PERFIL DEL PEDAGOGO HONUREÑO

ENSAYO (El perfil del pedagogo inciso #4)

Cuando decidí estudiar la carrera de Pedagogía y Ciencias de la Educación fue porque pensé precisamente que se basa en la enseñanza e integración de los valores humanos en la juventud. A medida voy avanzando voy conociendo en el cómo enseñar, y a través de donde llegar a esa juventud. Sin lugar a dudas en el perfil del pedagogo Hondureño puedo resolver este cuestionamiento ya que el pedagogo primero que nada es un Investigador educador y elaborador de planes y programas educativos a través de los cuales se llega de algún modo a esta juventud. Es por ello que me llama mucho la atención el numeral 4 sobre las tareas desempeñadas por el pedagogo donde se lee; que debe contribuir y participar con responsabilidad en la formación de programas que tengan como ideal central satisfacer las necesidades e intereses de la juventud. Mi pregunta es ¿cómo conocer las necesidades e intereses de la juventud en el marco de una época de cambios acelerados que nos toca vivir, y que es ciertamente en el sector juvenil dónde las transformaciones se tornan más visibles y evidentes?

En una cultura combinada por las características de una época desencantada por luchar en conjunto y que apuesta por la lucha individual, en la cual predominan actitudes relativistas, y haciéndose Cada vez más presentes personas con tendencia individualista que excluyen de su preocupación las necesidades de los demás. El hombre parece preocupado por pasarlo lo mejor posible sin ser capaz de asumir compromisos ni realizar grandes esfuerzos, inserto en una sociedad donde no hay verdad ni mentira, no hay normas, y donde sólo vale ser feliz a muy corto plazo. En este numeral 4 del perfil del pedagogo nos hace ver que debemos contribuir y participar en afiliar, asesorar y orientar a los jóvenes que se rebelan contra la escala de valores existentes, y vuelvo a preguntarme ¿será que el graduado de pedagogía tiene claro esa escala de valores? Pienso que si como nos cita el numeral 2 de las tareas desempeñadas por el pedagogo “que debe tomar conciencia y participación en la transformación social” no estaríamos como estamos actualmente. Debemos pues, insertarnos en programas y proyectos de investigación, contribuyendo realmente en la educación hondureña. Nos hemos quedado muy cortos, nada más en el análisis y la toma de conciencia sin una participación activa y comprometida en esta transformación. Ser pedagogo requiere de una seria responsabilidad, para que esta sociedad en la que vivimos todos, se tenga la oportunidad de desarrollarse integralmente, vivir en armonía, trabajar coordinada y eficientemente para el bien de todos (numeral 4). Para concluir quiero hacer hincapié en incrementar investigaciones respecto a esta problemática de los valores en general, y especialmente en la etapa de la juventud. Debemos como pedagogos reconsiderar el estudio de los valores

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