La Autoestima

Mi autoestima

Había una vez un niño llamado Marco Antonio, al cual le gustaban mucho andar con su papa, y de ahí le tomo mucho el gusto por los animales, las camionetas, los ranchos etc.

En varias ocasiones su papa no podía llevarlo consigo, por lo que Marco tenía que quedarse en casa su mama. En estas ocasiones Marco se quedaba muy triste porque su mama hacia poco de lo que a marco le gustaba.

Debido a que era el único hijo hombre, marco se empezó a formar un carácter rudo hacia los demás, ya que seguido peleaba con sus primos, por querer siempre tener el poder.

Aun así, siempre tuvo una buena relación con casi toda su familia, pero no faltaban los problemas con más de alguien, pero siempre simples problemillas de niños.

Desde siempre su autoestima se fue formando adecuadamente ya que sus padres le inculcaban buenos valores y lo alentaban a que el podía conseguir muchas cosas si ponía empeño en la escuela y en su casa. De esta manera Marco consiguió siempre tener buenas notas en la escuela, hacer buenos amigos y con esto, tener siempre contentos a sus padres.

Además de los deberes de la escuela, también le gustaba mucho jugar con sus primos y amigos en los parques, ranchos, escuela, o cualquier lugar donde hubiera espacio para correr, gritar etc.

Cuando Marco ya tenia un poco mas de edad, ayudaba en lo que podía a su padre en el negocio familiar, que era un rancho, con todo lo que eso implica, vacas, caballos, gallinas, labores del campo, etc.

Esto no siempre lo hacia de buena gana, pero al fin y al cabo lo hacia, ya que su padre siempre le daba una gratificación. Gracias a eso desde pequeño marco aprendió a tomar valor a lo que con tu esfuerzo te ganas.

Además sus padres le inculcaron lo debidos valores a Marco para que de grande fuera una persona de bien, que supiera valorarse a el a las demás personas.

A Marco nunca le gusto que le pusieran apodos, el siempre estuvo contento con su nombre y nunca permitió que le pusieran uno. El siempre fue muy cauteloso con su dinero, pero eso no quiere decir que no lo gastara en cosas insignificantes, porque pues cuando se es niño no se tiene noción de que ahorrar es muy importante, y eso es algo que Marco nunca aprendió.

A Marco siempre le gustaron los animales, por lo que le pedía a sus padres que le permitieran tener una mascota, pero sus padres no se lo permitían, hasta que una buena vez le permitieron tener uno en el rancho, por lo que Marco se sintió ahora comprometido a cuidarlo, ya que ahora este, era su responsabilidad. Todo iba bien con su perro, creció y jugo con el, y este le brido muchas alegrías, ya que el perro era muy juguetón y fiel con su dueño. Hasta que un día su mascota, simplemente no aparecía, así pasaron los días hasta que descubrieron que el perro estaba muerto a la orilla de la carretera, había muerto atropellado. Esto fue un golpe

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