1 Estudio de las Relaciones Internacionales, o manejando el mundo
Enviado por j_sanchez_17 • 6 de Enero de 2016 • Tarea • 3.380 Palabras (14 Páginas) • 901 Visitas
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Materia: Derecho Internacional Público
Trabajo: Resumen Cap. 1 Estudio de las Relaciones Internacionales, o Manejando el Mundo
Alumno: Juan Ángel Sánchez Pruneda y
Juan Edgar Contreras Villa
Docente: Lic. Sergio A. Saucedo Treviño
Saltillo, Coahuila. 04 Enero del 2016
El final de un siglo suele tener motivos de análisis o critica, tales como reflexión profunda acerca de la condición humana en la primera y segunda mitad del siglo, El fin del siglo XXI no es la excepción.
La primera parte del siglo XXI quedo marcada por dos guerras mundiales; la segunda parte por la lucha geopolítica global que se denomino la guerra fría.
¿Qué se espera para el próximo siglo?
El viejo proverbio rumano que dice: “Siempre es difícil predecir cualquier cosa, especialmente el futuro”.
Como prueba de lo anterior, basta con mirar los eventos que han transcurrido desde los últimos años de la década de los 80. Pocos, si es que algún observador pudo hacerlo, pueden reclamar para sí el haber anticipado el fin de la guerra fría en forma tan abrupta y pacifica como en efecto sucedió.
El 26 de septiembre de 1988, el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, hablo en la asamblea general, hablo en la Asamblea General de las Naciones Unidas en una de sus últimas intervenciones en ese foro, y confeso sus sorpresa al expresar que “un cambio está causando una inmensa sorpresa a cada uno de nosotros: la perspectiva de una nueva era de paz mundial”. El señor Reagan, quien en los primeros años de su administración había abanderado una cruzada contra el consumismo y había denominado a la unión soviética como el “imperio del demonio”, se refería a los sorprendentes cambios que estaban ocurriendo en este país, en Europa Oriental y en muchas otras partes, cuando los regímenes no democráticos estaban experimentando las presiones de la liberalización del sistema político y prácticamente “estallaba” la paz en varias partes del mundo. Sin embargo, eventos más dramáticos estaban por venir. El muro de Berlín, que desde 1989, durante el torbellino de discusiones diplomáticas, el ministro de relaciones exteriores de la Unión Soviética, Eduard Shevardnadze, realizo la primera visita de un ministro del bloque soviético a las oficinas de la Alianza Occidental en Bruselas y anuncio que la unión soviética buscaría hacerse parte de “una casa común europea”. Justo antes de celebrarse el año nuevo de 1990, que sería el presagio de lo que vendría en esta década, el coro del Ejército Rojo Soviético se presento en el salón de gala del Kennedy Center en la ciudad de Washington, en una ceremonia para honrar a varios norteamericanos por su desempeño artístico. En un gran final, el presidente de los Estados Unidos y una multitud de dignatarios escucharon la interpretación del himno “Dios salve a América”. El mismo presidente Bush proclamo un “nuevo orden mundial” en el cual, al final de su mandato, la unión soviética ya no existiría; se habría desmembrado y sería remplazada por un conjunto de nuevas entidades en el mapa del mundo.
Tal como la humanidad sigue su curso a lo largo de la última década del siglo XX es necesario ser cautelosos en interpretar estos eventos como la señal de una “nueva era de paz mundial”. La historia se lleno de pronunciamientos similares que probaron ser prematuros, como lo proclamado por Norman Angell “La guerra se ha convertido en una reliquia del pasado”. Algo similar sucedió posteriormente antes de iniciarse la segunda guerra mundial, cuando en 1938 el primer ministro británico Neville Chamberlain regresó a Londres de una reunión con Adolfo Hitler en Munich, asegurándole al Mundo que vendría “paz en nuestro tiempo”.
Los sucesos que produjeron tanta euforia a principios de la década de los 90’s constituían desarrollos muy frágiles sujetos a ser reversados o a que evolucionaran en forma tal que pudieran reemplazar el orden de la posguerra de la segunda guerra mundial enraizando en la rivalidad norteamericano-soviética, por un orden económico internacional aún más inestable. En efecto, el aterrador recordatorio de la naturaleza fugaz de la paz fue la invasión iraquí a su vecino Kuwait en agosto de 1990, cuando más de 500,000 soldados norteamericanos, simultáneamente con fuerzas de diversos países miembros de la coalición aliada, fueron despachados al medio oriente para castigar la “agresión descarnada” y al mismo tiempo con el propósito de proteger los intereses petroleros de los Estados Unidos y de sus aliados. Otro recordatorio lo constituyeron las noticias de primera página de la prensa y de la televisión reportando lo que parecía ser un creciente número de conflictos menores, predominantemente de carácter etnopolítico, que tenían lugar en la antigua Yugoslavia y en otros sitios alrededor del mundo. A media que progresaba la década de los 90’s, algunos observadores denominaban el nuevo orden mundial como el “nuevo desorden mundial”.
El trasfondo del escenario mundial: un gasto militar que venía en aumento y alcanzo la cifra de US$ 1 billón anual, competía con la proliferación de armas de tipo ABC(atómicas, biológicas y químicas); una seria amenaza a la seguridad bajo la forma del terrorismo y del trafico de drogas; el espectro de posibles guerras comerciales y de un nacionalismo económico renovado entre los policías desarrollados más ricos, tales como Estados Unidos y Japón; se presentaba también la diseminación del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el cual afectaba a uno de cuatro hombres en alguna parte de África y amenazaba convertirse en pandemia mundial.
Dentro de este volátil e incierto torbellino de eventos y condiciones era posible percibir al menos un aspecto de la vida internacional que ya se daba por aceptado; para bien o para mal, en general los seres humanos experimentaban un incremento permanente y casi inexorable en las interconexiones a través de la geografía, la cultura y otras disciplinas, aun cuando al mismo tiempo buscaban mantener sus características distintivas y la separación de las comunidades individuales.
Cada día más y más personas alrededor del mundo se enteran de las noticias mundiales, nacionales y locales a través de los medios masivos de comunicación electrónica, capaces de trasmitir informes instantáneos e imágenes acerca de los eventos tanto cercanos a casa como de los que suceden en apartados lugares del mundo. Hoy en día, en los Estados Unidos hay más televisores que inodoros y el público depende para las noticias mucho más de la T.V. que de los periódicos escritos. Actualmente, se estima que casi la mitad del humanidad está en capacidad de observar la televisión. Una fuete de noticias especialmente influyente, es la CNN (Cable New Network) con sede en Atlanta, cadena que trasmite a mas de 140 países y que en 1990 utilizo alta tecnología satelital para presentar en vivo y en directo el cubrimiento de la guerra del Golfo, permitiendo que desde los hogares de todo el mundo el público pudiera ser testigo de ella.
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