1.1 Gobierno De Alberto Fujimori Fujimori Y La Situación Del Perú

El Ingeniero Alberto Fujimori llegó a la presidencia en la década del ’90 desde el 28 de julio de 1990 hasta el 21 de noviembre del 2000. El Perú en esos momentos pasaba por una crisis económica (hiperinflación), política (pulverización de los partidos políticos y terrorismo) y social (proceso de desintegración). Luego de su gobierno la crisis en el país continuaba pero con diferentes manifestaciones y expresiones. Siempre se escucha decir que fue el único presidente que pudo acabar con el terrorismo y que gracias a las políticas del fujishock logró calmar ese incremento de la hiperinflación. Por lo cual, la crisis económica, política y social se traducía en la recesión y desempleo, la corrupción del gobierno, la pobreza y exclusión; y agregó un aspecto más: lo moral, ya que se puso en juego las reglas de comportamiento social.

El tener una alianza estratégica con los militares, los empresarios y los organismos multilaterales, le daban credibilidad internacional y tener una combinación de políticas que favorecían a los miembros del dinamismo económico. Basado en estos logros es que Fujimori fue a la reelección en 1995 y venció al ex Secretario General de Naciones Unidas Javier Pérez de Cuellar, en unas elecciones en las cuales gracias a la “influencia” del gobierno sobre los medios, su estilo “neo-populista”.

Ante el título de país inelegible, los organismos internacionales le dieron viabilidad financiera durante este gobierno, ya que al encontrarse con un conflicto interno desatado por el accionar terrorista y guerrillero habían puesto en situación de emergencia más de la mitad del territorio nacional. Adicional a eso, se debe recordar que dicho gobierno nunca tuvo claro las ideas económicas que aplicaría, por ello, los organismos multilaterales propusieron la aplicación de las recetas del “Consenso de Washington”.

Dentro de todo este desarrollo, marcaremos el gobierno de Fujimori en tres momentos:

A. Shock y autogolpe de estado

La hiperinflación había alcanzado un 397% antes del fujishock. Significó una reestructuración de precios que permitió superar el problema de la devaluación de la moneda, pero que provocó la devaluación de los salarios de la mayoría de la población. Se estabilizó la vida económica tras la inflación del gobierno anterior, permitió la reinserción del Perú en el sistema financiero internacional y llevó a la privatización de los servicios del Estado a empresas extranjeras, que obtuvieron diversos privilegios (exoneraciones de impuestos; la eliminación de muchas de las restricciones legales y laborales a las inversiones, que degeneraron en numerosas injusticias y en despidos masivos de obreros y empleados y la supresión de la protección a la industria nacional, con ello se redujo al mínimo la actividad sindical y aumentó la actividad económica informal. Después de la aplicación la inflación llegó al 7,650 % lo que provocó que se corte este incremento pero que genere recesión. Esta recesión representaba una caída del PBI de -5.1% en el año 1990, con un rebote al año siguiente y estancamiento el año 1992.

Ante lo aplicado por los organismos internacionales, el Congreso, en el cual el gobierno no tenía mayoría, se resistió a apoyar las medidas sin debatirlas; sirviendo de excusa para el autogolpe en abril de 1992. Se cerró el Congreso y se intervino una serie de otras instituciones, como el poder judicial, para establecerse en los hechos como una dictadura, a la cual algunos llaman como democracia directa. Desde ese momento, se estableció un régimen neoliberal en lo económico y autoritario en lo político.

Ante exigencias internacionales de reinstalar el congreso y otras instituciones,

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