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Las corrientes historiográficas


Enviado por   •  10 de Marzo de 2014  •  Informes  •  2.787 Palabras (12 Páginas)  •  341 Visitas

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Las corrientes historiográficas argentinas se pueden clasificar en:

- Historiografía decimonónica - liberal – mitrista que originó la Nueva escuela histórica

- Revisionismo, en el que se identifican distintas etapas e ideologías

. rosista 1930/1945

. forjista antes de 1945

. enfrentamientos peronistas- antiperonistas 1945/ 1955

. peronista 1955/1976

. de la izquierda nacional desde fines de los ’60

- Historia social

- La Historiografía decimonónica que originó la Historia Oficial.

La historiografía argentina comienza en la 2da mitad del siglo XIX con un grupo de intelectuales que socializaron su obra historiográfica en redes personales y circuitos político- culturales de la elite:

- Los relatos fundacionales fueron la Historia de Belgrano (1859) y de San Martín (1877) escritos por Bartolomé Mitre y la Historia de la Rca Argentina escrita por Vicente Fidel López. Ambos polemizaban sobre el modo de abordar la historia y de esas polémicas triunfó la posición de Mitre a tal punto que los siguientes historiadores se adscribieron a su línea.

Los textos historiográficos del siglo XIX se caracterizan por:

-La minuciosidad extrema en detalles fácticos.

-La crítica sistemática con el objetivo de adquirir autoridad intelectual desacreditando al oponente para construir su propia legitimidad como historiadores.

-El discurso histórico narrativista, acontecimental.

-La discusión metodológica entre Mitre y López (1881/83) y Groussac (1897/1916), terminó funcionando como un esquema de ajuste del conocimiento histórico a partir del cual comenzaron a identificarse criterios de construcción del discurso sobre el pasado:

1-Documentos (pruebas materiales de una narración).

2-Perfectibilidad y provisionalidad del texto historiográfico.

3-Crítica hermenéutica (previa) del documento; fijar criterios de crítica documental y de selección de fuentes.

Ellos crearon la Historia Oficial, la que siempre nos contaron y nos enseñaron, la que escribieron los vencedores de las guerras civiles del siglo XX: oligárquica, porteñista, liberal en lo económico, conservadora en lo político, anticriolla, la historia de aquellos cuyo proyecto de país estaba resumido en el dilema sarmientino CIVILIZACIÓN (lo europeísta- porteño) o BARBARIE (lo criollo- provinciano).

Para ellos civilizar fue desnacionalizar: sustituir a los habitantes criollos, gauchos, indios y mulatos que no servían para su proyecto “civilizador” por inmigrantes europeos; descalificar lo autóctono y admirar lo extranjero; no se trataba de hacer un país para las grandes mayorías sino para los poderosos; se estableció así una condición esencial de la dependencia argentina de intereses ajenos a los nacionales en complicidad con la dirigencia económica y política.

Otros historiadores de fines del siglo XIX y principios del XX: José María Ramos Mejía, Juan Alvarez, Juan Agustín García, Joaquín V. Gonzalez, y dos autores que no generaron una tradición histórica pero que son considerados precursores del revisionismo: Adolfo Saldías y Ernesto Quesada (ambos investigaron y escribieron sobre Rosas y su tiempo (1883 y 1898).

• Nueva Escuela Histórica: Proceso de profesionalización a principios del siglo XX.

La profesionalización de la tarea de los historiadores en Argentina se inició a principios del siglo XX, con un grupo heterogéneo de historiadores a quienes (en 1916 Juan Agustín García) se denominó “Nueva Escuela Histórica”.

Entre ellos se encontraban: Luis María Torres, Emilio Ravignani, Diego Luis Molinari, Rómulo Carbia, Ricardo Levene, Narciso Binayán.

No tenían formación profesional específica (con excepción de Carbia), pero fueron los creadores de la historiografía profesional en la Argentina. Para ello

-Crearon espacios institucionales: la Sección de Investigaciones Históricas creada en 1905 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Ravignani fue su director a partir de 1920) se convirtió en Instituto en 1921; y La Junta de Historia y Numismática Americana creada en 1893 (Mitre fue su 1º presidente, y Levene desde 1927) se convirtió en Academia Nacional de la Historia en 1938, publican la Historia de la Nación Argentina en 10 tomos de los que abrevaron los manuales escolares.

-Había una clara articulación entre prácticas historiográficas y política: la Academia nucleaba a los conservadores y el Instituto a los radicales.

-Fomentaron la formación de historiadores con la apertura de profesorados.

-Sostuvieron publicaciones que adjudicaron a la historia un carácter científico y un lugar importante en la formación de la conciencia nacional.

Competían por obtener la hegemonía, pero tuvieron en común la forma de entender el oficio de historiador, sentaron las bases de las reglas del oficio con la búsqueda de documentos y el uso sistemático del método de la crítica documental. Y el contenido de su obra fue la Historia Oficial convertida en Política de la Historia.

Contra esa versión surgió el Revisionismo histórico

Buscando sus características distintivas, Alejandro Cattaruzza considera que los revisionistas son un grupo de intelectuales que intervienen en el encuentro entre cultura (en la que incluye a las instituciones historiográficas) y política, sin posicionamientos uniformes. Desarrollaban sus actividades en función de “cambiar la versión dominante del pasado argentino por otra, más verdadera y más adecuada a los intereses nacionales”.

Identifica etapas:

• en los años ’30 el revisionismo rosista, en 1938 fundan el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas y publican revistas y el boletín del instituto. Sus representantes son Julio y Rodolfo Irazusta, Carlos Ibarguren, Ernesto Palacio, Manuel Gálvez.

• entre 1945 y 1955 el peronismo provocó conflictos internos, y las aguas se dividieron en peronistas

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