Eduacacion En El Porfiriato

LOS NÚMEROS FAVORECEN A LAS MINORÍAS

Las ciudades acaparan las escuelas

Durante el porfiriato todos los estados tenían escuelas de tercera clase, mixtas o de dos turnos. Aunque las leyes federales y estatales declararon que las haciendas debían tener escuelas para sus empleados, no sabemos hasta que punto cumplieron con la ley.

Puebla, era el estado que tenía escuelas mixtas en mayor numero en toda la república. La educación potosina pasó a ser cuidado directo del gobierno, ésta había recibido cada vez mayor impulso y hacia fines del porfiriato recibía una tercera parte del presupuesto estatal. El problema educativo más grande para el gobierno de esta entidad fue la educación de las poblaciones rurales. Tamaulipas fue otro estado que le dio prioridad a la educación rural. En 1899 se organizó un Congreso pedagógico, se levantó una estadística escolar rural y se escogieron las haciendas o ranchos que tuvieran mayor población o en las que algún vecino ofreciera el local o laguna otra ventaja. Para fines de 1897 había 80 escuelas rurales sostenidas por el estado pero vigiladas por esos órganos, que proveían los textos y completaban el sueldo de los profesores. En 1900, éstas habían aumentado a 118 y las urbanas sumaban 98.

Tabasco pensaba que el problema de la educación no estaba resuelto si era patrimonio exclusivo de pueblos y villas, ciudades y capital, destinó la tercera parte de su presupuesto a fomentar la educación primaria de su pueblo. En Jalisco, más de una tercera parte de los niños en edad escolar iba a la escuela. Se consideraron como escuelas rurales las establecidas o por establecer en las haciendas, rancherías y agrupaciones de población que no fueran cabeceras de municipio. Todas las demás entidades declararon tener escuelas de tercera clase o mixtas, que dadas sus características de establecimiento, las podríamos catalogar como rurales.

Resulta casi imposible saber con exactitud el número de escuelas rurales que hubo durante el porfiriato. El crecimiento escolar estuvo concentrado en las zonas urbanas, lo que acentuó las diferencias tradicionales entre las ciudades y el campo. En la mayoría delos estados, entre 70 y 80% era población rural y grosso modo una cuarta o tercera parte, o cuando mucho la mitad de sus escuelas eran rurales. El 20 o 30% restante era de población urbana por lo general tenían las tres cuartas partes de las escuelas.

Educación y Progreso

El auge ferrocarrilero, así como la inmigración que atrajo capitales y fomentó la industria y el comercio, unidos a la escasísima población indígena, fueron factores decisivos para el progreso educativo de estas entidades. La población indígena siempre fue un obstáculo para los programas educativos pues mientras se consideraban inferiores o simplemente tan inteligentes como los blancos, y mientras existía la polémica de si era mejor integrarlos o educarlos en sus propios idiomas.

Si seguimos con nuestro análisis regional podríamos decir que los estados que forman la franja entre el norte y el centro, es decir Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Tepic, Jalisco y Colima, son los siguientes más progresistas. En los estados que circundaban en el Distrito Federal, Hidalgo, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala, Querétaro y Morelos tendrían un índice de alfabetización arriba del promedio. El bajo índice de alfabetización en el México central, se debió al porcentaje de indígenas.

Guerrero, Oaxaca y Chiapas, los estados más pobres de la república, también tenían los índices mas bajos de alfabetización. La población de esas entidades se encontraba muy diseminada de los demás estados. En 1910 las autoridades admitían que eran contados los jóvenes que en muchos pueblos y cuadrillas saben leer y escribir.

La educación estuvo sujeta a las fluctuaciones económicas en los ingresos del estado y de los municipios de quienes dependían gran parte de las escuelas. Muchas de ellas cerraron por falta de fondos. Esta preocupación obligó al gobierno central a decretar una subvención a todos aquellos municipios con escasos elementos pecuniarios,

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