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Factores que propiciaron el Movimiento Urbano Popular


Enviado por   •  5 de Marzo de 2014  •  Ensayos  •  1.552 Palabras (7 Páginas)  •  351 Visitas

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Factores que propiciaron el Movimiento Urbano Popular

El desarrollo del capitalismo en México ha provocado un intenso proceso de urbanización en algunos polos de concentración y centralización de capitales y la creciente proletarización de la población del país, ha hecho surgir, en la lucha de clases, a un movimiento nuevo en magnitud e importancia que es el "movimiento urbano popular".

Este movimiento también surgió debido a la crisis estructural de la economía mexicana, misma que apareció a finales de los años sesenta y la cual ha ejercido importantes determinaciones sobre la problemática urbana del país, afectando de manera inmediata las condiciones de vida y de consumo de los trabajadores urbanos quienes son el sujeto principal de las luchas urbano populares.

Otros dos factores de importancia para la aparición de este movimiento han sido fisuras en la legitimidad del Estado y en el sistema político de control del mismo a partir de 1968 y la otra cara del mismo proceso, el brote de movimientos sociales independientes de la burguesía y el Estado en diferentes sectores del pueblo mexicano.

El movimiento urbano popular engloba a colonos, inquilinos, posesionarios, solicitantes de vivienda y trabajadores no asalariados, en lucha por mejores condiciones de vida y de consumo, lo que en el caso del proletariado implica la reproducción de su fuerza de trabajo. Estas acciones se desarrollan alrededor de la lucha por el acceso al suelo, la vivienda y los servicios públicos, en contra de la lógica de la ciudad capitalista y la política urbana del Estado con sus escuelas de miseria, segregación y represión hacia los trabajadores que en ella habitan.

El movimiento urbano popular ha logrado construir a través de sus luchas, organizaciones de masas independientes, que siendo

las representantes de los intereses colectivos de proletariado y el pueblo oprimido en el terreno del consumo popular y las condiciones de vida, pugnan por convertirse en protagonistas de la transformación de la ciudad y de la sociedad.

La violenta represión de este movimiento en 1968 produjo tres tendencias políticas diferenciadas en la izquierda. La primera fue un movimiento revolucionario con ramificaciones tanto urbanas como rurales, que no pudo mantener sus operaciones y sucumbió relativamente pronto a la política de búsqueda y destrucción del presidente Luis Echeverría a comienzos de los setenta. La segunda se comprometió en tareas de construcción partidaria y, eventualmente, de participación electoral, cuando las reformas políticas de finales de los setenta lo hicieron posible. La tercera fue atraída por las oportunidades políticas y el imperativo moral que percibieron de trabajar entre los pobres. Guiada por el concepto de "volver al pueblo", esta última tendencia se dio a la tarea de construir nuevas formas de poder social a través del trabajo de base.

El Movimiento Urbano Popular creció a partir de esta última opción. La gran cantidad de población que se desplazó hacia los centros urbanos —progresivamente a lo largo de los setenta y ochenta— no encontró empleos adecuados para proveerse de las condiciones materiales que les aseguraran lo que en los círculos de los movimientos urbanos se dio en llamar "una vida digna". La falta de viviendas asequibles fue un problema especialmente importante y se convirtió en un elemento movilizador.

Esto creó la oportunidad política para que los activistas construyeran una base política —algo que este grupo de la izquierda estaba determinado a hacer. Aunque muchos dentro de esta tercera tendencia estaban interesados inicialmente en desarrollar tareas de organización en el campo, inspirados por su interpretación de las revoluciones en China y Cuba, fueron

atraídos por las oportunidades políticas de organización entre los pobres urbanos.

Había también una lógica política que favorecía las tareas de organización en este sector. Desde los años veinte hasta el año 2000, México había sido gobernado por un sistema autoritario incluyente que dependía fuertemente de las estructuras partidarias para canalizar las negociaciones corporativas.

Durante la mayor parte de este periodo existieron tres "pilares" que lo sostuvieron: los trabajadores sindicalizados, los campesinos y una amalgama más heterogénea, conocida como el sector popular, compuesto fundamentalmente por empleados del Estado, profesionales, pequeños comerciantes y trabajadores del sector informal. Las estructuras más débiles en cuanto al control político eran las del sector popular, por lo que para los pobres urbanos fue generalmente más fácil competir con ellas (con algunas variaciones regionales y locales, seguramente) que con los otros dos sectores.

Mientras los activistas jóvenes se movían hacia los centros urbanos para empezar a organizar campañas, contaron con la ayuda de un tercer factor: la presidencia de Echeverría (1970–1976) estaba preocupada por incorporar nuevos actores y demandas, toda vez que la legitimidad del régimen autoritario e incluyente mexicano había sido seriamente dañada por la brutal represión militar del movimiento estudiantil de 1968, que

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