debemos estar al tanto de nuestros cultivos y ganado y hoy no fue la excepción, Salí por la parte trasera de la casa y note un aire más puro que de costumbre, el cielo que está lleno de nueves indicaba lluvias, lo que es excelente para nuestro labor, por ello no dude ni dos veces en checar los cultivos, todo se veía a la perfección, sembré por unos cuantos metros varios tipos de semillas que sin duda florecerán de una manera espectacular, toda la mañana y parte de la tarde fue de gran productividad, poco después mi hijo que llego de unos compromisos con otro campesino, un trabajo extra se podría decir, es bueno contar con el apoyo de la familia para todo, y hoy mi hijo decidió apoyarme, yo que aun iba a seguir trabajando decidió tomar mi lugar y yo aun insistiendo para la ayuda opto por que me tomara el día, estoy alegre de poder contar con él en esos aspectos, pero aun así no hay mucho que hacer por estas zonas, no es como las grandes ciudades que tiene de todo, tampoco hay que menospreciar este lugar ya que tiene sus cosas atractivas, entre de nuevo a la casa para ir a buscar un libro que aún no había terminado, y de nuevo salí de la casa para sentarme en una silla que está a la sombre de esta misma, se podría decir que es mi lugar favorito para relajarme, la casa y un viejo árbol son los que me dan una sombra fresca, y la brisa que transcurre por ahí es de lo mejor, sin duda un excelente lugar para leer, es agradable el silencio que hay, soy de los que les gusta escuchar “nada” es lo mejor que uno puede pedir para leer un libro, la vida aquí no es mala, notros podemos saber cómo divertirnos con lo que tenemos, como el campesino del frente hace unos dibujos espectaculares, no conocemos la vida de los de la clase alta y tampoco es que estemos interesados, nosotros vivimos a gusto como estamos, aunque espero el gobierno nos dé la oportunidad de mejorar, hoy termino mi día con una taza de té, y con un gran optimismo para comenzar otro día.

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