La Sombra Del Caudillo

LA SOMBRA DEL CAUDILLO.

La política es una temática muy extensa y difícil de abarca e indudablemente muy polémica. Este libro nos ofrece un poco de la política del país en años del Caudillismo en México que inicia cuando terminó la guerra civil. El tema a tratar en este trabajo será referente al valor político que manifiesta efervescente el texto de La Sombra del Caudillo, el cual pertenece a la corriente literaria de Novela de las Revolución Mexicana, esta corriente inspirada en las aventuras que tuvo el caudillo Francisco Villa.

Martín Luis Guzmán Franco (1887-1976) fue un periodista, intelectual, diplomático y literato mexicano. Guzmán nació en Chihuahua, Chihuahua, el 6 de octubre de 1887. Estudió derecho en la Ciudad de México y en 1914 se unió a las tropas de Francisco Villa, con quien trabajó de cerca. Entre 1916 y 1920 vivió en Estados Unidos, y desde 1917, dirigió en Nueva York una revista en castellano llamada El gráfico, y colaboró con la revista Universal. Con los artículos que publicó en ellas formó su segundo libro, en 1920, A orillas del Hudson.

Regresó a México y continuó como periodista. Fue elegido como diputado nacional, pero debió exiliarse desde 1924 hasta 1936 en España, donde escribió varios periódicos. Su libro El águila y la serpiente, publicado en 1928, contenía memorias de las luchas civiles en México. Posteriormente, Guzmán publicó nuevas novelas como Memorias de Pancho Villa, en 1940, y Muertes Históricas, en 1958, que le valió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística. También es de destacarse su biografía de Xavier Mina, El Mozo: Héroe De Navarra, Espasa Calpe. En 1929 publicó la novela La sombra del caudillo que caracterizaba un análisis de la crisis política de México.

La política, el arte de gobernar; la supuesta revolución que tanta sangre costó, la corrupción si control; esto es lo que se trata de reflejar en el libro. La manera de expresarlo es correcta sin duda alguna, el vivo retrato de lo que era y es México en estos tiempos. El caudillismo se resalta en cada pagina de este libro, la lucha de poder, el que se encuentra detrás manejando todos los hilos que mueven el país como lo hacia Álvaro Obregón en un tiempo y Plutarco Elías Calles en otro (y sigue pasando con otros).

Desde el inicio de sus paginas donde se muestra al joven Ministro de Guerra, el general Ignacio Aguirre nos da la señal de un alto cargo en la política, este joven funcionario como cualquier político está rodeado de sus partidarios fieles ( y no tan fieles) que se mezclan con el ambiente. El autor nos señala que el tiempo de elegir a un nuevo presidente está prácticamente a la vuelta de la esquina por lo que los dos partidos existentes en aquella época deben elegir a sus candidatos presidenciales, algo así como traduciéndolo a nuestro tiempo actual: llega el momento de cada partido para escoger a quien los representara en las elecciones. Quede de más decir que los partidos opositores son el conservador y el liberal, adjudicando estos dos papeles, desempeñándolos el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).

Se le ofrece a Aguirre desde un principio la candidatura por su partido ya que los Mayores saben como buena estrategia política, él tiene mayor capacidad con el pueblo, es decir mayor popularidad y facilidades para ser aceptado por la “plebe”. Carisma, de esto nos habla una de los postulados de Max Weber que dice: Se aplicará la palabra "carisma" a cierta cualidad de una personalidad individual por virtud de la cual se le pone aparte de los individuos corrientes y se le trata como a quien está investido de poderes o cualidades sobrenaturales, sobrehumanas, o por lo menos específicamente excepcionales. En cuanto tales, no son accesibles a la persona corriente, sino que se las considera de origen divino, o ejemplares, y a base de ellas el individuo en cuestión es tratado como jefe.1 En un principio éste la rechaza debido a que siente que traicionaría a su jefe (El Caudillo), aunque sus partidarios insisten en que la acepte ya que llevaría la ventaja sobre el opositor; lo cual nos lleva a pensar que sus colegas saben de el carisma que tiene y que influencia gravemente al pueblo mexicano. Su contrincante es Hilario Jiménez el cual ni siquiera es muy llamativo para la audiencia nacional; Weber lo marcaría como sin carisma, nada hace que el pueblo sienta deseos de ser gobernados por él.

Aguirre le comenta a El Caudillo que sus allegados le han propuesto ser el candidato de su partido pero que se ha negado por los previos compromisos que ya tenía con él. El Caudillo le pregunta si es su pleno deseo formar parte de las elecciones a lo que Aguirre declara que sí. El jefe lo acepta todo de manera fría y algo distante; en el momento en el que Aguirre aceptó ser candidato la relación entre ambos se vio fracturada. Después de esta primera confrontación suceden varios episodios de corrupción en la Cámara de Diputados; de altercados en una convención campesina en Toluca, donde se decidirá a cuál candidato apoyar; de acusaciones recíprocas de traición, riñas a balazos y fugas; de secuestros y torturas. El caudillo niega categóricamente toda acusación

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