Opinión:Carta A La Maestra

Como parte de la introducción al curso, este primer texto nos plantea diferentes puntos a tener en cuenta en el desarrollo de nuestra formación como docentes y de la labor tan importante que vamos a realizar.

Uno de los primeros puntos que considero que es importante es el desarrollo humanista de una sociedad por parte del maestro, donde esta labor de brindar conocimiento y formar a personas desde sus etapas más pequeñas recae en manos del docente y la gente pretende que la escuela sea correctora necesaria de todos los vicios e insuficiencias culturales, cuando debemos tener en cuenta los diferentes contextos que puede vivir el estudiante para su formación.

Otro punto importante, es la desvalorización de la profesión del maestro que nos propone el texto, ya que muestra como la sociedad ve al docente como una persona que no es lo suficientemente competente para realizar una ‘mejor’ carrera, o por lo menos una que le brinde mayor posición socioeconómica. Aquí creo que es importante destacar el contexto en el cual fue escrito el texto, sin embargo, las diferencias a la situación actual de como se ve esta profesión no ha cambiado mucho. En mi opinión, el ser docente se sigue viendo como una carrera simple donde la persona solo se forma para estresarse más y recibe poca remuneración económica, sin darse cuenta de la labor tan importante que se está llevando acabo, la formación y la entrega de conocimiento, de primeras experiencias en la vida de las personas, mostrar un poco de mundo, de encontrarle explicación a algunas cosas y generar curiosidad por todo lo que nos rodea, encontrarle pasión a la vida.

Esta visión de la profesión por parte de personas externas también se ve construida por el reflejo de los mismos docentes que creen que la formación superior es la meta a alcanzar en sus carreras desvalorizando la importante función de la formación en los primeros años de educación, ya que esta es la base para el desarrollo de un conocimiento en los grados de educación superiores.

Para mí, la parte más importante, ya que nos invita a la reflexión de nuestra carrera, es la serie de preguntas que nos propone, donde personalmente, empiezo a encontrar las diferentes situaciones que puedo llegar a vivir y como mis ideales y mis valores se pueden ver confrontados con las exigencias de la sociedad: ¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado laboral o formar hombres completos? ¿Ha de potenciar la autonomía de cada individuo, a menudo crítica y disidente, o la cohesión social? ¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la identidad tradicional del grupo? ¿Atenderá a la eficacia práctica o apostará por el riesgo creador? ¿Reproducirá el orden existente o instruirá a los rebeldes que pueden derrocarlo?

Como parte final y esencial, el optimismo frente a la carrera es lo que salva todo este proceso, creer en lo que se está haciendo y para que

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