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Derecho Constitucional Constitucion


Enviado por   •  20 de Septiembre de 2013  •  2.515 Palabras (11 Páginas)  •  289 Visitas

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En las elecciones para el Congreso de la Unión de julio de 1918, el Partido Liberal Constitucionalista, mejor organizado que otros partidos, tuvo la mayoría, pero hubo múltiples acusaciones de fraude. La recién instalada XXVIII Legislatura se caracterizó por su resistencia frente a Carranza ya que sus integrantes tenían preferencia hacia Obregón. Este, desde su retiro en Sonora, esperaba verse favorecido para suceder al presidente en los comicios de 1920, pero como Carranza no daba señales de favorecerlo, decidió lanzar su candidatura en junio de 1919. Carranza quiso imponer en el gobierno a un civil, pues pensaba que era la mejor opción para el país, que frenaría los anhelos de dirección política de los nuevos líderes surgidos de la Revolución.

Al llegar el momento del cambio de gobierno, cuando Carranza justificaba sus acciones aduciendo que obedecía a la necesidad de cerrar el paso al militarismo, los generales, que se sentían con más derecho para dirigir al país, se enfrentaron al presidente. El Partido Nacional Democrático lanzó la candidatura del ingeniero Ignacio Bonillas, elegido por el presidente.

Para consolidarlo, Carranza convocó a una junta de gobernadores, a la que asistieron los que le eran fieles; por su parte los obregonistas aprovecharon esta oportunidad para asegurar ante la opinión pública que Carranza quería intervenir en el proceso electoral.

Los diputados acusaron al presidente de convertir al Ejecutivo en partido político y las diferencias entre carrancistas y obregonistas se acentuaron. Las hostilidades comenzaron en Sonora, entre el gobernador De la Huerta y Carranza, por una serie de desacuerdos sobre la entidad.

La rebelión se concretó en el Plan de Agua Prieta en el que se desconocía al presidente, se nombraba jefe del Ejército Libertador Constitucionalista al gobernador de Sonora, Adolfo de la Huerta y se proponía que al triunfo del movimiento el Congreso de la Unión eligira un presidente provisional que llamara a elecciones inmediatas para designar el gobierno legal. Una semana después de proclamado el Plan, prácticamente todo el ejército se había sumado a la sublevación y Carranza tuvo que abandonar la ciudad de México acompañado de una reducida escolta, rumbo a Veracruz. En Tlaxcalantongo, Puebla, fue asesinado el 21 de mayo de 1920.

Como consecuencia de estos sucesos, en la capital se inició el debate para designar presidente provisional. Hubo en la Cámara de Diputados y el Senado una fuerte lucha interna para designar al candidato que se escogería de los tres o cuatro personajes que tenían posibilidades. Los obregonistas, que eran mayoría en la Comisión Permanente de la Legislatura, inclinaron la balanza hacia Adolfo de la Huerta, en consecuencia los gonzalistas, partidarios de Pablo González, tuvieron que aceptar su derrota.

El gobierno provisional de la República, pese a la oposición del general Plutarco Elías Calles y de algunos otros, buscaba negociar con Villa para acabar con su rebeldía. Después de varias tentativas Villa acordó con los enviados de De la Huerta deponer las armas y retirarse a la vida privada en la hacienda de Canutillo, cedida por el gobierno. El convenio se firmó en Sabinas, Coahuila, en julio de 1920. Con ello finalmente concluía la rebelión en el norte y De la Huerta lograba la pacificación del país.

El 5 de septiembre se efectuaron las elecciones presidenciales y en diciembre tomó posesión como presidente constitucional Alvaro Obregón. Había triunfado sobre sumas cercano oponente por más de un millón de votos. El movimiento de Agua Prieta fue el producto de un reacomodo de las fuerzas dentro del grupo dominante y los problemas a los que se enfrentaron Obregón y luego Calles fueron primordialmente de orden político. Tuvieron que establecer una posición de predominio con relación al resto de los grupos revolucionarios. Asimismo el papel del Congreso fue más político que legislativo.

Obregón, buen estratega, comprendió que para afianzarse en el poder era necesario que su triunfo militar y electoral se convirtiera en un triunfo social y político, transformando al Estado en uno auténticamente nacional y por encima de todos los grupos. Para lograr esto era necesario poner en práctica lo que establecía la Constitución: dar satisfacción a las demandas de los campesinos y de los obreros, así los tendría como aliados y su poder no vendría solamente de los militares sino que se apoyaría una base popular.

Pocos días después de ser declarado presidente, Obregón se presentó ante la Cámara y en un discurso significativo estableció las prioridades de su gobierno y los límites entre los cuales se debían mover los diputados. Pensando tal vez que iba a tener un gobierno agitado, con un Congreso que había ganado una posición fuerte e independiente, pidió a los legisladores que se preocuparan por el futuro de México en lugar de hacerlo por los intereses de bloques políticos y mencionó que en esos días se discutirían leyes fundamentales para el futuro de la nación.

Estos eran los proyectos de una ley agraria, la Ley de Ejidos, aprobada en diciembre de 1920, que privó a los jefes militares de la facultad de distribuir tierras; una del trabajo y un proyecto para la organización del Banco de la República Mexicana, banco único de emisión, además del proyecto para la creación de la Secretaría de Educación Pública Federal. En la práctica, el sistema de partidos no dio buenos resultados. Ya desde Carranza, el Poder Ejecutivo comenzó a tomar preponderancia sobre el Legislativo y el Judicial. Aunque México tenía formalmente un sistema pluripartidista, los partidos políticos no desempeñaron papel alguno, es decir formular y articular las demandas de la población, sino que sirvieron de instrumento a caudillos y líderes que por lo general se servían de ellos para lograr sus fines. El carácter personalista de los partidos explica su corta vida, ya que si el líder triunfaba el partido tenía injerencia en la vida política; si no, desaparecía.

Para las elecciones de 1924 grupos enemigos de Obregón y amigos de Adolfo de la Huerta presionaron a éste para que lanzara su candidatura. Sin embargo, el elegido fue Calles y el Partido Socialista del Sureste se encargo de destaparlo.

Había en el ambiente fuertes rumores de rebelión y obregonistas y delahuertistas se movían tratando

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