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Gestion Ambiental


Enviado por   •  20 de Marzo de 2012  •  4.667 Palabras (19 Páginas)  •  450 Visitas

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Material Gestión Ambiental.

“La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.

(Antiguo refrán indio)

Recursos Renovables son aquellos recursos cuya existencia no se agota con su utilización, debido a que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la tasa con que los recursos renovables son disminuidos mediante su utilización. Esto significa que ciertos recursos renovables pueden dejar de serlo si su tasa de utilización es tan alta que evite su renovación. Dentro de esta categoría de recursos renovables encontramos al agua y a la biomasa. Algunos recursos renovables se clasifican como recursos perpetuos, debido a que por mas intensa que sea su utilización, no es posible su agotamiento. Dentro de esta categoría de recursos renovables se encuentran la energía hidroeléctrica, la radiación solar, el viento y las olas.

Los recursos no renovables o combustibles fósiles (petróleo, carbón mineral y gas natural) son una reserva de energía, que es el resultado de millones de años de descomposición y almacenamiento de vegetales y animales, que se transformaron en esos elementos a través de complicados procesos, según explican los científicos. Y se les llama "recursos no renovables", porque, ¡imagínese usted los millones de años que le llevaría a la naturaleza reunir una nueva reserva.

Una de las mayores amenazas para la vida del hombre en la Tierra es la deforestación. La tala indiscriminada de bosques.

Un ecosistema es un sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos (biocenosis) y el medio físico en donde se relacionan (biotopo). Un ecosistema es una unidad compuesta de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat. Los ecosistemas suelen formar una serie de cadenas que muestran la interdependencia de los organismos dentro del sistema.

El concepto, que comenzó a desarrollarse entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos (por ejemplo plantas, animales, bacterias, protistas y hongos) que forman la comunidad (biocenosis) y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.

Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de una atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con la mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la actividad humana.

Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.

Se denomina capa de ozono, u ozonosfera, a la zona de la estratosfera terrestre que contiene una concentración relativamente alta1 de ozono. Esta capa, que se extiende aproximadamente de los 15 km a los 40 km de altitud, reúne el 90% del ozono presente en la atmósfera y absorbe del 97% al 99% de la radiación ultravioleta de alta frecuencia.

Gases agotadores del ozono: Los más conocidos y de mayor consumo son los clorofluorocarbonos (CFC), utilizados en refrigeración y aire acondicionado y como gases propulsores en aerosoles y recipientes desechables. También agotan el ozono dos gases usados como solventes en aplicaciones industriales: el clorotetracloruro de carbono y el metil cloroformo. Y figuran en la lista el bromuro de metilo usado como fumigante de múltiples aplicaciones y los halones utilizados en extinguidores de fuego. Una vez emitidos, estos gases se mezclan con la atmósfera y flotan hasta la estratosfera donde la radiación de los rayos ultravioleta rompe sus enlaces químicos. Liberan entonces cloro y bromo, que contribuyen a la destrucción de las moléculas de ozono. Actualmente, el desgaste del ozono se da a un ritmo mayor que su regeneración natural.

La destrucción de la capa de ozono implica la pérdida de la fina barrera natural que tiene la Tierra frente a los dañinos rayos del sol denominados ultravioleta (UV), sobre todo los de tipo B (UVB) que son los más agresivos. Una mayor exposición a los UVB puede ocasionar daños a los ojos (cataratas) y cáncer a la piel (melanoma) y suprimir la eficiencia del sistema inmunológico del cuerpo humano. Los UVB también pueden producir cambios en la composición química de varias especies de plantas, cuyo resultado sería una disminución de las cosechas y perjuicios a los bosques. Igualmente, organismos acuáticos serían afectados, en especial el zooplancton, es decir, las larvas de consumidores primarios y secundarios de la cadena alimenticia. Si hoy se dejaran de emitir gases destructores de la capa de ozono, se estima que los procesos naturales la restaurarían en alrededor de medio siglo. Gases como los CFC y los halones pueden permanecer en la atmósfera entre 50 y 65 años respectivamente.

El calentamiento global es un término utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la temperatura media global de la atmósfera terrestre y de los océanos ya sea desde 1850 —coincidiendo con el final de la Pequeña Edad de Hielo—1 ya sea en relación a periodos más extensos.2 Este incremento se habría acentuado en las últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI.

Un calentamiento global significativo de la atmósfera tendría graves efectos sobre el medio ambiente. Aceleraría la fusión de los casquetes polares.

Se entiende por impacto ambiental el efecto que produce una determinada acción humana sobre el medio ambiente en sus distintos aspectos. El concepto puede extenderse, con poca utilidad, a los efectos de un fenómeno natural catastrófico. Técnicamente, es la alteración de la línea de base, debido a la acción antrópica o a eventos naturales.

Las acciones humanas, motivadas por la consecución de diversos fines, provocan efectos colaterales sobre el medio natural o social. Mientras los efectos perseguidos suelen ser positivos, al menos para quienes promueven la actuación, los efectos secundarios pueden ser positivos y, más a menudo, negativos. La evaluación de impacto ambiental (EIA) es el análisis de las consecuencias predecibles de la acción; y la Declaración de Impacto ambiental (DIA) es la comunicación previa, que las leyes ambientales exigen bajo ciertos supuestos, de las consecuencias ambientales

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