Unidad de Aprendizaje: Redacción de géneros de información..

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Universidad Autónoma de Nuevo León.

Facultad de Ciencias de la Comunicación.

Unidad de Aprendizaje: Redacción de géneros de información.

Grupo: F07.

Facilitador: Elisamaría Ruiz Mendoza.

Reportaje.

Equipo:

Daniel Alberto Contreras Hernández.

Nayeli Selina Lozano Peña.

Hiram Israel Padilla Coronado.

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Monterrey, Nuevo León.    17/Noviembre/2015.

La casa de Aramberri: “distintas versiones, un misterioso crimen”

Hace más de medio siglo, un macabro crimen se suscito en un hogar situado en el primer plano de la ciudad de monterrey, una hazaña indescriptible, inaceptable y asombrosa para los habitantes de Nuevo León en esa época, tanto así fue su trascendencia que sin tomar en cuento el paso de los años, los nuevoleonenses aun conocen el crimen y la leyenda que aconteció en la calle de Aramberri, en el número 1026 en el año de 1933, “el crimen de la casa de Aramberri”.

La historia de este crimen que ha desencadenado varias leyendas ha pasado por generaciones y generaciones de los regiomontanos, las personas tienen distintas versiones de lo que aquel día aconteció, diferentes opiniones tienen respecto a esta hazaña tan violenta, a continuación les platicare la versión más famosa de esta historia, y así podrán saber que espeluznante suceso ocurrió hace 82 años.

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Sucedió el 5 de Abril de 1933: estando fuera de casa el jefe de la familia, un grupo de delincuentes penetró en la casa y asesinó a la madre, Antonia Lozano, y a su hija,Florinda Montemayor , de manera muy cruel y violenta, para luego huir con el motín.

Alertadas las autoridades, quedaron asombradas por el salvajismo del crimen cometido, ya que en esa época no se daban situaciones tan ruines como esta. Al mismo tiempo, la sospecha de quienes habían cometido este acto se cerró sobre el círculo íntimo de la familia, ya que los investigadores aseguraron que la puerta de entrada no había sido forcejada y que las atacadas habían dado el acceso a sus agresores. Un detalle,  un poco inusual, dentro de la tragedia, fue que la mascota de la familia, un loro, repetía incansablemente unas palabras que serían criticas para llegar a la respuesta del crimen: “No me mates, Gabriel, No me mates”.

La policía no hizo oídos sordos a esta singular pista y se ordenó inmediatamente una intensa búsqueda del mencionado Gabriel entre los conocidos de la familia. Pero para asombro de todos, resultó ser sobrino de la señora Florinda, y en su poder se encontraron demasiadas  pruebas incriminatorias: él y dos secuaces habían planeado el robo y el asesinato de las mujeres, a las que mataron cruelmente para no ser más tarde reconocidos.

Arrestados y en espera de un muy dura condena, fueron muertos por la policía en un intento de huida, a la que la gente calificó como una venganza ordenada por el señor Lozano, padre y esposo de las mujeres asesinadas. El crimen, con el tiempo, fue borrándose de la memoria de los atribulados vecinos, pero no los extraños sucesos que se desencadenarían de ahí en más en la casa Aramberri.

En primer lugar, gritos aterradores de dolor comenzaron a escucharse por las noches, y la explicación fue clara e inmediata: los espíritus de las mujeres asesinadas no consiguen descansar en paz, por lo cual esta casa se volvió en una leyenda.

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Al preguntarles a  distintas personas sobre el suceso de esta casa, la mayoría hizo referencia al sobrino asesino y a la mascota que los delato, algunos comentaron diferentes versiones de la historia, pero siempre se centra en el asesinato de dos mujeres y una macabra casa abandonada donde aseguran se ocurren hechos paranormales.

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