Carvajal Y Empaques

Esta es una de las iniciativas de sostenibilidad que ha podido concretar el fabricante de lácteos en alianza con la empresa Carvajal Empaques, que a mediados del año pasado abrió una planta de recipientes de 6.800 metros cuadrados de área total en Tocancipá.

El propósito de esta nueva construcción no es solo servir como proveedor de plásticos a la fábrica de Alpina en Sopó, sino también montar líneas de producción mediante las cuales se puedan ofrecer empaques y envases de menor impacto sobre la naturaleza.

Son tales los beneficios que la nueva planta de Carvajal Empaques ofrece para la firma de lácteos, que esta última logró reducir en 51% su huella de carbono en el proceso de suministro de envases para los productos que elabora. Esta disminución corresponde, principalmente, con un menor consumo de gasolina en su flota de camiones, pues la cercanía de ambas unidades de producción garantiza menores distancias recorridas. Así mismo, esto permite un uso más eficiente de la energía y gases refrigerantes.

'Gracias a esta alianza empresarial hubo una disminución anual de 985 toneladas de CO2, especialmente por la reducción del consumo de combustibles en el área de transporte', dijeron voceros de Alpina que fueron consultados por LR.

Otra forma de entender las ventajas de la cercanía de las plantas es el dato suministrado por Carvajal Empaques, empresa que explicó que la disminución del número de viajes se traduce en una reducción de las distancias recorridas de 524 a 8 kilómetros por cada despacho realizado.

Otros resultados

La gestión de sostenibilidad de Alpina en 2011 no solo se concentró en la parte del envasado de sus productos.

Según explicó la compañía, los resultados alcanzados en el tema de medio ambiente fueron: reducción del consumo de agua frente al año 2010, con un ahorro cercano a los 69.560 metros cúbicos, cifra que calificaron como la mejor alcanzada en los últimos años; aprovechamiento a través del reciclaje de cerca del 96% de los residuos que se generan en la operación de la empresa; medición de la huella de carbono en Colombia, según lo estipulan los estándares internacionales; y por último, reducción en el índice de consumo energético de las operaciones de Alpina, pasando de 3,10 GJ/t (gigajulios por tonelada) en el año 2010 a 2,86 GJ/t en el año 2011.

'Comenzar a medir nuestra huella de carbono nos ofrece una línea base oficial para la reducción de las emisiones atmosféricas', indicó el grupo.

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