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Juan Amós Comenio


Enviado por   •  18 de Marzo de 2014  •  1.893 Palabras (8 Páginas)  •  348 Visitas

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El año de 1592 señala una fecha privilegiada en la historia de la pedagogía, ya que venía al mundo en Niewniz, Moravia, Juan Amós Komenski.

La Gran didáctica es el primer ensayo importante de sistematización de la pedagogía, ya que parte de un principio fundamental: la fe optimista de Comenio en la perfectibilidad del género humano y el gran poder de la educación sobre el hombre y la sociedad.

La juventud es el único período en que puede emprenderse la educación del hombre con las mayores posibilidades de éxito. Comenio proclama que haya una escuela materna en todas partes, y aunque todas estas sean diferentes, se aprenderá en ellas las cosas susceptibles de hacer a los hombres verdaderos hombres, a los sabios verdaderos sabios, y esto según la edad y grado de preparación anterior, que tenderá siempre a elevarse.

el pensamiento de Comenio, los estudios deben regularse en la escuela elemental de tal suerte que, al abandonarla, el alumno posea una educación general que le permita ir más lejos. Desde los primeros años de su vida el niño debe adquirir algunas nociones elementales de todas las ciencias que ha de estudiar más tarde. Se atraerá su mirada sobre todos los objetos que lo rodean y se ejercitará su naciente reflexión en trabajar sobre estas intuiciones. Esta es la misión que busca hasta los seis años las escuela maternal.

Tratando de dar a todos los niños una instrucción general que pueda formar todas las facultades del hombre, Comenio piensa que es necesario conducirlos juntos hasta donde sea posible, con objeto de que se animen, se estimulen y se acrisolen mutuamente, formándose así en todas las virtudes, entre ellas la modestia, la diligencia servicial, la fraternidad y la solidaridad.

Las mujeres están dotadas de una inteligencia ágil y fina que las hace aptas para comprender la ciencia igual que los hombre y frecuentemente incluso mejor que los hombres. Es preciso, pues, instruirlas en cuanto importa que sepan y no sólo para su propia felicidad, sino también para la de la famimlia y la nación.

El hecho de que existan inteligencias naturalmente débiles y limitadas no constituye para Comenio un obstáculo para la instrucción general, sino, por el contrario, una obligación de cultivar todos los ingenios. Cuanto más débil sea intelectualmente un niño, tanto más necesita que lo ayuden para curarse de su debilidad.

El fin de la escuela elemental es cultivar en los niños la inteligencia, la imaginación y la memoria. Conviene enseñarles: a leer, a escribir, la aritmética, geometría, historia universal, la cosmografía, la geografía, ciencias económicas y políticas que permitan adquirir un conocimiento suficiente de la organización de la ciudad y el Estado; de dibujo, de canto, de catecismo, de la Biblia y así como principios de la moral teórica y su aplicación en la vida.

Comenio no quiere que haya más de cuatro horas de clase al día, dos por la mañana y dos por la tarde; las de la mañana dedicadas al cultivo de la inteligencia y la memoria, y las de la tarde a ejercicios manuales y orales.

Aunque su método no se extiende a la enseñanza que se da en la academia, (18 a 25 años), Comenio insiste en que sólo sean admitidos en los estudios superiores los jóvenes de agudo ingenio, que demuestren disposiciones especiales, una perseverancia y una moralidad perfectas.

Los estudios hechos en la academia deben ser sancionados por rigurosos exámenes públicos. Por otra parte, durante o tras el período de seis años de estudios superiores el estudiante viajará por el extranjero para enriquecer su conocimiento del mundo.

La teoría pedagógica de Comenio, exige que cada etapa del saber abarque un conjunto completo que será el punto de partida de un nuevo estudio más alto, más profundo y más extenso.

Comenio quiere así llevar a sus alumnos a no preguntar nada sin reflexionar primero, a no creer nada sin pensar, a no hacer na sin juzgar, pero a hacer lo que sabe que es bueno, verdadero y útil.

QUE NADIE AGOTE SUS DESEOS, SUS SENTIDOS, SUS FUERZAS; QUE NO CEDA A LOS DESEOS DE OTRO; QUE NO SOMETA SUS SENTIMIENTOS A LOS DE OTRO Y QUE NO SE DEJE GOBERNAR DESDE FUERA. QUE TODOS COMPRENDAN LA MANERA DE SER DICHOSOS, QUE RADICA EN ELLOS MISMOS.

Comenio considera, la libertad, el gozo de vivir, la dicha, como el estado natural y legítimo del hombre, el fin hacia el cual debe encaminarle la educación.

Por ende, es preciso que el hombre llegue a convertirse en el ser razonable que implica su destino humano. Sólo puede alcanzar esta meta adquiriendo la comprensión de todo lo que le rodea: esto es lo único que puede capacitarlo para servirle legítimamente de las demás criaturas, gobernarse a sí mismo y servir a sus semejantes.

Comenio llama a estas tres cualidades: erudición o conocimiento de todas las ciencias, artes y lenguas; virtud o moral; religión o veneración que une el alma del hombre con el Eterno.

Las tres facultades del alma, que corresponden a estas cualidades son: el intelecto, que observa y distingue las cosas; la voluntad, que escoge lo útil y lo nocivo, y la memoria, que acumula, para futuro, todo cuanto han asimilado el intelecto y la voluntad; Comenio casi siempre da a esta tercera facultad el nombre de conciencia, que según el es la impresión del alma. Las tres facultades son inseparables, del mismo modo que las cualidades fundamentales no pueden existir una sin la otra.

Desde su nacimiento el hombre está rodeado por el mundo exterior, cuyo conocimiento adquiere, poco a poco, mediante los sentidos. Comenio llama a esta primera experiencia schola naturalis seu physica. Se prolonga en otra escuela más avanzada, schola metaphysica, en que nuestros maestros no están

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